"Aqu¨ª no hay emociones de contrachapado"
Hay pocas experiencias musicalmente m¨¢s sobrecogedoras que ver a Sonny Rollins a punto de atacar uno de sus solos, cogiendo aire como esos exploradores que cierran los ojos y agarran un machete para abrirse camino en la selva. Coloso del saxof¨®n, ¨²ltimo hombre de jazz sobre la tierra y encarnaci¨®n de todas las mitolog¨ªas del g¨¦nero m¨¢s solipsista, acaba de cumplir 80 a?os y anda celebr¨¢ndolo por medio mundo (lo cual incluye Barcelona el mi¨¦rcoles) de la ¨²nica forma que sabe: tocando las mismas canciones de siempre con m¨¢s o menos la misma gente de siempre.
Pocas veces una premisa tan aparentemente carente de emoci¨®n proporcion¨® tanta. Se demostr¨® recientemente en su concierto de Nueva York. Poco antes las puertas del Beacon Theater bull¨ªan de aficionados para los que escuchar ese saxo frondoso e importante parec¨ªa una forma de estar en el mundo. Al d¨ªa siguiente, los peri¨®dicos confirmaron que aquella velada fue hist¨®rica.
El legendario solista act¨²a el mi¨¦rcoles en Barcelona
"La m¨²sica es algo que me hace olvidar que tengo que sobrevivir"
"En el puente de Williamsburg tocaba para oficinistas que volv¨ªan derrotados"
"Acabo de cumplir 80 a?os, empiezo a dejar de sentirme ignorante"
Aunque con este tipo nunca se sabe, respondi¨® al tel¨¦fono el viernes desde su casa en el campo del Estado de Nueva York. No practica 10 horas al d¨ªa como sol¨ªa, aunque el mundo sigue deteni¨¦ndose cuando sopla por esa boquilla.
Pregunta. ?Dir¨ªa que tocar el saxof¨®n es su emoci¨®n favorita?
Respuesta. No hay nada de lo que est¨¦ m¨¢s seguro. Y cr¨¦ame, lo s¨¦ hace nada menos que 72 a?os. Ten¨ªa ocho cuando vi un saxo por primera vez y sigo tocando con la misma pasi¨®n y el mismo entusiasmo. El d¨ªa que acert¨¦ dos notas seguidas tuve claro que hab¨ªa nacido para esto.
P. ?Qu¨¦ sinti¨® al ver por primera vez uno de esos trozos de metal dorado?
R. Era de un amigo de mi madre. Lo ten¨ªa bajo la cama. Entonces las cosas importantes se guardaban bajo la cama. Era un saxof¨®n precioso, metido en una caja de terciopelo. Hab¨ªa visto instrumentos en fotograf¨ªas centelleantes sobre la chimenea de las casas de los amigos de mis padres. Pero la emoci¨®n real lo super¨® todo.
P. ?Siempre supo que tocar¨ªa el tenor?
R. Empec¨¦ con el alto, luego escuch¨¦ a Coleman Hawkins y se acab¨® la discusi¨®n. Ca¨ª rendido a aquel sonido tan profundo, intrincado y colorido.
P. Por cierto, ?feliz 80 cumplea?os, se?or Rollins!
R. Muchas gracias, hijo.
P. ?Crey¨® que llegar¨ªa a los ochenta o se preve¨ªa un m¨¢rtir de la juventud como el resto de los chicos con ¨ªnfulas?
R. En mi ¨¦poca tener 80 a?os sonaba a tener 120. Pero creo que toco mejor que cuando ten¨ªa 40.
P. ?Se las apa?a para vivir solo?
R. Soy viudo [su mujer, compa?era de toda una vida, muri¨® en 2006]. Friego los platos, voy a la compra... No barro todos los d¨ªas, pero conservo la casa limpia, creo que ella estar¨ªa orgullosa.
P. ?Qu¨¦ problema tuvo siempre con el piano? Lo elimin¨® de su ecuaci¨®n en 1957, en sus legendarias sesiones en el Village Vanguard.
R. El piano es demasiado determinante arm¨®nicamente. Me gusta saber hacia d¨®nde se dirige la m¨²sica y conducirla yo.
P. Tommy Flannagan, quien, entre otras muchas cualidades, sab¨ªa acompa?arlo como probablemente ning¨²n pianista, muri¨® recientemente. ?C¨®mo se enfrent¨® a ese tozudo hecho?
R. Lo echo de menos, realmente de menos. Escrib¨ª una canci¨®n titulada Te recuerdo, Tommy, quiz¨¢ la toque en Barcelona.
P. ?Se acostumbra uno con la edad a la regularidad con la que la muerte se presenta?
R. No creo en la muerte como algo malo. He compartido escenario con Monk, con Coltrane, con Miles... todos han muerto. Es el modo en el que funcionan las cosas, no merece la pena darle m¨¢s vueltas.
P. ?Sinti¨® en alg¨²n momento que compet¨ªa con alguno de sus pares?
R. La gente dec¨ªa 'Sonny est¨¢ tocando mejor que Coltrane' y cosas as¨ª. Luego te haces mayor y te das cuenta de que solo un est¨²pido de remate deja de escuchar a Johnny Hodges al descubrir a Charlie Parker. Es una cuesti¨®n de madurez, el ¨²nico ant¨ªdoto contra la tonter¨ªa. Esto no es pop, hijo, esto es jazz, es m¨²sica de verdad, no hay emociones de contrachapado, las cosas suceden, la gente se hace da?o, r¨ªe y llora todo el rato.
P. ?Considera el jazz una m¨²sica culta?
R. Hay quien ve mi arte como algo complicado, a m¨ª me resulta sencillo. Es dif¨ªcil poner la m¨²sica en palabras, pero yo la describir¨ªa con una escena. Tengo 10 a?os, estoy practicando en casa, es domingo, el resto de los chicos juegan en la calle, roban en las tiendas... Llevo 10 horas en un rapto de conciencia. Toco y toco. Llega mi madre y dice: 'Sonny, cari?o, es la hora de cenar, as¨ª que haz el favor'. Eso es la m¨²sica para m¨ª, algo que me hace olvidar que tengo que alimentarme para sobrevivir.
P. ?A?ora los viejos tiempos, cuando las cosas importantes se guardaban bajo la cama?
R. En absoluto. Toco mejor que en los sesenta. Mejor que el a?o pasado.
P. ?Podr¨ªa su m¨²sica ser de otra parte que de Nueva York?
R. Nac¨ª en Harlem, pero creo que la m¨²sica es universal. Recuerdo el 11 de septiembre, viv¨ªa cerca de all¨ª. Me doli¨® perder mis libros, mis discos o ese piano que tanto le gustaba tocar a Thelonious Monk. Pero solo eran cosas. Sucedi¨® por las razones que fuesen y no me puedo quejar, estoy vivo.
P. Su ¨²ltima actuaci¨®n en Nueva York ha adquirido ya la categor¨ªa de hist¨®rica.
R. Fue una noche genial, pero no estuve a la altura. El perfeccionismo es la madre de todas las fuentes de insatisfacci¨®n... Los Virgo somos as¨ª. No quiero llegar a la meta, me conformo con el camino. Si no creyese que puedo ser mejor cada d¨ªa, ?para qu¨¦ demonios iba a despertarme?
P. Usted es ese c¨¦lebre saxofonista que se retir¨® en 1959, en el pico de su carrera, porque se estaba defraudando a s¨ª mismo.
R. Fue la mejor decisi¨®n de mi vida. Llevo a gala escuchar a mi voz interior. Esa voz no estaba afinada.
P. Y de todos los puentes de Nueva York, ?por qu¨¦ escogi¨® el de Williamsburg para practicar sin que nadie lo viese?
R. Estaba cerca de casa. Sub¨ªa al puente y tocaba y tocaba para los oficinistas que volv¨ªan de Manhattan derrotados, frustrados y borrachos despu¨¦s de unas copas al salir del trabajo.
P. Pasar¨ªa fr¨ªo...
R. Cuando hac¨ªa fr¨ªo de verdad, bajaba a una licorer¨ªa de chinos del Lower East Side y me sub¨ªa una botella de brandy... Los oficinistas, el brandy, el rumor del r¨ªo... ?Qu¨¦ m¨¢s pod¨ªa pedirse en este mundo? Por lo que a m¨ª respectaba, absolutamente nada.
P. Si volviera a nacer, ?cambiar¨ªa algo?
R. ?Claro! He cometido un mont¨®n de estupideces. Pero, ?sabe qu¨¦? Acabo de cumplir 80 a?os y estoy empezando a dejar de sentirme ignorante.
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