La televisi¨®n: recuerdos del futuro
Una ambiciosa exposici¨®n evoca esplendores y contradicciones del medio
Hace ya m¨¢s de medio siglo que la televisi¨®n entr¨® en las casas de la gente, en sus vidas. Ahora, al menos tal y como la hemos conocido, se acaba. Ya no se fabrican tubos cat¨®dicos; la revoluci¨®n de las comunicaciones ha dinamitado el viejo paisaje dom¨¦stico, transitamos por otro espacio. ?Ha sido una plaga? Una plaga, seg¨²n el poeta franc¨¦s Antonin Artaud, es aquello capaz de abrirse camino y acceder a todos los estratos de un organismo, desorganiz¨¢ndolo completamente, pero d¨¢ndole una oportunidad ¨²nica de liberarse a s¨ª mismo. La cita figura en en el texto introductorio de la exposici¨®n ?Est¨¢is listos para la televisi¨®n?, que se abre hoy al p¨²blico en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba).
La muestra recoge obras audiovisuales de Beckett, Beuys o Foucault
La muestra, comisariada por Chus Mart¨ªnez, no es una muestra sobre videoarte. Contiene 170 obras y hasta 82 horas de televisi¨®n, y recicla como t¨ªtulo el eslogan Are you Ready for TV? con el que Westinghouse hizo publicidad de los primeros televisores en color en 1954. Sostiene Chus Mart¨ªnez que, en contra de lo que hoy en d¨ªa pueda parecer, el arte y la reflexi¨®n ocupaban miles de horas de programaci¨®n de televisi¨®n hasta bien entrada la d¨¦cada de 1980. Los dos grandes museos neoyorquinos, el MOMA y el Met, realizaron programas desde sus salas desde los primeros momentos. Y no solo las artes pl¨¢sticas ocupaban la pantalla. Tambi¨¦n el pensamiento. En Francia y Alemania los fil¨®sofos eran una presencia recurrente. En 1962, Anna Ahrendt, tras contemplar un programa en el que Michel Foucault entrevistaba a Gaston Bachelard, llam¨® a la cadena y pidi¨® que le dejaran hacerse una entrevista a s¨ª misma. Y el equipo del programa viaj¨® a su casa de Nueva York. Samuel Beckett, por poner otro ejemplo, escribi¨® cuatro dramas para televisi¨®n, uno de los cuales puede verse en la exposici¨®n. Y en la Espa?a franquista -y en el Macba hay un sorprendente muestrario- se produc¨ªan programas culturales de gran calidad como el m¨ªtico A fondo, la serie de entrevistas a escritores realizada por el recientemente fallecido Joaqu¨ªn Soler Serrano, por citar el m¨¢s conocido.
La exposici¨®n se articula a trav¨¦s de diez cap¨ªtulos de una saludable heterogeneidad; desde el titulado El bromista insaciable, que recoge el humor y la iron¨ªa del medio, pasando por el bautizado dead air, t¨¦rmino que define la t¨ªpica situaci¨®n derivada de un fallo t¨¦cnico que interrumpe la emisi¨®n y pone en evidencia aquello que desconoce el espectador: la tramoya, las bambalinas del escenario o la situaci¨®n de las c¨¢maras. Otros cap¨ªtulos son m¨¢s densos, como el dedicado a televisi¨®n y pol¨ªtica. Los m¨¢s brillantes tal vez sean los titulados El matrimonio grecolatino, sobre la infinita capacidad del medio de emitir im¨¢genes desde cualquier rinc¨®n del mundo y el que utiliza el t¨ªtulo de un programa semanal de la CBS durante la d¨¦cada de 1960, What's my line? (?Qui¨¦n soy?) en el que una especie de jurado formado por personalidades deb¨ªa averiguar sin poder verlo, la profesi¨®n del invitado, y que supuso la consagraci¨®n medi¨¢tica de Salvador Dal¨ª en Estados Unidos.
La muestra descubre tambi¨¦n a artistas pioneros, como Marta Traba, argentina instalada en Bogot¨¢ que ya en 1955 hace arte desde la televisi¨®n, o un resumen de los programas que realizaba el cineasta brasile?o Glauber Rocha, en su casa, con su sala de estar como plat¨®, a la que acud¨ªan desde psicoanalistas a todo tipo de artistas y que, emitidos por Globo TV, paralizaban el pa¨ªs.
Para la muestra, que tras su paso por el Macba podr¨¢ verse la pr¨®xima primavera en el Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC), Albert Serra ha realizado una serie basada en Los nombres de Cristo de Fray Luis de Le¨®n, escrito entre 1572 y 1576, cuando Felipe II declar¨® la quiebra del imperio. Aprender a nombrar es aprender a controlar, una analog¨ªa que ayer utiliz¨® el director del Macba, Bartomeu Mar¨ª, para contextualizar la muestra en este cambio de paradigma.
Babelia
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