"El canal p¨²blico que no se democratice desaparecer¨¢"

Enrique Bustamante, catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid, se define como un "defensor ac¨¦rrimo del servicio p¨²blico", pero tambi¨¦n, asegura, es "cr¨ªtico y exigente con la televisi¨®n p¨²blica". La voz del profesor, un referente en el sector audiovisual espa?ol, abri¨® ayer la jornada Construyendo el futuro de la televisi¨®n p¨²blica, organizada por EITB y que reuni¨® en Bilbao a representantes de las cadenas auton¨®micas con el reto de afrontar un futuro en digital.

Pregunta. ?C¨®mo deber¨ªa ser una televisi¨®n p¨²blica?

Respuesta. La televisi¨®n p¨²blica debe contar con un gobierno independiente de los partidos y de los intereses privados que garantice una gesti¨®n personalizada y al servicio de los ciudadanos. Debe tener adem¨¢s una gesti¨®n transparente y una financiaci¨®n sostenible y nutrida por los gobiernos p¨²blicos. Todo debe reflejarse en unos mandatos que fijen peri¨®dicamente la misi¨®n de servicio p¨²blico y se negocien en los Parlamentos. Y existe un elemento vital: crear ¨®rganos independientes que sean capaces de controlar desde fuera el cumplimiento de esas misiones. Ahora adem¨¢s se suma el reto de traducir esto al mundo digital y salvar las amenazas del sistema. En Espa?a, donde el servicio p¨²blico nunca ha tenido un gran arraigo cultural, estamos viendo decisiones apresuradas, precipitadas, insostenibles y siempre sin debate p¨²blico, que huelen demasiado a lobby privado.

"Hacen falta unos principios y una regulaci¨®n para las cadenas privadas"

P. ?Por ejemplo?

R. Tras una regeneraci¨®n hist¨®rica como no se hab¨ªa hecho nunca en democracia sobre RTVE y cuando aparentemente est¨¢ funcionando bien en independencia, liderazgo informativo, respeto a la audiencia... de forma apresurada y sin debate parlamentario se reforma el sistema de financiaci¨®n eliminando la publicidad y permitiendo la concentraci¨®n de canales privados, que apunta claramente a la vuelta al duopolio, a los 15 a?os en los que Antena 3 y Telecinco se repart¨ªan el mercado.

P. ?C¨®mo deber¨ªa ser el sistema de financiaci¨®n de una televisi¨®n p¨²blica?

R. No invento nada. La mayor¨ªa de la financiaci¨®n debe venir de la Administraci¨®n p¨²blica, debatida de forma expresa en el Parlamento y desgranada minuciosamente en funci¨®n de los costes del servicio. Otra parte, siempre minoritaria para que no condicionase la programaci¨®n, vendr¨ªa de la publicidad y una tercera, de la compraventa de derechos.

P. ?Salva a alguna televisi¨®n p¨²blica del pa¨ªs?

R. Los modelos en Espa?a son dif¨ªciles de encontrar, por lo menos ejemplificadores. Llevamos muchos a?os luchando por una aut¨¦ntica radiotelevisi¨®n p¨²blica y siempre chocamos con la cultura de los Gobiernos, tributaria del franquismo. Hay algunas televisiones auton¨®micas, como las de Catalu?a, Andaluc¨ªa y Asturias, que han hecho depender la gesti¨®n de amplias mayor¨ªas parlamentarias y han conseguido una aut¨¦ntica independencia no sin que en ocasiones, como ha ocurrido en Catalu?a los partidos hayan pactado incluir a militantes en los Consejos de Administraci¨®n, tergiversando la reforma. En el polo opuesto, hay cadenas que son c¨¢scaras sin contenido. La televisi¨®n auton¨®mica que no se democratice y no se habit¨²e al escenario digital desaparecer¨¢ en dos a?os.

P. ?Se debe exigir algo a los canales privados?

R. La legislaci¨®n espa?ola y europea considera que las radios y las televisiones no son empresas como otra cualquiera. Disfrutan de unas ondas hertzianas de soberan¨ªa nacional. Por ello hacen falta unos principios, una regulaci¨®n de defensa del inter¨¦s general, impedir la concentraci¨®n excesiva, proteger a los consumidores de los abusos en la publicidad y promover c¨®digos ¨¦ticos de comportamiento respecto a ni?os o a minor¨ªas vulnerables.