Despu¨¦s del 29-S
Me pregunto si a nuestro Gobierno le gusta el cine, m¨¢s all¨¢ de sus preferencias por los mercados financieros, por los Sicav o por los exonerados del impuesto sobre el patrimonio. Pues bien, si disfruta con el s¨¦ptimo arte yo le recomendar¨ªa que saboreara la intemporal Los lunes al sol, quiz¨¢ as¨ª podr¨ªa tambi¨¦n deleitarse con la verdadera tragedia de un grupo de parados, extrapolable a todo el pa¨ªs, cuyas expectativas se resumen al tedio del bar y a buscarse la vida en empleuchos mal pagados.
Y quiz¨¢ la inteligente obra de F. Le¨®n de Aranoa fuera tambi¨¦n apreciada por aquellos que tachan la huelga del 29-S de "declive del poder sindical" o de "huelga zombi": que si b¨²squeda de legitimidad, que si connivencia con el Gobierno, que si liberados sindicales (por cierto, de los ¨²ltimos de Europa), y todo, porque a estos analistas les parece algo obsoleto eso de defender los derechos de desempleados y dem¨¢s colectivos.
A lo mejor esta y otras sabias pel¨ªculas (en la historia del cine hay muchas) les ayuda a aprehender la idiosincrasia del parado o el sentido de la huelga, y valoran m¨¢s positivamente el porqu¨¦ del 29-S, que se ha originado como el ¨²ltimo gran recurso para protestar ante los desmanes reformistas, ante la p¨¦rdida de derechos nunca regalados por patronal o Estado, negociados por un sindicalismo responsable y que ahora se olvidan. ?Acaso a gobernantes y a periodistas solo les ha gustado la divertida Full Monty?- Jos¨¦ Hern¨¢ndez Rubio. Murcia.
Pasada ya la huelga general, atacan de nuevo los piquetes del dinero, uno de ellos, la agencia Moody's baja la calificaci¨®n de Espa?a para que sus inversiones sobre nuestra deuda les genere m¨¢s beneficio. Rubalcaba no le ha enviado antidisturbios aunque este piquete le cause un perjuicio enorme a trabajadores y empresarios de este pa¨ªs.
Nadie es consciente de la violencia de este piquete, pues es el tipo de violencia de guante blanco que no se ve pero se siente al aplicar los obedientes Gobiernos las pol¨ªticas dictadas por ellos, que recaer¨¢n como un martillo pil¨®n sobre todos nosotros, seamos empresarios o trabajadores, hayamos hecho huelga o no.
Algo ha cambiado de marzo a septiembre en la cabeza de nuestro Gobierno que ha convertido en movible hasta llegar al lado opuesto el programa con el que se present¨® a las elecciones y en inamovible el camino trazado por Rodr¨ªguez Zapatero que coincide al 100% con las siete propuestas para salir de la crisis que hizo Aznar el 30 de marzo, bautizadas por la izquierda pol¨ªtica y sindical como las siete plagas b¨ªblicas.
Antonio Ortiz Ortiz Sevilla
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