Papeleras y 17 gestores de residuos ya calculan sus emisiones contaminantes

La huella de carbono es una expresi¨®n todav¨ªa incomprensible para la mayor¨ªa de ciudadanos, pero que est¨¢ totalmente asumido por las empresas vascas. La contabilizaci¨®n de las emisiones contaminantes (la definici¨®n de la huella de carbono) se halla pendiente a¨²n de un instrumento que la regule, pero ya ha sido calculada por algunos sectores. En concreto, 17 empresas gestoras de residuos asociadas a Aclima (el cl¨²ster del medio ambiente) y las papeleras vascas tienen datos de lo que emiten tanto por efecto directo o indirecto. Una de las m¨¢s avanzadas, seg¨²n los datos difundidos ayer, es la multinacional Abengoa, que, adem¨¢s de controlar su actividad directa, ha obligado a m¨¢s de 14.000 de sus proveedores a comunicarle datos sobre las emisiones que generan.

Abengoa obliga a 14.000 proveedores a darle datos de sus emisiones

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Responsables de Aclima explicaron en un encuentro informativo en Bilbao, que la huella de carbono ser¨¢ en poco tiempo un requisito obligatorio para las empresas, como ocurre con los certificados de calidad o medioambientales, las conocidas como normas ISO. De hecho, para el pr¨®ximo a?o se espera contar con la ISO 14067 que regule la huella de carbono.

Sin ning¨²n instrumento que unifique los datos, las empresas no los difunden y los utilizan como sistema de gesti¨®n interna. "Prefieren guardarse la informaci¨®n por miedo a difundirla. No saben cu¨¢l es el m¨¦todo que puede utilizar la competencia", apuntan dirigentes de Aclima. Por ello es fundamental una norma estandarizada que permita las comparaciones. "Las empresas m¨¢s grandes ya est¨¢n trabajando en sus huellas y, cuando est¨¦ la ISO, ser¨¢n las tractoras para el resto", como sucedi¨® con los certificados de calidad y medioambientales.

Este control sobre las emisiones contaminantes se ha convertido, especialmente para las firmas exportadoras, en un requisito que deben cumplir hoy d¨ªa. "Una pyme guipuzcoana que se dedica a fabricar envases para huevos nos llam¨® porque su cliente en el Reino Unido le obligaba a dar datos sobre la huella de carbono", explican responsables de Aclima. Agregan que las emisiones generadas suponen una informaci¨®n "m¨¢s que le das a tu cliente. El hecho de hacerla es decir a la sociedad que controlo mis emisiones".

Por ello, Aclima asegura que estos datos de las emisiones contaminantes pueden conceder "una ventaja competitiva" a muchas empresas. "Puede hacer que el proyecto de una empresa tenga ventaja frente a otras de fuera de la Uni¨®n Europea. Muchas de las empresas ya lo utilizan de manera competitiva".

El c¨¢lculo de esta huella requiere de un trabajo de entre seis meses y un a?o, ya que, adem¨¢s de las emisiones directas por la actividad productiva, se deben medir las indirectas, como el transporte que han usado sus empleados para llegar a su oficina o f¨¢brica o la generaci¨®n de electricidad en sus instalaciones.

Esta huella de carbono no resulta exclusiva de la industria, ya que el CO2 (la principal de las emisiones de gases de efecto invernadero) es generado por la actividad humana y se calcula que cada ciudadano provoca 10 toneladas al a?o. Por ejemplo, el transporte de un producto genera 0,0002 kilos de CO2 por cada kil¨®metro recorrido si viaja en barco; 0,069 en tren, 0,11 si es llevado en un cami¨®n y hasta dos kilogramos si el transporte es a¨¦reo. Aclima considera un primer paso la inclusi¨®n de un registro voluntario de emisiones contaminantes en la ley vasca de Cambio Clim¨¢tico que est¨¢ preparando el Gobierno.