Escanciando arte
Un paseo gijon¨¦s, por restaurantes y galer¨ªas, con Benjamin Weil, comisario del Centro de Arte y Creaci¨®n Industrial LABoral
Con un suave acento franc¨¦s, gafas de sol y algo despistado, Benjamin Weil se presenta, en una soleada ma?ana de domingo, delante del palacio de Revillagigedo. Enfrente se alzan orgullosos los m¨¢stiles de los veleros del puerto deportivo y los gijoneses pasean pl¨¢cidamente en familia. Parisiense del a?o 1962, Weil desembarc¨® en la ciudad norte?a hace algo m¨¢s de un a?o, de modo que su visi¨®n de la ciudad es casi la de un reci¨¦n llegado. Se?ala al frente y comenzamos el paseo: el comisario jefe del Centro de Arte y Creaci¨®n Industrial LABoral se ha hecho a la apacible pero inquieta ciudad cant¨¢brica.
"Regres¨¦ a Europa porque aqu¨ª tenemos tiempo para muchas m¨¢s cosas. En otros lugares la gente vive muy deprisa y solo se ocupa de trabajar. Ten¨ªa ganas de vivir de forma m¨¢s relajada y tener tiempo para reflexionar", cuenta. Y regres¨® con un curr¨ªculo bien abultado, que le ha llevado a trabajar en Nueva York, San Francisco, Londres o Venecia, en lugares como el San Francisco Museum of Modern Art o el Museum of Modern Art de Nueva York.
"En la periferia se trabaja de otra manera, sin la misma presi¨®n, y eso permite ser mucho m¨¢s arriesgado", dice. El d¨ªa 6 de octubre se inaugura en LABoral, comisariada por Daniela Zyman y el propio Weil, Pasajes. Viajes por el hiperespacio, una selecci¨®n de obras de la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza nunca vista en Espa?a, integrada mayoritariamente por instalaciones y obras de gran escala. Permanecer¨¢ abierta hasta el 21 de febrero de 2011.
El arte del buen comer
Vamos a comer, ?qu¨¦ recomienda el comisario? Pues ya que estamos en Asturias, habr¨¢ que optar por una sidrer¨ªa, la tradicional El Globo (calle de San Bernardo, 13), donde celebran la llegada de Weil: un hermoso plato de calamares sobre la barra y una botella de sidra ("la de aqu¨ª es m¨¢s fuerte que la francesa y tiene otro gusto", dice). Este local de madera oscura y grandes ventanales que parece indiferente al paso del tiempo contrasta con la vanguardista ocupaci¨®n de nuestro cicerone. Fue precisamente en este chigre donde Weil inici¨® un ciclo de conferencias titulado ?Qu¨¦ es eso de...?, con una sesi¨®n dedicada al videoarte. "Estoy decidido a acercar LABoral a la poblaci¨®n local, hacerles ver que el centro es un recurso para ellos".
El restaurante DosSoles (San Agust¨ªn, 8), moderno, blanco, luminoso y di¨¢fano, ya resulta m¨¢s acorde al comisario. Es uno de sus favoritos, "probablemente el estilo m¨¢s internacional que conozco, buena comida sin m¨¢s pretensiones", dice frente a una copa de vino. Lo que m¨¢s le gusta es el secreto ib¨¦rico o la fideu¨¢ negra de pix¨ªn, calamares y langostinos. All¨ª, Luc¨ªa Garc¨ªa, que est¨¢ casada con el propietario del local y es amiga y compa?era de Weil (es coordinadora general de LABoral), habla acodada en la barra: "Benjamin es un t¨ªo muy cosmopolita, pero se ha implicado mucho con el proyecto y con la ciudad. Adem¨¢s tiene la virtud de caer muy bien a la gente". Luego la conversaci¨®n deriva en el media art, la creaci¨®n industrial y todas esas cosas abracadabrantes que esta gente tiene entre manos. Atenci¨®n: en el local (donde, por cierto, solo escuchar¨¢n m¨²sica copyleft: la que se cuelga en Internet sin necesidad de pago de derechos siempre que se utilice sin ¨¢nimo de lucro), una de las sillas tiene la figura de un sol. Quien se siente en ella recibir¨¢ un detalle por parte de la casa.
La a?eja Cimadevilla
Uno de los lugares de m¨¢s encanto de la ciudad es el laber¨ªntico y a?ejo barrio de Cimadevilla, donde antes viv¨ªan los pescadores. Ahora es donde vive Weil, en un flamante loft. "Me encanta el barrio", dice, "con sus callejuelas estrechas, y conocer a la gente. Aunque muchas noches es demasiado ruidoso". No muy lejos est¨¢ el Museo Barjola (calle de la Trinidad, 17), dedicado al pintor Juan Barjola y a exposiciones temporales. "Hay pocos sitios en la ciudad donde se pueda disfrutar de arte contempor¨¢neo local. Este es uno de ellos", dice Weil.
Llegamos frente a la playa de San Lorenzo cuando ya se ha nublado el cielo. Aqu¨ª est¨¢ Espacio L¨ªquido (Jovellanos, 3), una galer¨ªa que en su parte baja alberga El Hervidero, lugar de encuentro, trabajo y exposici¨®n de colectivos art¨ªsticos.
Otras galer¨ªas notables son Altamira (Merced, 37) o la librer¨ªa Corni¨®n (Merced, 45), "toda una instituci¨®n", seg¨²n Weil, que, adem¨¢s de ofrecer una amplia selecci¨®n editorial, abre sus puertas al arte. Toma 3 (San Agust¨ªn, 12), una referencia pop, "es un sitio esencial donde encontrar c¨®mics, libros y pel¨ªculas, con una excelente selecci¨®n para alquilar", explica.
La ruta de los artistas
Hubo un tiempo, a mediados de los noventa, en el que Gij¨®n fue el centro neur¨¢lgico de la explosi¨®n del indie, una suerte de Seattle patrio, en el que floreci¨® el llamado Xix¨®n Sound. El bar El Guetu (San Antonio, 11) fue uno de los lugares en los que se coci¨® todo aquello y sigue vinculado a eventos culturales de la ciudad como el Festival Internacional de Cine o Euroyey¨¦. Otro favorito de Weil es el bar Cucurrabucu (San Bernardo, 10), un lugar de variedad de vinos y cocina creativa. Una ¨²ltima parada puede ser el Caf¨¦ Kitsch (Rectorado, s/n), una apacible cafeter¨ªa por las tardes, donde paulatinamente se pasa del jazz a los ritmos electr¨®nicos. "La noche de Gij¨®n es muy animada y hay multitud de sitios donde quedarse hasta m¨¢s tarde", dice Weil. "Pero yo rara vez hago eso", bromea.
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