Euskadi 2020-2030: La sostenibilidad financiera del Estado de bienestar
Con este art¨ªculo finalizo la serie de tribunas destinadas a reflexionar sobre algunos de los retos que enfrentamos en el largo plazo, desde el convencimiento de que aquellos pa¨ªses y sociedades que salgan de la crisis con una clara visi¨®n y direcci¨®n estrat¨¦gica partir¨¢n con una importante ventaja competitiva sobre el resto.
El Estado de bienestar es una conquista hist¨®rica de la sociedad europea, una de las principales aportaciones que ha hecho al mundo en el siglo XX, fruto del pacto entre dos grandes corrientes pol¨ªticas europeas de la ¨¦poca -la socialdemocracia y la democracia de inspiraci¨®n cristiana-. El modelo europeo es una valiosa conquista que es preciso preservar. Para ello es imprescindible reformarlo, actualizarlo, so pena de hacerlo financieramente inviable, arrastrando a la econom¨ªa europea a una penosa decadencia.
Asegurar la sostenibilidad financiera del Estado de bienestar, un reto colosal
Sin reformas es imposible que se mantenga el nivel actual de bienestar social
Asegurar la sostenibilidad financiera del Estado de bienestar supone un reto colosal. El envejecimiento de la poblaci¨®n es un fen¨®meno estructural en las sociedades econ¨®micamente desarrolladas y su impacto en tres de las cuatro vigas maestras del Estado de bienestar -pensiones, sanidad y pol¨ªticas sociales- muy poderoso.
El envejecimiento de la poblaci¨®n es el resultado de dos procesos positivos. En primer lugar, el que la maternidad sea hoy d¨ªa una decisi¨®n libremente asumida y no sobrevenida, como ocurr¨ªa en el pasado. En las sociedades econ¨®micamente desarrolladas esa libertad de decisi¨®n se ha traducido en niveles de natalidad mucho m¨¢s reducidos que anta?o -en nuestro caso la tasa es de 1,4 hijos por mujer-, reflejando en ¨²ltima instancia el universo de prioridades de la mujer. En segundo lugar, el importante aumento de la esperanza de vida como resultado de los avances sanitarios y de bienestar que se han producido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El envejecimiento no es, por tanto, un problema, sino el resultado natural de unos logros sociales.
Es preciso gestionar, no obstante, las consecuencias derivadas de la asignaci¨®n de prestaciones econ¨®micas, sociales y sanitarias a los grupos sociales que se configuran en ese proceso de cambio demogr¨¢fico. Cuando en los a?os cincuenta del siglo pasado se sentaron en la Alemania de Konrad Adenauer las bases del contrato intergeneracional por el que las personas laboralmente activas asum¨ªan el compromiso de financiar pensiones dignas a las retiradas , sabiendo que luego las siguientes generaciones financiar¨ªan las suyas, la esperanza de vida de una persona al salir del mercado laboral era de apenas cinco a?os, mientras que hoy d¨ªa es casi de 20.
En el Pa¨ªs Vasco, la relaci¨®n de dependencia demogr¨¢fica en el a?o 2006 era de 47 dependientes (incluye menores de 16 a?os y personas mayores de 65) por cada 100 activos potenciales. En el a?o 2020 ser¨¢ de 59.
El mayor incremento en esa relaci¨®n se deber¨¢ al aumento de la presencia de las personas mayores. As¨ª, mientras que en 2006 hab¨ªa 27 personas mayores de 65 a?os por cada 100 potencialmente activos, en el a?o 2020 ser¨¢n 36. Incluso con una tasa de empleo del 75% como propone la Uni¨®n Europea, a partir de 2020 resultar¨¢ cada vez m¨¢s dif¨ªcil alcanzar una ratio de dos activos por cada persona pasiva, considerada razonable para la sostenibilidad del sistema.
Una de las reformas para fortalecer la viabilidad del modelo se refiere a la edad legal de jubilaci¨®n. En el horizonte 2020, es razonable que, excepto para algunas profesiones, como sugiere la Uni¨®n Europea se sit¨²e en los 70 a?os. Otra reforma sensata es relacionar la cuant¨ªa de la pensi¨®n con las contribuciones realizadas en la totalidad de la vida laboral y no s¨®lo con una parte de ella. Y, por supuesto, suprimir las pol¨ªticas que favorecen las jubilaciones anticipadas.
El coste del sistema de salud, especialmente el relacionado con el tratamiento de las enfermedades cr¨®nicas, ha crecido de manera muy importante en los ¨²ltimos a?os. En 2010, el tratamiento de un enfermo cr¨®nico en el sistema p¨²blico vasco asciende, seg¨²n datos del Departamento de Sanidad, a 6.000 euros/persona/a?o. Dado que existe una correlaci¨®n natural entre el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades de car¨¢cter cr¨®nico, la presi¨®n financiera sobre el sistema de bienestar ser¨¢ mayor en el futuro. Los responsables de Sanidad del Gobierno vasco consideran que en 2020 el 70% de los jubilados tendr¨¢n una o m¨¢s enfermedades cr¨®nicas. En consecuencia, en el futuro se va a necesitar m¨¢s personal sanitario, espacios especializados y presupuesto p¨²blico para atender la creciente demanda.
Finalmente, la demanda de servicios sociales es claramente creciente. Con la nueva normativa de derechos sociales -Ley 39/2006 de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y Atenci¨®n a las Personas en Situaci¨®n de Dependencia, aprobada por las Cortes; Ley 12/2008 de servicios sociales y Ley 18/2008 para la Garant¨ªa de Ingresos y para la Inclusi¨®n Social, aprobadas por el Parlamento vasco- las ayudas t¨¦cnicas, la ayuda a domicilio, la teleasistencia o las plazas residenciales han pasado a ser un derecho subjetivo de las personas dependientes, exigible ante las Administraciones p¨²blicas, por lo que ¨¦stas han de contar con los recursos presupuestarios adecuados. Dada la evoluci¨®n demogr¨¢fica prevista, las necesidades sociales relacionadas con la atenci¨®n a la poblaci¨®n de mayor edad van a aumentar de manera muy importante y con ellas el gasto correspondiente.
En conclusi¨®n, la convergencia en las dos pr¨®ximas d¨¦cadas del envejecimiento de la poblaci¨®n con su incidencia en el sistema de pensiones, el incremento en el gasto sanitario debido a las mayores necesidades de salud de una poblaci¨®n m¨¢s envejecida y unas necesidades sociales crecientes confronta a nuestro pa¨ªs con el reto del sostenimiento financiero del Estado de bienestar.
Se impone, en consecuencia, una pedagog¨ªa adecuada para asumir socialmente que los par¨¢metros que han servido en el pasado, si no se reforman en el futuro pr¨®ximo conducir¨¢n a una situaci¨®n financieramente inviable. Es imprescindible avanzar hacia su actualizaci¨®n y modernizaci¨®n para que pueda sobrevivir como modelo de organizaci¨®n viable. De no acometerse las oportunas reformas no se podr¨¢ sostener el nivel de bienestar social que tenemos en la actualidad. Mucho menos su ampliaci¨®n y desarrollo a nuevas necesidades tales como la atenci¨®n integral a la dependencia.
Antxon Olabe es economista y socio de Naider
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.