El futuro de las colonias siembra la divisi¨®n en el partido de Netanyahu
El primer ministro se escuda en una fiesta jud¨ªa para no debatir el fin de la moratoria
La tensi¨®n se elev¨® anoche en Cisjordania, minutos antes de que expirara la moratoria, con un atentado cerca de Hebr¨®n. Un matrimonio israel¨ª que viajaba en coche fue tiroteado desde otro veh¨ªculo; ambas personas sufrieron heridas en las piernas y la mujer, embarazada de nueve meses, dio a luz en el hospital en el que era atendida. En la misma zona, militantes de Ham¨¢s asesinaron a cuatro colonos el pasado 31 de agosto.
La noticia del atentado enardeci¨® a los colonos, dispuestos a empezar a construir en los pr¨®ximos d¨ªas. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, fue sin embargo muy claro en su intervenci¨®n ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: dijo que Israel deb¨ªa elegir entre paz y asentamientos. Y hasta ayer mismo insisti¨® en que si no se renovaba la moratoria, y los colonos segu¨ªan ampliando la ocupaci¨®n, no ten¨ªa sentido negociar. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respald¨® de forma inequ¨ªvoca la posici¨®n de Abbas.
80 autobuses con militantes del Likud apoyaron la protesta de los colonos
Abbas matiz¨®, sin embargo, que no abandonar¨ªa autom¨¢ticamente las negociaciones, sino que consultar¨ªa con el resto de los dirigentes de la OLP y con mandatarios ¨¢rabes. Anoche anunci¨® que hab¨ªa pedido una reuni¨®n urgente de la Liga ?rabe, con el fin de evaluar la viabilidad del proceso de paz ante la expiraci¨®n de la moratoria. Por otra parte, asegur¨® que un fracaso del proceso de paz no conducir¨ªa, esta vez, a un estallido de violencia. "Ya probamos con la Intifada y nos hizo mucho da?o", declar¨® al diario ¨¢rabe londinense Al Hayat.
Abbas viaj¨® a Par¨ªs para entrevistarse hoy con el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy. Pero el jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat, permaneci¨® en Nueva York tras la asamblea de la ONU. La diplomacia estadounidense segu¨ªa presionando a ambas partes para que mantuvieran con vida el proceso e intentaba convencer al Gobierno israel¨ª de que buscara una f¨®rmula para mantener, por v¨ªa indirecta, una moratoria oficiosa sobre la extensi¨®n de los asentamientos.
Benyam¨ªn Netanyahu mantuvo silencio durante toda la jornada y no convoc¨® el habitual Consejo de Ministros del domingo, para no tener que hacer comentarios sobre la moratoria. Esper¨® hasta unos minutos despu¨¦s de que esta expirara, a medianoche, para emitir un comunicado en el que se declar¨® dispuesto a trabajar para conseguir "la continuaci¨®n de las negociaciones de paz" y urgi¨® a Abbas a seguir con el proceso.
Tensi¨®n en el Gobierno
La posici¨®n de Netanyahu no era c¨®moda, ya que los colonos (unos 500.000 entre Jerusal¨¦n oriental y el resto de Cisjordania) constitu¨ªan una parte importante de su electorado y su mayor¨ªa parlamentaria depend¨ªa de los partidos ultranacionalistas, enemigos de la creaci¨®n de un Estado palestino. Por el otro flanco, el moderado, los laboristas insinuaban que podr¨ªan abandonar la coalici¨®n gubernamental si no se renovaba la moratoria.
Las dudas podr¨ªan prolongarse varios d¨ªas. Fuentes cercanas al equipo negociador palestino se?alaron que, en t¨¦rminos legales, la moratoria pod¨ªa considerarse vigente hasta el d¨ªa 30, y a?adieron que con moratoria o sin moratoria la Administraci¨®n Civil, el organismo israel¨ª que rige los territorios ocupados, era quien autorizaba o prohib¨ªa cualquier construcci¨®n en Cisjordania, sin necesidad de dar explicaciones.
No parec¨ªa f¨¢cil, sin embargo, que los aguerridos colonos se resignaran a sufrir nuevas restricciones. Para ellos, los 10 meses de moratoria (pese a que en ella siguieron construy¨¦ndose los edificios iniciados previamente y siguieron expandi¨¦ndose las zonas jud¨ªas en Jerusal¨¦n oriental) fueron una afrenta casi intolerable. Los discursos que se escucharon en los asentamientos, donde las fiestas se celebraron entre hormigoneras y excavadoras, no dejaban dudas sobre la inflamaci¨®n de los ¨¢nimos. Fueron invocados los sufrimientos hist¨®ricos del pueblo jud¨ªo, la Biblia, la supuesta fe isl¨¢mica de Barack Obama y la condici¨®n de "pecado grav¨ªsimo" de la moratoria para exigir que la colonizaci¨®n se reanudara a toda prisa. "Hussein Obama, la tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel", grit¨® Gershon Mesika, presidente del Consejo Regional de Samaria, en la colonia de Kiryat Netafim, obviando el primer nombre del mandatario estadounidense, al que detestan.
Un diputado del Likud, Danny Danon, dijo que el Gobierno ten¨ªa que "pedir perd¨®n" a los colonos por haberles tratado durante 10 meses como "ciudadanos de segunda clase". M¨¢s de 80 autobuses con militantes del Likud acudieron al asentamiento de Revava, para exigir a Netanyahu que no cediera a las presiones internacionales y dejara de "torturar" a los colonos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.