Buenos d¨ªas, tristeza

A pesar del t¨ªtulo, esto no es un comentario sobre Fran?oise Sagan. Es simplemente una constataci¨®n de c¨®mo est¨¢ Madrid y Espa?a en general. El escritor peruano Santiago Roncagliolo, que conoce muy bien nuestro pa¨ªs, dijo el jueves en este peri¨®dico: "Es la primera vez que veo a la gente en Espa?a con peor humor que en Per¨²". Madrid es el espejo de la naci¨®n. Y en Madrid est¨¢ desapareciendo el buen humor para dar paso a la tristeza, que muchas veces no es tal, sino mala leche, incertidumbre, miedo al hoy y al ma?ana. Hac¨ªa tiempo que no costaba tanto llegar a mediados de mes. Y eso se nota en la calle, en los bares, en los parques, en las tertulias. La cosa est¨¢ bastante mal. Cuando alguien habla con optimismo se le mira como a un extraterrestre, un c¨¢ndido ignorante, un visionario o un c¨ªnico.

La gente camina seria e incluso cabreada. La situaci¨®n econ¨®mica no da para alegr¨ªas. En muchas familias existen verdaderos dramas cuando el paro afecta a sus miembros. La clase media nunca hab¨ªa estado tan agobiada. Pasean y viven con la mirada cargada de desilusi¨®n. Pero "la vida es triste si no la vivimos con una ilusi¨®n", cantaba el grupo argentino Los Chalchaleros en ese precioso tema, Sapo cancionero.

Nos queda el consuelo de empaparnos de los estoicos, de Marco Aurelio, de S¨¦neca, de Epicteto. Al menos nos ayudan a tener la mente y el coraz¨®n sosegados.

Ya estamos hartos de la ¨ªntima cantilena: "Buenas noches, tristeza".