Frontera entre documental y ficci¨®n
Un nuevo g¨¦nero de pel¨ªculas h¨ªbridas se abre paso en los festivales de cine
No ficci¨®n. O la tangente entre el documental y la ficci¨®n. Un territorio fronterizo en el que desde hace d¨¦cadas cineastas, videoartistas y documentalistas exploran c¨¢mara en mano y que durante el pasado festival de Donostia fue transitado de lleno por tres obras: Aita, de Jos¨¦ Mar¨ªa de Orbe, Le quattro volte, del italiano Michelangelo Frammartino, y Guest, de Jos¨¦ Luis Guer¨ªn.
Eso mientras en el Reina Sof¨ªa de Madrid una serie de v¨ªdeos bajo el t¨ªtulo The storyteller exploraban precisamente las fronteras de ese territorio unas veces radical, otras po¨¦tico, siempre sugestivo. El portugu¨¦s Pedro Costa (Juventude em marcha, 2006), el chino Jia Zhang Ke (24 city, 2008) o el gallego Oliver Laxe (Todos sois capitanes, 2010) muestran el arte de contar historias a trav¨¦s de im¨¢genes reales que, a la postre, se convierten en narraci¨®n con tintes documentales o documentos con tintes narrativos. El espectador solo necesitar¨ªa un visado para la galer¨ªa de arte o el festival de cine m¨¢s cercano, y una mirada abierta, para dar la bienvenida al mundo de la no-ficci¨®n.
"Mi intenci¨®n es reeducar la mirada del espectador", dice Frammartino
Galer¨ªas o centros de arte son medios naturales para este tipo de filmes
"Mi intenci¨®n es reeducar la mirada del espectador", comenta Michelangelo Frammartino sobre una pel¨ªcula, Le quattro volte, que levant¨® reacciones entusiastas -y alg¨²n enfado- tras su paso por el pasado Festival de Cannes y que se pudo ver en el apartado Zabaltegi-Perlas del Zinemaldia. Conocida por "la de la cabra", en relaci¨®n a un plano secuencia protagonizado precisamente por ese animal, la Virgen Mar¨ªa y unos soldados romanos, esta pel¨ªcula no cuenta nada en el sentido estricto pero s¨ª que ilustra con bell¨ªsimas im¨¢genes un concepto, el eterno retorno, centr¨¢ndose de forma documental en un pueblo y en cuatro elementos: un pastor, una cabra del pastor, el ¨¢rbol donde muere la cabra del pastor, y el carb¨®n en el que se transforma el ¨¢rbol donde muere la cabra del pastor. ?Una tomadura de pelo?
Josetxo Cerd¨¢n dirige el festival de documentales Punto de Vista de Navarra y m¨¢s de una vez ha escuchado esta reacci¨®n. "Aunque en este festival se vea de todo", comenta entre risas. Un certamen que ha servido de plataforma para realizadores dif¨ªcilmente clasificables como Jem Cohen o Wang Bing y que bien pueden ser considerados dif¨ªciles por un p¨²blico no prevenido por sus exigentes propuestas como las nueve horas de Bing sobre el sistema ferroviario chino (Tie Xi Qu: west of the tracks, 2003) o los po¨¦ticos ensayos visuales sobre los no-espacios corporativos de Cohen (Chain, 2004). "Este tipo de cine no habr¨ªa sido posible sin un profundo conocimiento de la historia del cine por parte de sus realizadores y, sobre todo, por la aparici¨®n de otros espacios para su exhibici¨®n. Fundamentalmente dos: las galer¨ªas de arte y los festivales de cine".
Si los festivales son el medio natural de estas obras, las galer¨ªas o centros de arte tambi¨¦n. Hasta el 26 de septiembre en el MNCARS de Madrid se puedo ver una colecci¨®n de piezas que ahondan en las formas m¨¢s personales de la no-ficci¨®n bajo el t¨ªtulo de The storyteller. Destinadas principalmente para su proyecci¨®n como videoinstalaciones, la muestra habla, seg¨²n comenta una de sus comisarias Claire Gilman, "no tanto sobre contar una historia como sobre compartir la experiencia de contar una historia; desde lo m¨¢s personal de nuestra experiencia y a trav¨¦s de la realidad". Unas obras no aptas para todas las miradas pero que, ya sea a trav¨¦s de cabras, trenes chinos o videoinstalaciones, permiten al espectador replantear los elementos que construyen y dan sentido a la realidad. Con im¨¢genes.
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