Flagrante contradicci¨®n
Seg¨²n la Constituci¨®n Espa?ola, "ninguna confesi¨®n tendr¨¢ car¨¢cter estatal" (art¨ªculo 16.3) y "nadie podr¨¢ ser obligado a declarar sobre su ideolog¨ªa, religi¨®n o creencias" (art¨ªculo 16.2).
Considero, pues, en primer lugar, que en la toma de posesi¨®n que hacen los ministros del Gobierno ante el Rey no deben figurar ni la Biblia, ni el crucifijo, ni s¨ªmbolo religioso alguno. En segundo t¨¦rmino, que al tener que optar los ministros por la f¨®rmula de juramento o de promesa, de forma impl¨ªcita, se ven obligados a declarar sobre su religi¨®n o creencias, lo cual tambi¨¦n se contradice con la Constituci¨®n.
Creo que, tanto la f¨®rmula establecida para tan relevante acto institucional del Estado como la presencia de la Biblia y el crucifijo son reminiscencias del nacionalcatolicismo de la dictadura franquista y, por ende, entran en flagrante contradicci¨®n con un Estado aconfesional.
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