Una tasa de paro cercana al 10% pasa factura a los dem¨®cratas

Los estadounidenses dicen que hay dos cosas ciertas en la vida: la muerte y los impuestos. Y fue precisamente el futuro de la pol¨ªtica fiscal uno de los elementos de choque de la contienda electoral. Impuestos y d¨¦ficit, pero sobre todo una tasa de paro cercana al 10%, la ca¨ªda del poder adquisitivo entre la clase media, el miedo a perder la vivienda y el incremento de la brecha con los m¨¢s pudientes.

Es la semana m¨¢s importante del a?o, tambi¨¦n en Wall Street. El paso por las urnas coincidi¨®, adem¨¢s, con una reuni¨®n clave de la Reserva Federal. En ella est¨¢ previsto que hoy se reactive la m¨¢quina de imprimir d¨®lares. El objetivo es inyectar liquidez en la econom¨ªa mediante la compra masiva de deuda p¨²blica, impulsar el crecimiento y evitar una deflaci¨®n al estilo japon¨¦s.

En el parqu¨¦ se esperaba que los republicanos se hicieran con los 39 esca?os que necesitaban para controlar la C¨¢mara de Representantes, y los suficientes en el Senado para cortar las alas a los dem¨®cratas. Una mayor¨ªa conservadora, se entiende, favorece al mundo de los negocios. Pero en esta ocasi¨®n, da igual qui¨¦n se haga con el control del Capitolio, porque el reto a corto plazo es enorme en EE UU.

Con una econom¨ªa que avanza a una tasa anual del 2% del PIB, es imposible que se pueda generar empleo al ritmo suficiente para reducir el paro de una forma apreciable. Y a la vez, esa an¨¦mica expansi¨®n no da para tapar el abultado agujero abierto en las cuentas p¨²blicas, con un d¨¦ficit equivalente al 9% de la riqueza nacional.

Pero lo que necesitan los mercados es tener una imagen m¨¢s clara del nuevo liderazgo pol¨ªtico, porque eso ayudar¨¢ a anticipar el rumbo de decisiones inmediatas, como dejar morir total o parcialmente los incentivos fiscales del ex presidente George Bush a favor de las rentas m¨¢s altas. Lo que ambos partidos tienen claro, es que los impuestos a la clase media no deben tocarse hasta que mejore la econom¨ªa. Y sin hacerse con el control del Senado, la p¨¦rdida de la supermayor¨ªa dem¨®crata afectar¨¢ inevitablemente a otros puntos de la agenda del presidente Barack Obama, como la pol¨ªtica medioambiental e incluso podr¨ªa forzar cambios en la reci¨¦n adoptada reforma sanitaria y en el gasto p¨²blico.