La divisi¨®n de flamencos y valones alarga la crisis belga

B¨¦lgica volvi¨® ayer a sentir v¨¦rtigo pol¨ªtico cuando los partidos flamencos asintieron a la ¨²ltima propuesta del secesionista flamenco Bart de Wever a los partidos franc¨®fonos como programa de acci¨®n com¨²n en un hipot¨¦tico Gobierno de coalici¨®n. "Es como si los franc¨®fonos no tuvieran importancia", resumi¨® Elio di Rupo, l¨ªder del partido socialista, el m¨¢s votado en el sur del pa¨ªs. Transcurridos m¨¢s de cuatro meses de las elecciones de junio, una nueva consulta no servir¨ªa para ofrecer otra relaci¨®n de fuerzas, seg¨²n los sondeos.

Las ideas de De Wever para el futuro de B¨¦lgica quedan recogidas en medio centenar de p¨¢ginas que trazan una compleja migraci¨®n de responsabilidades (y fondos) del Gobierno federal a las regiones. El plan no es f¨¢cilmente comprensible por el ciudadano, que se queda con una frase: "De Wever ha presentado el 80% del programa de la N-VA de una tacada". La separatista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) fue el partido belga m¨¢s votado en las elecciones del pasado mes de junio.

Entre la bater¨ªa de medidas incluidas en el programa, De Wever propone que las regiones sean responsables de la pol¨ªtica de empleo, que reciban el 45% del impuesto sobre la renta de sus habitantes y que se divida definidamente la conflictiva circunscripci¨®n electoral de Bruselas-Hal-Vilvoorde, donde todav¨ªa sobrevive la excepci¨®n cultural (convivencia entre neerland¨®fonos y franc¨®fonos) que no es constitucional en Flandes ni en Valonia.