El empuje del Tea Party entrega a los republicanos el control del Congreso

Cerraron los colegios electorales en Kentucky y en pocos minutos el Partido Republicano colocaba anoche a su primer hombre en el Capitolio de Washington. Rand Paul, bajo la etiqueta del Partido Republicano en las papeletas pero con los ideales ultraconservadores del Tea Party en su agenda pol¨ªtica, se convert¨ªa as¨ª en Senador de Estados Unidos. A Paul le sigui¨® Dan Coats, por Indiana, y Jim De Mint, por Carolina del Sur. La victoria de Marco Rubio en Florida, otro ariete del Tea Party, se confirmaba pasadas las ocho de la tarde (la una de la madrugada en Espa?a).

Poco importaba ya que el hurac¨¢n acabase siendo de categor¨ªa 5, si se produc¨ªa un tsunami o si el fen¨®meno quedaba para las hemerotecas como simple tormenta. Pasara lo que pasara, el movimiento del Tea Party ya hab¨ªa ganado las elecciones y mandaba a Paul, quiz¨¢ uno de sus hombres m¨¢s fuertes, a Washington.

"Hay un repudio claro del gasto y del d¨¦ficit", dice un l¨ªder del movimiento

Nada m¨¢s comenzar la ma?ana, uno de los l¨ªderes del movimiento extremista auguraba una holgada victoria. El presidente de FreedomWorks, Matt Kibbe, predec¨ªa que al menos 70 nuevos legisladores y 10 senadores llegar¨ªan al Capitolio de Washington como consecuencia de la corriente ultraconservadora que ha tambaleado -que no desestabilizado- los cimientos del Partido Republicano y con quien ahora se ver¨¢ forzado a trabajar.

En la capital no oficial del Tea Party, Frankfort, Estado de Kentucky, los seguidores del ya senador Rand Paul celebraban a lo grande una anunciada victoria sobre su contrincante, Jack Conway. Lo mismo suced¨ªa en Miami, donde la estrella emergente del Tea Party en Florida, Marco Rubio, desbanc¨® en las primarias al consolidado republicano y ex Gobernador Charlie Crist -que concurri¨® a los comicios como independiente-. Los resultados de Kentucky y Florida eran los primeros en llegar en una noche que se vaticinaba victoriosa para los autoproclamados patriotas herederos del mot¨ªn del t¨¦ de Boston de 1773 que fue el pistoletazo de salida de la guerra de Independencia estadounidense.

"De alguna manera ya hemos ganado", insist¨ªa Kibbe. "Desde el momento en que hemos definido los temas que han sido importantes en la campa?a en esta elecci¨®n, nos podemos declarar victoriosos". Eso es innegable: Que el empuje populista del Tea Party ha forzado al Partido Republicano a virar hacia posiciones m¨¢s radicales y que el Congreso que gobernar¨¢ a partir de enero ser¨¢ uno de los m¨¢s conservadores de la historia del pa¨ªs.

"Lo que ha sucedido es un claro repudio de la reforma sanitaria de Obama, un repudio de los altos impuestos y un repudio del gasto y el d¨¦ficit", explica el presidente de FreedomWorks, uno de los grupos que forman la pl¨¦yade de asociaciones -algunas tan diminutas que s¨®lo cuentan con un miembro- que es el Tea Party.

"El pueblo americano est¨¢ preparado para hablar alto y claro", declaraba ayer Mark Meckler, fundador del Tea Party Patriots de Sacramento, uno de las primeras iniciativas que desembocaron en la actual corriente pol¨ªtica sin l¨ªder definido.

No todo son alegr¨ªas. El Tea Party ha sido el causante de que los republicanos hayan perdido en el Estado de Delaware lo que hubiese sido un esca?o seguro en el Senado de no irrumpir en la escena la inconsistente ultraconservadora Christine O?Donnell, quien derrot¨® en las primarias al republicano Mike Castle. Finalmente, la candidata del Tea Party perdi¨® frente al dem¨®crata Christopher Coons, quien ocupar¨¢ el esca?o que dej¨® vacante el dem¨®crata Joe Biden al ser nombrado vicepresidente.

El Tea Party Express, que ha cruzado el pa¨ªs propagando su mensaje cuasi racista -por mucho que insistan en lo contrario- y de llamada al miedo, planeaba anoche aguarle la fiesta a Harry Reid. De hecho, alquilaron el mismo hotel donde Reid planeaba celebrar su eventual victoria. Reid es la bestia parda del movimiento y veterano senador dem¨®crata a quien las encuestas le daban una m¨ªnima ventaja sobre Sharron Angle, la elegida por el partido del t¨¦ para acceder al senado por Nevada. Angle quiere copiar en ese Estado la pol¨¦mica ley antiinmigraci¨®n suspendida, de momento, en Arizona por decisi¨®n judicial.