Joan Triad¨², desde la trastienda de Catalu?a

Quer¨ªa miccionar, y con toda la inocencia as¨ª se lo dijo a la monja paulina. Sin entenderlo, le castig¨® de cara a la pared. Las l¨¢grimas acabaron siendo tan calientes como la orina que le bajaba por las piernas. El delito es que lo hab¨ªa dicho en catal¨¢n en plena dictadura de Primo de Rivera. Ten¨ªa cinco a?os, pero quiz¨¢ ah¨ª se gest¨® el esp¨ªritu de lucha por la lengua y la cultura catalanas del pedagogo y cr¨ªtico literario Joan Triad¨², fallecido ayer en Barcelona a los 89 a?os.

Muchos trabajaron duro desde la trastienda cuando el franquismo. ?l fue uno, si bien en su caso el escenario tambi¨¦n era el comedor de casa, donde impart¨ªa clases de catal¨¢n, entre otros a un tal Jordi Pujol de 17 a?os sobre quien influy¨® m¨¢s all¨¢ de lo gramatical. "Yo era nacionalista, catal¨¢n, dem¨®crata y cristiano", recordaba en su Mem¨°ries d'un segle d'or (2008) de una ¨¦poca en la que se era franquista o comunista. Le irritaban ambas cosas.

No hac¨ªa nada m¨¢s que lo que hab¨ªa empezado a los 16, cuando ya ejerc¨ªa de maestro de catal¨¢n. Ten¨ªa un aire novecentista, serio y combativo que no abandon¨® nunca, ni el d¨ªa de 1955 en que por escrito se dirigi¨® a la que ser¨ªa su mujer, Pilar Vila-Abadal: "Mi pasi¨®n es construir. La ¨²nica cosa que no he sido capaz de hacer es una familia. He pensado y creo que t¨² me podr¨ªas ayudar a ello". De un rom¨¢ntico discutible, pero sincero, limpio, recto, directo.

Esos valores son los que hab¨ªa respirado en una familia obrera de Ribes de Freser (Ripoll¨¨s), donde naci¨® en 1921. Poco tard¨® en unir sus pasiones: literatura y reconstrucci¨®n cultural. As¨ª, en 1946 fundaba la revista Ariel y se un¨ªa al Front Nacional de Catalunya. Empezaba una trayectoria que le llev¨® a tratar desde a Ventura Gassol y Josep Trueta a Carles Riba y Merc¨¨ Rodoreda, que le pidi¨® que leyera una novelita "enterrada" que ser¨ªa La pla?a del Diamant.

Y es que Triad¨² ya era un cr¨ªtico casi temible, que hab¨ªa sentado las nuevas jerarqu¨ªas literarias en la pol¨¦mica Antologia de la poesia catalana (1951). Tambi¨¦n estar¨ªa en la trastienda de ?mnium Cultural, impulsando el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, que ¨¦l recibi¨® en 1992, pero nunca Josep Pla. Y eso, seg¨²n la leyenda, porque ¨¦l se opon¨ªa. "El Nobel, firmo, pero no el Premi d'Honor: las bases lo imped¨ªan", dec¨ªa pensando en la actitud de Pla en la Guerra Civil.

La Creu de Sant Jordi (1982), la medalla de oro de la Generalitat (2001) y traducciones de Shakespeare y P¨ªndaro jalonan un curr¨ªculo que en su trayectoria pedag¨®gica comport¨® la direcci¨®n de la Instituci¨®n Cultural del CIC y la de la Escola Thau de Barcelona, de la que tambi¨¦n fue fundador. "Donde mejor estoy es en una clase", sol¨ªa decir. Tuvo la m¨¢s grande: Catalu?a.