"Debemos aprender a competir"

Es dif¨ªcil saber qui¨¦n provoca m¨¢s, si Jos¨¦ Mourinho o Cristiano Ronaldo. Nadie est¨¢ m¨¢s a gusto que ellos sinti¨¦ndose en el centro de todas las miradas. El t¨¦cnico del Madrid lo hace porque disfruta. Y ayer, en San Siro, volvi¨® a demostrarlo. Cristiano lo hace porque no soporta que le quiten la pelota, y menos si el rival es apenas conocido: Abate, el larguirucho y p¨¢lido lateral del Milan.

Cuando apareci¨® en la sala de prensa de San Siro en la v¨ªspera, Mourinho decepcion¨® a m¨¢s de un periodista italiano. Todos se esperaban que el portugu¨¦s calentara el ambiente en casa del que hab¨ªa sido su m¨¢s ac¨¦rrimo rival durante dos a?os. Pero no hubo nada de eso. Mourinho se contuvo. Hasta el partido. Anoche, el t¨¦cnico decidi¨® que s¨ª hab¨ªa llegado el momento de animar el ambiente. Por eso levant¨® tres dedos de una mano hacia los aficionados del Milan para recordarles que el curso pasado gan¨® el triplete con el Inter.

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Mourinho salt¨® al c¨¦sped una hora antes del encuentro. No hab¨ªa una sola pancarta con su nombre. Quiz¨¢s fue eso lo que le motiv¨®. Primero asom¨® la cabeza y luego pis¨® la hierba. Fue recibido por una interminable pitada y un sinf¨ªn de insultos. ?l empez¨® a saludar con la mano. Primero, a la derecha; luego, a la izquierda; despu¨¦s, de nuevo a la derecha. Y, finalmente, se volvi¨® a meter en los vestuarios. Volvi¨® a salir, el primero, pocos minutos antes del partido. De nuevo fue recibido por una pitada interminable. La misma que le acompa?¨® cuando Pedro Le¨®n marc¨® el gol del empate en el minuto 93. Mourinho sali¨® disparado del banquillo y se peg¨® una carrera levantando el dedo al cielo y m¨¢s tarde quit¨¢ndole el peto a Albiol para que entrara r¨¢pidamente al campo.

No hubo tiempo para preguntarle en la sala de prensa si todos esos gestos no le parecen excesivos. Las comparecencias de Mourinho duran cada vez menos. Anoche, solo seis preguntas. "?El ¨¢rbitro le sigue pareciendo tan grande como dijo en la v¨ªspera?", fue una de ellas. "S¨ª. No he cambiado de opini¨®n sobre ¨¦l. Es muy bueno. Y el linier, tambi¨¦n. Estar¨ªa contento si los tuviera a los dos en todos los partidos... Se ha equivocado en el segundo gol [el fuera de juego de Inzaghi], pero, si fallan los jugadores, tambi¨¦n pueden fallar los ¨¢rbitros", explic¨®. Pocos minutos antes hab¨ªa dicho por televisi¨®n que el gol hab¨ªa sido "en claro fuera de juego". Mourinho, eso s¨ª, fue cr¨ªtico con sus jugadores. "Mi equipo tiene todav¨ªa que aprender a competir en la Champions y a jugar las eliminatorias al m¨¢s alto nivel. Hemos salido en la segunda parte para ganar por 0-3 y casi perdemos", advirti¨®.

A Massimiliano Allegri, el t¨¦cnico del Milan, le preguntaron si Mourinho le hab¨ªa hecho alg¨²n comentario sobre esa jugada. "No me ha dicho nada, pero yo s¨ª quiero decir algo. En algunos partidos nosotros tambi¨¦n hemos sufrido episodios que no nos han favorecido y no hemos dicho nada. Hoy s¨ª quiero decir que he visto cosas que nosotros no har¨ªamos porque no entran en nuestro ADN. Cuando quedaban dos minutos para el final del partido, hemos tirado el bal¨®n fuera porque vimos a uno de ellos en el suelo y, en vez de devolvernos la pelota, han salido a presionarnos", se quej¨®.

El entrenador del Milan vio durante toda la primera parte el nerviosismo de Cristiano cada vez que Abate le quitaba la pelota. El portugu¨¦s ya provoc¨® a los aficionados del H¨¦rcules el pasado s¨¢bado en la celebraci¨®n de uno de sus goles -se puso una mano en la oreja recorriendo la banda- y anoche provoc¨® igualmente al adversario de turno. En la ida le toc¨® Zambrotta. El defensa solt¨® el brazo y dio en el cuello al luso, que se tir¨® al suelo como si le hubiesen partido la mand¨ªbula. Anoche se enzarz¨® con Gattuso tras hacerle lo mismo a Abate. Era la segunda vez que el lateral le quitaba el bal¨®n en una de sus carreras rapid¨ªsimas. Se defendi¨® con los brazos y solt¨® uno al cuello de Cristiano. De nuevo este se tir¨® al suelo ech¨¢ndose las manos a la cara y mir¨¢ndoselas una y otra vez como si esperara ver salir sangre. Imposible, porque el lateral del Milan no le hab¨ªa ni tocado. Se lo fue a reprochar Gattuso a su manera, grit¨¢ndole antes de que se lo llevaran Nesta y Boateng. Era el minuto 24. Menos de 15 despu¨¦s, Abate volvi¨® a robar la pelota al extremo del Madrid. El pisot¨®n que este le dio cuando el defensa estaba en el suelo no lo vio el ¨¢rbitro. Se salv¨® de esa manera de recibir la tarjeta amarilla al mismo tiempo que el Madrid, gracias a Pedro Le¨®n, salv¨® en ¨²ltima instancia el resultado.