La mirada infantil del artista
El Museo Picasso exhibe juguetes hechos por las vanguardias del siglo XX
Salieron de las manos de Picasso, Mir¨®, Giacomo Balla, Oskar Schlemmer, Tauber-Arp, Josef Hoffmann y otros muchos artistas de vanguardia, pero no fueron concebidas como obras aptas de exhibirse en un museo, y muchas de ellas ni tan siquiera con la pretensi¨®n de que fueran duraderas, cuando no de que ni traspasaran nunca las puertas de sus propios hogares. Pero el Museo Picasso M¨¢laga (MPM) las ha reunido en una exposici¨®n "ins¨®lita" y "an¨®mala", seg¨²n calificativos de su director, Jos¨¦ Lebrero. Los juguetes de las vanguardias, que se exhibir¨¢ hasta el 31 de enero de 2011, re¨²ne m¨¢s de 500 piezas entre rompecabezas, mu?ecas, marionetas, juegos, teatrillos, mobiliario, construcciones o libros infantiles, en un conjunto que por toda esa peculiaridad resulta delicioso de contemplar.
M¨¢s all¨¢ de la reflexi¨®n sobre si es arte todo lo que sale de las manos de un artista, el inter¨¦s de la muestra es mostrar la inquietud que los artistas de las vanguardias que bulleron en la primera mitad del XX tuvieron por aproximarse a la infancia y por cambiar los h¨¢bitos pedag¨®gicos para abrirlos a la comprensi¨®n de las corrientes art¨ªsticas. Carlos P¨¦rez, comisario de la muestra, explica que las vanguardias intentaron implantar sus principios est¨¦ticos a la sociedad, y que "arte y pedagog¨ªa, en aquel periodo de entreguerras transcurrieron por trayectos paralelos, padecieron contradicciones semejantes y compartieron el mismo destino".
Un claro ejemplo es la colecci¨®n de libros rusos infantiles que contiene la muestra y que es una reedici¨®n de la colecci¨®n que Blaise Cendrars, exponente del cubismo literario, expuso en Par¨ªs en 1929. En el texto que elabor¨® para presentar El libro de ni?os en la URSS, Cendrars se refiri¨® a la dificultad de la literatura infantil "pues es el cerebro del ni?o el que trabaja".
Junto a este af¨¢n por la did¨¢ctica, el otro gran valor de la exposici¨®n es su fuerte componente intimista. En la muestra abundan los objetos que los artistas elaboraron para sus propios familiares sin otro fin que el de que sirvieran como juegos infantiles. Y donde tambi¨¦n se evidencia esta dificultad del artista por comprender el mundo infantil a la que alud¨ªa Cendrars.
A prop¨®sito de una de la piezas expuestas, un coche de madera pintado por Picasso, cuenta Bernard Picasso, nieto del pintor que preside la fundaci¨®n del museo malague?o, que su abuelo "que no entend¨ªa nada de coches pint¨® el suelo de rombos blancos y negros, como una cocina, y mi padre nunca quiso jugar con un coche que estaba pintado como una cocina".
Entre las piezas de Picasso expuestas hay un caballo que construy¨® con las patas de una mesa de televisi¨®n. Al lado se exhibe una fotograf¨ªa de Bernard montado sobre el caballo de juguete tomada en 1960. Entre las piezas m¨¢s llamativas destacan los impactantes rostros de unos mu?ecos de trapo hechos por Paul Klee para su hija, en uno de los cuales us¨® un enchufe de la luz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.