Internet agota las direcciones
El actual protocolo de la Red estar¨¢ al l¨ªmite de su capacidad en un a?o
Las direcciones del actual protocolo de Internet, iPv4, se agotan. ?Cuando? En los ¨²ltimos a?os, los expertos daban fechas muy dispares, pero cada vez hay m¨¢s coincidencia sobre lo inminente del suceso: apenas un a?o. La alternativa para que la Red pueda seguir creciendo es realizar la transici¨®n a iPv6. La diferencia entre uno y otro es abismal. iPv4 usa direcciones de 32 bits y tiene capacidad para generar unos 4.294 millones de direcciones ¨²nicas. El salto a iPv6, donde las direcciones tienen 128 bits, permite disponer de unos 340 sextillones. Pr¨¢cticamente inagotables. Ahora ya coexisten los dos protocolos, pero la transici¨®n es lenta.
Las direcciones son los n¨²meros que identifican a cada dispositivo que se conecta a Internet. Si no se han agotado antes es porque, por ejemplo, una empresa puede tener una ¨²nica direcci¨®n iPv4 p¨²blica y organizar internamente el acceso de sus empleados a Internet a trav¨¦s de direcciones privadas de cuya existencia no se entera la Red. Pero ello implica una traducci¨®n de direcciones (NAT) que dificulta, encarece o incluso impide el desarrollo de nuevas aplicaciones y servicios, e impide la seguridad extremo a extremo, entre otras desventajas.
La alternativa es la transici¨®n a un sistema m¨¢s capaz, el iPv6
Esta lentitud en el despliegue de iPv6 es lo que inquieta a Jordi Palet, director de Consulintel y miembro del comit¨¦ operativo de IPv6 Task Force. Persistente evangelista de este protocolo, lleva 12 a?os advirtiendo de lo que se avecina. Cuando charlamos telef¨®nicamente con ¨¦l, regresaba de Polinesia y estaba a punto de marchar a Colombia. Y siempre con el mismo mensaje en la maleta: urge desplegar iPv6. Seg¨²n Palet, la transici¨®n de un protocolo a otro no es complicada pero exige un cambio de mentalidad. No se trata solo del Internet de las personas sino, tambi¨¦n, del Internet de las cosas. No se puede pensar un planeta con miles de millones de m¨¢quinas, sensores y dispositivos de todo tipo, conectados sin esta transici¨®n. En agosto, seg¨²n IMS Research, se lleg¨® a la cifra de cinco mil millones de m¨¢quinas conectadas a Internet. Son m¨®viles, nuevos equipos electr¨®nicos de ocio y m¨¢quinas conectadas a otras en redes inteligentes que gestionan, por ejemplo, el suministro el¨¦ctrico. "La dom¨®tica no existir¨¢ de verdad sin que cada bombilla pueda estar en la Red".
"La gran mayor¨ªa de los internautas tienen equipos con iPv6 sin saberlo. Los principales sistemas operativos est¨¢n preparados para soportarlo", comenta Palet. El problema es que los proveedores de acceso no lo ofrecen y los directivos de las empresas no lo reclaman. "Si la implantaci¨®n del iPv6 se hubiera hecho de forma gradual no tendr¨ªamos problemas, pero se acerca el final de iPv4 y debemos formar a 20 millones de ingenieros para que gestionen el cambio repentino". Una transici¨®n que no es dif¨ªcil ni cara pero que exige hacerse.
Los hogares deber¨¢n cambiar el router y los proveedores de acceso deber¨¢n configurar sus equipos. "Estos no se dan cuenta de que con iPv6 podr¨¢n ofrecer m¨¢s servicios y facturar m¨¢s".
La Administraci¨®n estadounidense no acepta compras p¨²blicas de servicios o material que no vayan con iPv6. En Espa?a, Administraciones P¨²blicas recomienda que se exija en las compras de las diferentes Administraciones, pero solo es un consejo.
Cuando se entregue la ¨²ltima direcci¨®n de iPv4, ?qu¨¦ pasar¨¢? "No se trata de que vaya a producirse un colapso. Habr¨¢ dos internet distintos porque quienes accedan desde iPv4 no podr¨¢n disfrutar de nueves servicios y aplicaciones m¨¢s complejas, t¨¦cnicamente exigentes de conexiones "extremo a extremo", sin NAT. Quiz¨¢s no podr¨¢n usar la telefon¨ªa por voz IP con alguien al que ya solo le hayan atribuido una direcci¨®n iPv6". Otro problema es la telefon¨ªa celular. En 10 a?os habr¨¢ unos 6.000 millones de tel¨¦fonos m¨®viles y la mayor¨ªa conectados a Internet. "La mayor¨ªa de tel¨¦fonos inteligentes est¨¢n equipados para el nuevo protocolo. Los tel¨¦fonos s¨ª, pero las redes no.
El cuento del lobo
Tantas veces grit¨® el pastor que ven¨ªa el lobo sin ser cierto que cuando entr¨® en el corral nadie le auxili¨®. Algo similar pasa con los augurios sobre el final del iPv4. Los m¨¢s optimistas calculaban hace unos a?os que el final llegar¨ªa pasado el 2020. Si ya entonces se hubiera planificado la transici¨®n en las redes de los proveedores de acceso, estar¨ªamos preparados para la alerta final. Pero a las empresas les costaba ver la urgencia del cambio, y el Internet de hace 10 a?os no ten¨ªa nada que ver con el actual. Un proveedor de Internet, Hurricane, tiene en su web (http://ipv6.he.net/) un contador donde se contabilizan las direcciones otorgadas de iPv4 y los d¨ªas que faltan para agotarlas: 240. La Internet Assigned Number Asociation (IANA) es la organizaci¨®n que entrega las direcciones a los proveedores a nivel mundial. Los ¨²ltimos paquetes de direcciones iPv4 se repartir¨¢n por igual en las cinco regiones en las que se organiza (Latinoam¨¦rica y Caribe; Norteam¨¦rica; ?frica; Asia Pac¨ªfico y Europa y Oriente Medio).
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