El tango como inspiraci¨®n

El Ballet Argentino vuelve a Madrid con una plantilla sensiblemente mejorada en lo t¨¦cnico y muy empastada en lo art¨ªstico. No podemos perder de vista, y es premisa obligada, que Tango de burdel... es una obra coral de estilizaci¨®n ballet¨ªstica del tango tradicional y sus derivaciones. Es as¨ª, que la cuadratura espacial, la din¨¢mica y el desarrollo, obedecen a las normas del ballet; los artistas que vemos en el escenario, independientemente de sus pericias particulares en el baile vern¨¢culo, son bailarines de ballet. La coreograf¨ªa de Stekelman va por los mismos fueros; ella tiene una larga experiencia. La madurez es un grado, y Eleonora Cassano lo tiene. Es una mujer que ha bailado mucho y bien, que conoce su cuerpo y la manera de modular los acentos hasta el punto de que resulten fluidos, con completo arm¨®nico con ese complejo universo tanguero.

El tango en ballet es terreno trillado, de modo que resulta peregrino, casi imposible sorprender. Sobre esta conciencia, la core¨®grafa explota un gui¨®n ordenado y coherente. El trabajo textual de Elio Marchi es la evidencia de la m¨¢s que justificada utilidad de un buen gui¨®n en los espect¨¢culos de danza. Con apoyo de lo cronol¨®gico, desde mediados del XIX a los tiempos actuales del XXI, los bailes se enlazan con liquidez y sensualidad, un elemento siempre presente y que es parte consustancial a su metro.

En la primera escena se ha conseguido desgranar con pulcritud casi antropol¨®gica las vertientes que van de lo espa?ol a la solaridad de la tarantela napolitana. Despu¨¦s los burdeles ponen algo que no pod¨ªa faltar, lo sical¨ªptico y la parte menos amable (y m¨¢s fiera) de una pantomima que poco a poco y por s¨ª misma se reglaba, adquir¨ªa carta de asentamiento.

La sucesi¨®n no se interrumpe y tras el intermedio se llega al terreno resbaladizo de la m¨²sica disco, del rock y de otras variables que encajan solo sesgada y con calzador a lo que se puede llamar "el caldo natural" del tango. La soluci¨®n coreogr¨¢fica en esta parte es discreta y se ilumina de nuevo con la entrada de Astor Piazzola, reivindicado en la pieza como una especie de salvador, de revitalizador de unas esencias que parec¨ªan periclitadas. La orquesta China Cruel es un conjunto muy hecho y su sonido cumple en la parte acompa?ante. La cantante Karina Levine, da su vertiente teatral m¨¢s intensa.TANGO DE BURDEL, SAL?N Y CALLE

Eleonora Cassano Ballet Argentino (Fundaci¨®n Julio Bocca). Coreograf¨ªa: Ana Mar¨ªa Stekelman; vestuario: Renata Schusseheim; luces: Omar Possemato; gui¨®n: Elio Marchi. Teatros del Canal. Hasta el 11 de octubre.