Cinismo

"Quien gana es el mejor, quien gana se lo merece". No me cabe duda de que esta frase, pronunciada por Zapatero tras la victoria de Tom¨¢s G¨®mez -que me recuerda f¨ªsicamente a Ibarretxe, no s¨¦ por qu¨¦- en las primarias de Madrid, fue dicha con la sana intenci¨®n de reconocer el buen hacer de las militancias, que nunca se equivocan porque la espa?ola cuando vota es que vota de verdad.

A m¨ª, sin embargo -y creo que a muchos- me suena c¨ªnica. Y que aceptemos el cinismo como algo cotidiano y natural es algo que me preocupa. Que el cinismo descienda desde las c¨²pulas del poder, ya sea pol¨ªtico, empresarial o financiero, y que lo admitamos, me parece un ejercicio de masoquismo peor del que supondr¨ªa ver que la mierda nos inunda y no hacer nada para salir de ella. El cinismo es una porquer¨ªa moral. Aunque hay peque?os cinismos que practicamos, y debemos hacerlo, en defensa propia. Otros no lo son. Por ejemplo, encogerse de hombros ante la propuesta del PP para que el toreo sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, e incluso re¨ªrse a liga suelta, me parece un ejercicio de sana liberaci¨®n de endorfinas. Como si Deep Catal¨°nia propusiera lo mismo con los correbous. A descojonarse, oh pueblo soberano.

Pero tomar como propia del presidente y de su forma de actuar esa respuesta, y no indignarse, es un s¨ªntoma de retroceso casi tan alarmante como el hecho de que el propio don Jos¨¦ Luis lleve tanto tiempo enmascarando sus errores con respuestas fabricadas por sus penosos asesores de libertad de expresi¨®n. ?Qu¨¦ le habr¨ªa costado confesar que se equivoc¨®? "Cre¨ª que un traje de chaqueta y un buen complemento de bolso y bisuter¨ªa podr¨ªa competir con el set de Esperanza Aguirre para la Autonosuya. Ahora comprendo que no ten¨ªa raz¨®n. Perdonadme, lo siento".

No caer¨¢ esa breva.