Viajamos entre las eternidades
Los comentaristas que aspiran a estar a la ¨²ltima hablan y no paran, desde hace unos a?os, de las series de televisi¨®n, afirmando, entre otros ditirambos, que en ellas est¨¢ el mejor cine actual, el m¨¢s adulto y el m¨¢s complejo. Reconozco que pocas pel¨ªculas estrenadas en salas me han captado la atenci¨®n como Los Soprano, Hermanos de sangre, El ala oeste de la Casa Blanca, Deadwood y Mad Men. En cambio no he conseguido adentrarme en la celebrad¨ªsima The Wire, cuyos primeros episodios me resultaron convencionales; en cuanto a la idolatrada Perdidos, me pareci¨® cualquier cosa menos adulta y compleja, y m¨¢s bien facilona y arbitraria. Ese prestigio de las series, sin embargo, no ha alcanzado a los largometrajes hechos para la televisi¨®n, cuando en la d¨¦cada que termina he visto dos magistrales y cuya factura nada ten¨ªa que envidiar a la de las pel¨ªculas "de cine". S¨®lo se diferenciaban de ¨¦stas, quiz¨¢, en su duraci¨®n (unas tres horas o m¨¢s) y en el hecho de que, al haber pasado en seguida al DVD, no he le¨ªdo cr¨ªticas sobre ellos, ni entrevistas con sus responsables, ni han gozado de promoci¨®n, ni el p¨²blico en general se ha enterado de su existencia. Raro destino el de obras maestras que pasan inadvertidas, hasta para los comentaristas m¨¢s modernos y sagaces.
"Ahora que se ruedan pocos 'westerns', 'Broken Trail' me parece uno de los mejores
Una de esas pel¨ªculas televisivas es de 2002, y supuso el adi¨®s del director John Frankenheimer, a quien debemos dos de las mejores cintas de pol¨ªtica-ficci¨®n de la historia, Siete d¨ªas de mayo y El mensajero del miedo o The Manchurian Candidate (ojo, la versi¨®n antigua con Frank Sinatra y Laurence Harvey, no la nueva rid¨ªcula con Denzel Washington), as¨ª como El hombre de Alcatraz. Esta obra final suya se titul¨® Camino a la guerra o Path to War, y es un apasionante recorrido por la presidencia de Lyndon Johnson, el hombre gris que sustituy¨® a Kennedy, y su progresiva implicaci¨®n en la Guerra de Vietnam, con Michael Gambon como el Presidente y Alec Baldwin y Donald Sutherland secund¨¢ndolo en sendas interpretaciones inolvidables. Deber¨ªa verla todo aquel al que le interese el cine pol¨ªtico en su subg¨¦nero "Casa Blanca", y tambi¨¦n el cine en general.
Pero m¨¢s bien quer¨ªa hablar de la otra pel¨ªcula televisiva, que descubr¨ª en 2006 y hace unos d¨ªas he vuelto a ver ? d¨®nde si no en el DVD: que yo sepa, ese magn¨ªfico film no se ha exhibido nunca en pantalla grande. Ahora que se ruedan pocos westerns, para nostalgia m¨ªa y de muchos, y los que se ruedan no suelen ser gran cosa desde hace decenios (ni siquiera me entusiasma la premiad¨ªsima Sin perd¨®n, de Eastwood), esta desconocida Broken Trail, titulada Los protectores en el DVD puesto a la venta en Espa?a, dirigida por Walter Hill y protagonizada por Robert Duvall, me parece uno de los mejores que jam¨¢s se hayan hecho, casi a la altura de algunos de?John Ford, Howard Hawks y Anthony Mann. En ¨¦l, Duvall y su sobrino conducen una manada de caballos hasta Wyoming, y en su recorrido, como en cualquier novela o pel¨ªcula itinerante desde el Quijote, se van encontrando con gente diversa. El encuentro m¨¢s importante es el de cinco j¨®venes chinas, alguna casi ni?a, todas v¨ªrgenes, reci¨¦n llegadas y que no hablan ingl¨¦s, destinadas a ser vendidas como prostitutas. Tras una serie de vicisitudes, Duvall, su sobrino y el vaquero violinista que los acompa?a se sienten impelidos a hacerse cargo de ellas y a incorporarlas a su viaje, con los consiguientes retrasos y complicaciones. La relaci¨®n que se va estableciendo entre los vaqueros y las j¨®venes chinas, con las que apenas pueden entenderse, es una de las m¨¢s delicadas que he visto en mucho tiempo, sin el menor subrayado ni la menor ca¨ªda en el sentimentalismo, no digamos en la sensibler¨ªa. Otro tanto sucede con la no-relaci¨®n entre el ya viejo Duvall y una puta madura (Greta Scacchi) de la que tambi¨¦n han de ocuparse, as¨ª como de un se?or chino entrado en a?os. Sin apenas darse cuenta, todos ellos van formando una extra?a familia poco habladora, en la que el personaje de Duvall -ese personaje admirable llamado Print Ritter- acaba por ejercer, sin ¨¢nimo de protagonismo, sin ¨ªnfulas de h¨¦roe y con naturalidad, de bondadoso pater. Bondadoso sin exagerar: es bien capaz de tranquilizar la conciencia de su sobrino tras haber ¨¦ste ahorcado a un hombre con sus propias manos, o de cargarse a uno de aquellos individuos que vend¨ªan a los indios mantas infectadas de enfermedades a fin de exterminarlos mejor. Nada en esta obra maestra del western est¨¢ exagerado ni es deliberadamente truculento, como pasa hoy a menudo. Hay las dosis justas de violencia, aventura, peligro, lirismo contenido y emoci¨®n. Tambi¨¦n hay asombrosas escenas de quietud, y entre ¨¦stas una conversaci¨®n junto a un r¨ªo, entre Duvall y Greta Scacchi, que no puede por menos de recordar al cin¨¦filo aquella otra famosa conversaci¨®n junto a un r¨ªo entre James Stewart y Richard Widmark, en Dos cabalgan juntos de Ford. Broken Trail o Los protectores es una de esas raras pel¨ªculas, m¨¢s que nunca hoy en d¨ªa, en la que todos sus personajes caen bien. Son gente sencilla y sensata, con principios, sobria y con humor, en absoluto empalagosa, que ve la vida como "un viaje entre las eternidades", seg¨²n expresa Duvall en las oraciones f¨²nebres que le toca pronunciar. O que, como tambi¨¦n dice en un momento determinado, "Nosotros no buscamos salvar a unas orientales y a una puta con la nariz rota. Simplemente ocurri¨®. A veces uno tiene que tirar adelante con lo que le pongan en el camino; nada m¨¢s, ?no?"
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