A retratarse
Cuando escribo estas l¨ªneas lo ignoro todo sobre el resultado de la huelga que tuvo lugar ayer. Pero los pactos previos eran de tal calibre que seguramente todo el mundo habr¨¢ quedado vencedor, excepto los trabajadores, naturalmente. Tampoco s¨¦ qu¨¦ porcentaje de huelguistas cat¨®licos con distintivo blanco habr¨¢ obtenido el estrafalario llamamiento de la Conferencia Episcopal. S¨ª me gustar¨ªa saber, en cambio, el porcentaje que obtendr¨ªan los movimientos del catolicismo de base en el caso de convocar una huelga general de los fieles, que tampoco son tantos, contra la Conferencia Episcopal. ?Cu¨¢ntos se abstendr¨ªan de acudir a misa en domingo? ?Quince mil, veinte mil? ?Y cu¨¢ntos de ellos firmar¨ªan un documento contra la Conferencia Episcopal que atendiera b¨¢sicamente a lo m¨¢s llamativo de sus m¨²ltiples haza?as? Y a los sindicatos, ?no les inquieta que la Iglesia apoye su huelga en calidad de cat¨®licos que tratan de tumbar a Rodr¨ªguez Zapatero? ?Cat¨®licos por cuenta ajena o servidores de su Iglesia a expensas de los presupuestos del Estado? Y si los sindicatos lograran tumbar a Zapatero, ?qu¨¦ otro candidato tendr¨ªa para ellos preferencia como aspirante a presidente del Gobierno?
Como todo esto es un aut¨¦ntico disparate, del que el culpable es Rodr¨ªguez Zapatero, naturalmente, una vez despejada esa inc¨®gnita, que no lo es, ?qu¨¦ hacemos despu¨¦s? ?Colocar en su lugar a Mariano Rajoy, a Rouco Valera, a Bel¨¦n Esteban (siempre que se someta previamente a un proceso de primarias frente a Carmen Alborch, por ejemplo). ?O bien, sin necesidad de ese engorro innecesario, se coloca a la marcial Carme Chac¨®n delante y a la pizpireta Leire Paj¨ªn detr¨¢s? Se trata de una aberrante colecci¨®n de inc¨®gnitas que desde hace meses hace perder el sue?o a la ciudadan¨ªa, como es obvio en circunstancia de tanta envergadura en la que siempre cunde la sospecha de que finalmente se optar¨¢ por lo peor, si la Iglesia no lo remedia mediante una astuta campa?a de ¨®bolos y oraciones, pues ya se sabe que ambos son in¨²tiles salvo que coincidan.
Y la Comunidad Valenciana, pues bien. La situaci¨®n es desesperada, pero no grave, hasta el punto de que algunas estrofas del himno zarzuelero que en su clamorosa dignidad nos representa parecen absolutamente revolucionarias ante lo que est¨¢ ocurriendo. Aqu¨ª no pasa nada, solo que somos una de las comunidades m¨¢s empobrecidas de Espa?a y que disfrutamos probablemente del ¨ªndice m¨¢s alto de pol¨ªticos implicados en asuntos turbios, algunos de ellos muy basureros. Ya ven c¨®mo han cambiado las cosas. Yo cre¨ªa que mi basura era m¨ªa, y que no ser¨ªa descabellado recibir un canon a cambio de cederla. Pues no. Es al rev¨¦s. Y cuando el empresariado opta por enriquecerse con los residuos, es que se acerca el d¨ªa en que la pol¨ªtica de vertedero sustituya a la democracia. Y ?ngel Luna lapidando el parqu¨¦ del Parlamento, vaya por dios.
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