Un portavoz sin pelos en la lengua
La cara de los promotores durante tres d¨¦cadas se jubila
Benjam¨ªn Mu?oz (Valencia, 1946) ha sido portavoz de los promotores durante tres d¨¦cadas y nunca ha tenido pelos en la lengua. El secretario general de la Asociaci¨®n de Promotores de Valencia durante los ¨²ltimos 30 a?os se jubil¨® la semana pasada consciente de haber generado "muchas antipat¨ªas" a lo largo de su vida profesional entre "pol¨ªticos y empresarios porque es dif¨ªcil mantener la independencia en una actividad como el urbanismo tan imbricada con la vida pol¨ªtica". Pero deja el cargo satisfecho porque "la asociaci¨®n es respetada".
Abogado y economista por la Universidad de Deusto, Benjam¨ªn Mu?oz procede de una familia liberal que fund¨® la empresa Zumos Vida. En su juventud lleg¨® a tener veleidades pol¨ªticas junto a su primo Joaqu¨ªn Mu?oz Peirats, al que lleg¨® a acompa?ar a alguna reuni¨®n de la Taula de Forces Pol¨ªtiques y Sindicals que agrupaba a varias organizaciones antifranquistas. Hasta que en 1981 se vincul¨® a la Asociaci¨®n de Promotores de Valencia.
Las relaciones de los promotores con Rafael Blasco fueron magn¨ªficas
Mu?oz se queja de Gonz¨¢lez Pons: "Las reglas no se cambian a mitad del partido"
Desde entonces, en los buenos y en los malos tiempos, ha librado batallas a favor de los promotores en todos los terrenos. La ley socialista de 1994 que instituy¨® el agente urbanizador en la Comunidad Valenciana abri¨® una etapa dorada para los promotores que se acrecent¨® con la llegada al poder de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en 1996 y su ley del suelo, que declaraba urbanizable todo el territorio nacional que no estuviera protegido. La ley auton¨®mica segu¨ªa vigente, pero el Consell que presid¨ªa Eduardo Zaplana nunca se preocup¨® de desarrollar un reglamento que acotara la figura del agente urbanizador. La norma atribu¨ªa el poder de decisi¨®n a los ayuntamientos. El ambiente era perfecto. Mu?oz declaraba abiertamente que el litoral valenciano deb¨ªa convertirse en "la California de Europa".
Vinieron aquellos a?os en los que "la vivienda se despachaba", como la fruta en el mercado, al peso. El crecimiento en la producci¨®n de vivienda en la Comunidad Valenciana parec¨ªa imparable. Entre 1998 y 2002 los promotores inmobiliarios presum¨ªan con raz¨®n de haber generado m¨¢s empleo que ning¨²n otro sector. La fabricaci¨®n de viviendas representaba un 15% del PIB regional.
La cosa sigui¨® creciendo. Ya en 2005, Mu?oz alert¨®: "Ya no se despacha, ahora hay que vender". Pero ni los fabricantes ni las entidades financieras supieron renunciar a tiempo. Los precios de la vivienda en la ciudad de Valencia crecieron un 250% entre 2001 y 2006. El plan general se hab¨ªa agotado, la ciudad estaba "colmatada".
Parec¨ªan tiempos felices, pero Mu?oz segu¨ªa despertando antipat¨ªas tanto en Bruselas como en Valencia. Las relaciones de los promotores inmobiliarios fueron magn¨ªficas con el consejero Rafael Blasco, y abruptamente terribles con su sucesor en el cargo, Esteban Gonz¨¢lez Pons. "No se pueden cambiar las reglas de juego a mitad de partido". Mu?oz pag¨® el desgaste.
Y lleg¨® la crisis. "Estamos perplejos", dec¨ªa sin ambages, "el cr¨¦dito se repart¨ªa en barra libre y ahora se cierra el grifo totalmente". Carg¨® sin contemplaciones contra el Gobierno central por no mover un dedo para paliar el par¨®n de actividad del sector. Y contra el responsable auton¨®mico de Vivienda: "A Juan Cotino s¨®lo le interesa el agua".
En el ¨¢mbito dom¨¦stico logr¨® que varios j¨®venes se incorporar¨¢n a la junta rectora de la asociaci¨®n de promotores, muchos de ellos de la segunda generaci¨®n de los Ballester, Miguel y otros. "La labor ya est¨¢ hecha, hay relevo", comenta ahora.
Asegura que no tiene ninguna intenci¨®n de volver a dar la cara, pero desliza: "No desaparezco, sigo viviendo en Valencia...".
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