Al Bar?a le sobran las porter¨ªas

Al Bar?a le sobran las porter¨ªas del Camp Nou. Ya ha cedido cinco puntos en dos partidos ante adversarios menores, como el H¨¦rcules y ayer el Mallorca, y solo ha podido ganar por la m¨ªnima al Sporting, despu¨¦s de sumar tres goles en contra y dos a favor. Acusa seguramente la resaca del Mundial, se le caen a trozos los internacionales que juegan y echa de menos a los que descansan, v¨ªctima de la ansiedad y falto de punter¨ªa cuando domina los partidos y sorprendentemente destemplado y vulnerable a la que toma un gol, normalmente a la salida de cualquier c¨®rner.

Los azulgrana son un equipo irreconocible como local, muy dif¨ªcil de descifrar por su car¨¢cter camale¨®nico, aspirante a la goleada al inicio y finalmente expuesto a la derrota. Fecundos por naturaleza, se han quedado secos y tiesos. No es nada nuevo. Ya le pas¨® con anterioridad y supo enmendarse con futbolistas diferentes, jugadores rebeldes que no participan del juego monotem¨¢tico y empalagoso, gente que resuelve por su cuenta y riesgo. A?ora tanto las ¨¢reas que cada gol resulta una haza?a y cada concesi¨®n defensiva es penalizada con un remate letal.

Hay, en cualquier caso, una coincidencia en los dos marcadores adversos. No jugaron Xavi ni Busquets, y ayer, adem¨¢s, tampoco se aline¨® Villa. La l¨ªnea media ante el Mallorca remit¨ªa de forma preocupante a la que ya form¨® ante el H¨¦rcules: Iniesta, Mascherano y Keita. A Guardiola le gusta volver sobre sus pasos, ya sea para corregirse o para demostrar que no se equivoca, convencido de que necesita rotar al plantel para afrontar el calendario, extremo que no ha podido llevar a cabo precisamente por haber perdido con el plantel de El Boquer¨®n.

Aunque se sab¨ªa que Xavi hab¨ªa pedido parar y Villa estaba sancionado, sorprendi¨® que tampoco jugara Busquets. La inquietud dur¨® poco porque el Bar?a se despleg¨® con intensidad y rapidez, demasiado ritmo para el Mallorca, desbordado por Abidal y Alves. Los azulgrana alcanzaron posiciones de remate con mucha frecuencia, por la buena llegada de los dos laterales, porque Mascherano quitaba bien, Iniesta gobernaba mejor, Messi desequilibraba como falso ariete y tambi¨¦n porque Bojan quer¨ªa rematar tan seguido como Villa. No hab¨ªa lugar para las dudas.

Ya se sabe de todas maneras que la mayor¨ªa de goles del Bar?a tardan en llegar porque se adorna en las jugadas, no le vale con aprovechar las ocasiones, sino que necesita tocar, combinar, desequilibrar, encarar, precisa que intervengan los once futbolistas y siempre tira al rinc¨®n imposible de la porter¨ªa. As¨ª de elegante fue el gol de Messi: salieron Abidal y Keita con paciencia, se asociaron muy bien Iniesta y Messi, se abri¨® Alves a la banda, tacone¨® Pedro y remat¨® la Pulga desde el balc¨®n del ¨¢rea a la red para celebrar la Bota de Oro. Ni un rechace, ni una p¨¦rdida, ni un mal pase, una acci¨®n limpia de polvo y paja.

La jugada se repiti¨® de manera asidua y si no acab¨® igual fue porque el Bar?a apunta muy mal, se recrea en exceso, no sabe cerrar los partidos y posibilita la reacci¨®n del rival. Al Mallorca le alcanz¨® con dos llegadas para empatar. Vald¨¦s le sac¨® un remate imposible al Chori Castro. A una acci¨®n de mucho m¨¦rito, le sigui¨® un error infantil en el saque de esquina: sac¨® Guzm¨¢n desde el c¨®rner y Nsue cabece¨® ante Piqu¨¦ y Milito. El Mallorca, que no hab¨ªa marcado en cancha ajena, se estrenaba en el partido m¨¢s dif¨ªcil despu¨¦s de sobrevivir a una tunda de f¨²tbol.

El gol dej¨® grogui al Bar?a y levant¨® al Mallorca. El juego azulgrana se ralentiz¨® tanto que un partido que se les presentaba sencillo se convirti¨® en una tarea de titanes y despu¨¦s en un imposible. A los isle?os les bastaba con forzar un c¨®rner de vez en cuando para desestabilizar al Bar?a, excesivamente largo en la cancha, nada fluido, cada vez m¨¢s fatigado. Actu¨® sin naturalizad, forzando la jugada, falto de un revulsivo, porque Thiago incide tanto en las excelencias como en los defectos del Bar?a. Tampoco Nolito fue la soluci¨®n despu¨¦s de un remate al palo de Bojan. La lesi¨®n de Pedro agrav¨® la herida del equipo azulgrana, excesivo en la conducci¨®n y sin velocidad. El conjunto pas¨® de hacerlo todo bien a todo mal, se?al de que funciona como un reloj, incapaz de marcar un gol con el culo, convencido de que solo valen las obras de arte. No hay manera de cerrar un partido en el Camp Nou.