Ni el mejor Madrid puede con San Siro
Pedro Le¨®n rescata en el minuto 93 un empate para un valiente equipo madridista al que el eterno Inzaghi estuvo a punto de amargar de nuevo en Mil¨¢n
Hay futbolistas con dicha infinita. Uno de ellos es el eterno Inzaghi, que a sus 37 a?os es el ¨²ltimo recurso que le queda al Milan. Rescatado del fondo del armario, este delantero que lleva toda una vida de flirteo con el gol, que ha hecho carrera como nadie siempre al l¨ªmite del fuera de juego, estuvo a punto de propiciar al Madrid un azote que no mereci¨® en toda la jornada. En el ¨²ltimo trance, Pedro Le¨®n ajust¨® las cuentas en el minuto 93, y al igual que en Alicante, de nuevo con Benzema como principal int¨¦rprete, autor de una soberbia invitaci¨®n al gol al jugador murciano. Una diana que hizo justicia a un equipo valiente de principio a fin al que solo le falt¨® bajar el tel¨®n antes de que irrumpiera Inzaghi, porque ante futbolistas como este lo imprevisto siempre es posible. Poco m¨¢s tuvo el Milan, sometido al dictado de un Madrid sin titubeos, muy decidido, el mejor que se ha visto por San Siro.
Milan, 2; Real Madrid, 2
Milan: Abbiati; Abate, Nesta, Thiago Silva, Zambrotta; Boateng, Pirlo, Gattuso (Seedorf, m. 84); Pato (Ambrosini, m. 72), Ibrahimovic y Ronaldinho (Inzaghi, m. 60). No utilizados: Amelia; Antonini, Yepes y Robinho.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe (Pedro Le¨®n, m. 80), Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Cristiano Ronaldo, ?zil (Albiol, m. 95), Di Mar¨ªa; e Higua¨ªn (Benzema, m. 74). No utilizados: Dudek; Arbeloa, Diarra y Granero.
Goles: 0-1. M. 45. Higua¨ªn. 1-1. M. 68. Inzaghi. 2-1. M. 78. Inzaghi. M. 93. Pedro Le¨®n.
?rbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonest¨® a Boateng, Abate, Ibrahimovic, Gattuso, Pepe y Carvalho.
San Siro: 80.000 espectadores.
En cuanto al juego, este Madrid no tiene freno. Por ahora, no especula como otros equipos de Mourinho. En estos tiempos, se despliega con v¨¦rtigo en cualquier escenario, se?al de que su t¨¦cnico, un ilustrado en esto del f¨²tbol, ha metabolizado hasta el hueso que en el f¨²tbol espa?ol no hay clientela para las trincheras. Ni San Siro, un quebradero en sus 13 visitas anteriores, le achic¨®. En Mil¨¢n, su puesta en escena fue rotunda, toda una declaraci¨®n de intenciones. Antes de los cinco minutos, Higua¨ªn ya hab¨ªa exigido a Abbiati y al filo del primer cuarto Di Mar¨ªa se enred¨® de mala manera ante el meta italiano, preludio de la mejor acci¨®n defensiva de la jornada: Pirlo, bajo el larguero, reba?¨® consecutivamente un cabezazo de Higua¨ªn y un disparo inmediato de Di Mar¨ªa. Hasta 13 remates sum¨® el Madrid en el primer tiempo.
Guiado por Xabi Alonso, el Madrid, hasta el j¨²bilo de Inzaghi, estuvo fuera del alcance de su adversario, a la intemperie en cada combusti¨®n ofensiva de los blancos, que suman no menos de cuatro futbolistas en cada ataque, un ataque din¨¢mico, en el que nadie tiene una posici¨®n r¨ªgida y al que se suman por los costados uno de los dos laterales. El Madrid impuso un ritmo torturador para un equipo como el Milan, donde algunos solo est¨¢n para alg¨²n que otro capricho y alg¨²n arabesco que disimule su absentismo (Ibrahimovic y Ronaldinho, por ejemplo) y a otros les queda poco dep¨®sito.
Ante la turba milanista, de inicio el Madrid solo se vio alterado por un par de desajustes delante de Casillas y un periodo de cortocircuitos de Cristiano Ronaldo. En el primer caso, la asimetr¨ªa de los cuatro zagueros dej¨® plantado al capit¨¢n madridista cara a cara con Ibrahimovic. La primera vez, el meta madrile?o desvi¨® el remate con los pies; en la segunda, el portero asisti¨® a una p¨¦sima vaselina del sueco. Con el gobierno del juego y anidado ante Abbiati, al Madrid le desenfoc¨® por un momento que Cristiano se montara su guerrilla particular. Cuando su superioridad sobre la tropa defensiva del rival era manifiesta, al portugu¨¦s le dio por citarse en un callej¨®n oscuro con Abate: primero fingi¨® haber recibido el gancho de un peso pesado y luego sembr¨® los tacos en una rodilla del lateral italiano. En ocasiones, Cristiano precisa un div¨¢n.
Sosegado el portugu¨¦s, el Madrid se puso en ventaja a un suspiro del descanso. Por en¨¦sima vez, Sergio Ramos se anticip¨® a Ronaldinho, se asoci¨® con Di Mar¨ªa y este filtr¨® un excelente pase para Higua¨ªn, autor del gol 700 del Madrid en la Copa de Europa. Al equipo de Mourinho le faltaba cerrar el partido, nada anticipaba el susto final, pero los equipos con solera, y al Milan le sobra, siempre son una amenaza. No lo parec¨ªa este Milan, que con Ibrahimovic, Pato, Ronaldinho y Robinho en n¨®mina es el menos goleador de la ¨²ltima d¨¦cada a estas alturas del curso (1,083 goles de promedio). Signo evidente de un equipo demasiado arqueol¨®gico, con muchos futbolistas de vuelta y algunos de ida que no mezclan bien.
M¨¢s deshilachado que en el primer acto, el Madrid dio carrete al Milan. No se vio exigido y, aunque no perdi¨® de vista la periferia del ¨¢rea milanista, no tuvo el fuego del inicio, todo un alivio para su rival que explot¨® la ¨²ltima veta: Inzaghi, anoche relevo del marchitado Ronaldinho, le hizo pagar otra cuenta en San Siro. Dos errores de Casillas, y el imperecedero Inzaghi -como es su costumbre, en fuera de juego en el segundo tanto- le dej¨® congelado hasta que Benzema encontr¨® una rendija por la que enfilar a Pedro Le¨®n hacia Abbiati. Acert¨® el murciano, para alivio de un Madrid que se hab¨ªa visto de sopet¨®n al borde de un precipicio.
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