La otra madre gana el derecho a visitar a su hija
La juez reconoce la relaci¨®n familiar, aunque no hubo ni adopci¨®n ni boda, tras la separaci¨®n de dos lesbianas
Empar Broch tiene derecho a ver a la hija de su ex pareja, otra mujer, aunque con la menor no tenga una relaci¨®n biol¨®gica. As¨ª lo ha decidido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero tres de Massamagrell, en Valencia. El fallo judicial va m¨¢s all¨¢ de otras sentencias, como las dictadas en Sevilla y Baleares con casos similares, porque asimila el derecho de Empar sobre la menor a "cualquier relaci¨®n paternofilial". Es decir, la reconoce como madre aunque nunca haya constado como tal.
La sentencia ha sido un triunfo que Empar no ha podido celebrar. "Las dos veces que, cumpliendo con lo estipulado en la sentencia, he ido a verla, no me han dejado". Lo que parec¨ªa "la recuperaci¨®n de lo m¨¢s importante de mi vida, lo ¨²nico que me queda, se ha frustrado hasta ahora". Hoy, Empar intentar¨¢ de nuevo ver a la peque?a, de siete a?os.
Los peritos concluyen que la ni?a siente a Empar como progenitora
"Un d¨ªa me dijo que no ver¨ªa m¨¢s a mi hija. Sigo buscando el porqu¨¦"
Empar y su pareja, ambas profesoras y jugadoras de f¨²tbol sala, tuvieron una relaci¨®n que dur¨® 11 a?os. De ellos, nueve vivieron juntas. Despu¨¦s de siete a?os, decidieron ser madres. Su pareja fue la que se qued¨® embarazada. La peque?a naci¨® y ellas hicieron ante notario un testamento cada una en favor de la otra y dejaron constancia de que si faltaba la madre biol¨®gica, antes de cualquier alternativa, estaba Empar. Al juzgado aport¨® el v¨ªdeo del parto, fotos de la vida en com¨²n, de fiestas familiares, de d¨ªas con amigos. "El primer obst¨¢culo fue que mi ex pareja neg¨® la mayor, neg¨® la relaci¨®n, la convivencia, lo redujo todo a epis¨®dicas relaciones sexuales. Pero no fue eso, fue una vida".
La relaci¨®n se rompi¨® hace cuatro a?os sin que se hubieran casado. "Cuando quer¨ªamos hacerlo, la ley a¨²n no se hab¨ªa aprobado. Despu¨¦s, ella tuvo una depresi¨®n y decidimos posponerlo".
Al principio, no hubo problemas. "Nos separamos, pero ten¨ªamos una relaci¨®n estupenda". Empar pod¨ªa ver a la peque?a los martes y los jueves por la tarde y cogerla alg¨²n fin de semana. "Pero de pronto todo se estrope¨®. Sigo buscando el porqu¨¦. Un d¨ªa me dijo que ya no iba a ver a la ni?a nunca m¨¢s". Empar relata que trat¨® de hablar con su ex pareja, que acudi¨® al colegio de la ni?a para verlas. Pero no pudo ni tener una conversaci¨®n. As¨ª lo explic¨® a la juez. Present¨® primero una demanda de maternidad, que no ha prosperado y est¨¢ ahora en el Tribunal Supremo. "Cuando tuve la primera negativa del derecho de maternidad pens¨¦ que estaba obligada a pedir visitas, por mi hija, porque quiero que al menos cuando sea mayor sepa que luch¨¦ por ella".
El pleito ha sido largo, casi dos a?os y medio, sin medidas cautelares. Ahora, la juez le concede el derecho a las visitas como allegado, a pesar de no tener v¨ªnculo biol¨®gico y de no haber legalizado la relaci¨®n de pareja. Ha sido determinante la opini¨®n de los peritos, el que present¨® la ex pareja de Empar y el designado por la juez. Ambos coinciden en que la relaci¨®n existi¨®, aunque lleguen a conclusiones distintas sobre las visitas. La sentencia indica que esos informes son dispares, pero tienen en com¨²n "que la relaci¨®n entre Empar Broch y la menor no ha sido negativa, y que la menor llega a reconocer a la actora como una madre que ten¨ªa antes".
El perito designado por el juzgado examin¨® a la menor en enero, cuando ya hac¨ªa casi tres a?os que no ve¨ªa a Empar. Y concluy¨®: "Apreciando la existencia de una inadaptaci¨®n personal de la menor y que esta otorga el concepto de madre a las dos partes, se recomienda la reanudaci¨®n de los periodos de comunicaci¨®n de la menor con Empar Broch de forma progresiva, de forma similar a la paterno filial". La juez ha concedido visitas el primer s¨¢bado de cada mes con un horario que se va ampliando por trimestres hasta llegar a poder pasar el fin de semana completo. La Fiscal¨ªa ha recurrido la sentencia para que las visitas se efect¨²en inicialmente en un punto de encuentro.
La madre biol¨®gica rechaza la relaci¨®n. "Yo solo quiero poder abrazarla y verla jugar con mis sobrinos. Mi madre muri¨® a?orando a su nieta. Yo quiero vivir teni¨¦ndola presente", dice Empar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.