Cuando Rajoy habla
La figura medi¨¢tica de Mariano Rajoy ha sido tallada en base a sus silencios. De ¨¦l se dice que es la cara moderada del PP, sin que conste otra forma de moderaci¨®n que su tendencia a desaparecer. Sin embargo, si nos guiamos por las ocasiones en las que habla, no hay ninguna raz¨®n para identificarle como la versi¨®n amable del PP. M¨¢s bien todo lo contrario. Rajoy, que dif¨ªcilmente acumula m¨¢s de dos tareas a la vez, est¨¢ centrado en las elecciones catalanas, decidido a utilizarlas como un ensayo para las convocatorias siguientes. Y de momento no ha hecho m¨¢s que a?adir nuevas anotaciones a su agenda de la infamia, aquella en la que est¨¢ escrito el inmoral uso del terrorismo que hizo en la legislatura anterior.
?Qu¨¦ dicen estas nuevas anotaciones? Que Rajoy est¨¢ por la discriminaci¨®n de los gitanos y que Rajoy se apunta al sadismo pol¨ªtico ordinario contra los inmigrantes. A Rajoy no le bast¨®, como al presidente del Gobierno, apoyar a Sarkozy en sus tareas de limpieza ¨¦tnica. Dio luz verde para que Alicia S¨¢nchez Camacho jugara a aprendiz de pir¨®mana, buscando gitanos desesperadamente por un barrio de Santa Coloma, en compa?¨ªa de una correligionaria de Sarkozy. Es sorprendente que una mujer se apunte a un ejercicio tan t¨ªpico del peor de los machismos como la caza y captura del paria. Pero en pol¨ªtica ocurre con el voto lo mismo que con el dinero en la econom¨ªa, se da por supuesto que para obtenerlo vale todo, es decir, que rige la suspensi¨®n de cualquier juicio moral.
Rajoy y S¨¢nchez Camacho han dado una vuelta de tuerca m¨¢s a su sa?a apunt¨¢ndose a la l¨ªnea abierta por el Ayuntamiento de Vic de acabar con el ¨²nico espacio de reconocimiento que les quedaba a los inmigrantes ilegales: el padr¨®n municipal. Rajoy quiere que la inscripci¨®n llegue a la polic¨ªa, sin mediar mandato judicial -como exige la ley-, para que los ilegales tengan que convertirse directamente en clandestinos. Es decir, en sin papeles: personas humanas que no cuentan, no existen.
La v¨ªa del padr¨®n municipal ha jugado un papel important¨ªsimo para que este pa¨ªs pueda vivir una crisis, despu¨¦s del gran boom de la inmigraci¨®n, sin conflictos de gravedad. Gracias al padr¨®n, los inmigrantes ilegales han obtenido unos derechos m¨ªnimos, que han contribuido a hacer sostenible una situaci¨®n que muchas veces era l¨ªmite. Pero a Rajoy parecen importarle poco los efectos que esto tenga sobre las personas, lo ¨²nico que le interesa es arrancar alg¨²n voto del sadismo ordinario o del miedo de determinados sectores sociales. Da igual que la medida pueda tener efecto sobre la inseguridad ciudadana. Rajoy dir¨¢ que es culpa del Gobierno y a la derecha siempre le va bien que aumente la criminalidad para poder exhibir discurso de mano dura. Queda claro que cuando Rajoy rompe sus silencios no aparece el personaje bonach¨®n y tolerante del que hablan sus ex¨¦getas sino la derecha espa?ola pura y dura.
Figuraba en el haber de Rajoy una actitud prudente y moderada en materia de inmigraci¨®n. Y puede decirse que, a pesar de alg¨²n episodio concreto, as¨ª se mantuvo en la campa?a electoral de 2008. ?Por qu¨¦ ha decidido ahora ensayar en Catalu?a propuestas pol¨ªticas en inmigraci¨®n que cruzan todas las l¨ªneas rojas? ?Por qu¨¦ opta ahora por la demagogia cobarde contra los que ni siquiera pueden castigarle con el voto porque no tienen derecho a ejercerlo? Lo cierto es que Rajoy retoma los acentos de Aznar con la inmigraci¨®n. Y que hay en el PP quien piensa que fue el conflicto del Ejido el que le empuj¨® a la mayor¨ªa absoluta. No olvidemos tampoco que su mentor fue pionero en la deportaci¨®n de inmigrantes, antes incluso que Berlusconi. De modo que los espejismos del silencio de Rajoy solo esconden a un representante del PP de siempre, que a la hora de vender la mercanc¨ªa retoma los peores acentos de su tradici¨®n.
Queda por ver el efecto campo: si las propuestas del PP catal¨¢n arrastran a algunos de los otros partidos que participan en las elecciones. En cualquier caso, un pol¨ªtico que cruza esta l¨ªnea roja est¨¢ deslegitimado para hablar de regeneraci¨®n democr¨¢tica. La democracia empieza por el reconocimiento a todas las personas, incluso las que no tienen derecho a voto. Algunos economistas hablan de que en un futuro pr¨®ximo, con los cambios en los equilibrios econ¨®micos mundiales, Espa?a puede volver a ser pa¨ªs de emigraci¨®n. ?El PP aceptar¨¢ que los emigrantes espa?oles reciban el mismo trato que ¨¦l propone para los inmigrantes ilegales? No hay peor pol¨ªtica que el oportunismo.
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