"Espa?a est¨¢ hoy como todos los pa¨ªses en la Gran Depresi¨®n"
No muchos abandonan una exitosa carrera en el sector financiero para pasar a ser "escritor a tiempo completo". Liaquat Ahamed (Nairobi, 1952) lo ha hecho ante el ¨¦xito arrollador de su libro Los se?ores de las finanzas, premio Pulitzer de historia 2010, que analiza los precedentes de la Gran Depresi¨®n. Ahamed niega que anticipara la actual crisis, pero da la casualidad de que entreg¨® el manuscrito del libro a la editorial la misma semana en que quebr¨® Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008.
Pregunta. Pese a todo lo escrito sobre la Gran Depresi¨®n y la actual crisis, ?cree que hemos aprendido alguna lecci¨®n?
Respuesta. Solo hemos aprendido la mitad de las lecciones. No hemos aprendido c¨®mo prevenir las crisis, y eso que las condiciones que lo propician son siempre las mismas: tipos de inter¨¦s muy bajos, cr¨¦dito f¨¢cil, una burbuja de activos. Lo que s¨ª hemos aprendido es cu¨¢l debe ser la respuesta una vez que la crisis ha comenzado, y eso lo hemos hecho bastante bien. Esta crisis hubiera podido ser f¨¢cilmente una Gran Depresi¨®n, y no lo ha sido porque los responsables econ¨®micos han sabido lo que hab¨ªa que hacer.
"La pol¨ªtica de la Fed alimenta en India la burbuja inmobiliaria"
"Sea cual sea la pol¨ªtica del BCE ser¨¢ err¨®nea para alg¨²n pa¨ªs"
"Hemos aprendido c¨®mo responder a las crisis, no c¨®mo prevenirlas"
"La uni¨®n monetaria fue una mala idea para Espa?a"
P. ?Qu¨¦ pasa con el coste de esa respuesta, con la deuda?
R. El coste real de la deuda es que habr¨¢ que subir los impuestos para pagarla. Pero yo soy de los que pagamos gustosos ese coste si ha servido para evitar otra Gran Depresi¨®n y una tasa de paro del 20%. Porque esa tasa de paro fue la que nos llev¨® a Hitler.
P. ?Sabe que esa es la tasa de paro de Espa?a?
R. Y evidentemente es un problema serio. En cierta medida, Espa?a est¨¢ en la misma situaci¨®n en la que estaban todos los pa¨ªses durante la Gran Depresi¨®n. No pod¨ªan devaluar por el patr¨®n oro, el euro en el caso espa?ol. El patr¨®n oro tampoco les permit¨ªa mover los tipos de inter¨¦s, y eso tambi¨¦n le pasa a Espa?a. Ahora, como entonces Alemania o Reino Unido, muchos pa¨ªses carecen de margen en la pol¨ªtica fiscal porque se hab¨ªan endeudado demasiado. Y no es muy distinta la situaci¨®n de Espa?a ahora, aunque probablemente comenz¨® la crisis con un margen fiscal m¨¢s amplio y la deuda muy baja en relaci¨®n con el PIB, pero la subida ha sido muy intensa en un periodo de tiempo muy corto. Esto es duro, sin duda, para los espa?oles, pero a nivel global, Espa?a es la d¨¦cima econom¨ªa mundial. Imaginemos el impacto que tendr¨ªa si en su lugar estuvieran las cuatro primeras econom¨ªas del mundo.
P. ?Y qu¨¦ futuro nos espera?
R. No s¨¦ qu¨¦ se puede hacer porque Espa?a no tiene pol¨ªtica monetaria y no puede devaluar. Tiene cierto margen fiscal, pero no mucho. Quiz¨¢ vale la pena estar en el euro por la disciplina que Alemania impone a la pol¨ªtica monetaria, pero ahora, racionalmente, es demasiado tarde...
P. ?Sugiere el fin de la uni¨®n monetaria, igual que la Gran Depresi¨®n acab¨® con el patr¨®n oro?
R. No s¨¦ si deber¨ªa o no deber¨ªa, pero creo que fue una mala idea para pa¨ªses como Espa?a, aunque quiz¨¢ no lo fue para Holanda o B¨¦lgica. Pero hay pa¨ªses que necesitan mantener su propia pol¨ªtica monetaria independiente, y creo que ese es sin duda el caso de Espa?a.
P. ?No estamos en el mismo entorno de bajos tipos y liquidez abundante que propici¨® la crisis?
R. Pero ahora la gente est¨¢ dedicando esa liquidez no a especular con activos, sino movidos por el miedo, y por eso compran deuda p¨²blica. No porque piensen que los bonos van a subir otro 15% o 20%, sino porque no saben qu¨¦ hacer con su dinero y creen que as¨ª, al menos, recuperar¨¢n su inversi¨®n. Sabremos el d¨ªa que no tengamos m¨¢s margen fiscal porque los tipos se disparar¨¢n, los Bill Gross de este mundo dejar¨¢n de comprar deuda, y est¨¢ pasando justo lo contrario.
P. Alguna consecuencia tendr¨¢ toda esa inyecci¨®n de dinero.
R. Cuando llevas a cabo una pol¨ªtica como la de la Reserva Federal puede pasar que los bancos se queden con el dinero y aumenten sus reservas, que es lo primero que han hecho. Puede encarecer el precio de los activos y, aunque es verdad que la Bolsa ha subido un 10%, dudo que pueda solo eso servir para crear una burbuja. Otra alternativa es que la gente invierta su dinero en activos de otros pa¨ªses, y mucho de eso estamos viendo en mercados emergentes, como India, que est¨¢ sufriendo una clara burbuja en el sector inmobiliario.
P. Al final es una pol¨ªtica con enormes costes para los dem¨¢s...
R. La relajaci¨®n cuantitativa de facto lo que pretende es reducir el desempleo en casa mediante un aumento de las exportaciones. Pero eso se produce, efectivamente, a expensas de otros. Es peligroso para la econom¨ªa global porque, si todo el mundo intenta hacer lo mismo, la espiral es devastadora. Creo que no lo llevar¨¢n tan lejos como para que haya una vuelta del proteccionismo, que ser¨ªa el peor escenario de todos y una vuelta atr¨¢s en la globalizaci¨®n. Pero es verdad que sin margen fiscal y tipos al cero por ciento, esa es la ¨²nica opci¨®n que te queda.
P. Si la Fed lo est¨¢ haciendo tan bien, ?eso significa que el BCE lo est¨¢ haciendo mal?
R. El mandato del BCE es distinto, no es tan sensible al desempleo como la Fed. Pero la verdad es que yo no sabr¨ªa decir cu¨¢l es la pol¨ªtica monetaria apropiada cuando hay que compatibilizar un 7% de paro en los pa¨ªses del norte de Europa y un 20% en el sur. Sea cual sea la pol¨ªtica monetaria que elija ser¨¢ err¨®nea.
P. ?Por qu¨¦ Europa se empe?a en reducir el d¨¦ficit y EE UU no se lo plantea?
R. Al menos en EE UU, el deseo de no utilizar la pol¨ªtica fiscal tiene una vertiente que responde a un determinado pensamiento intelectual, que no concibe la soluci¨®n a una crisis causada por excesivo endeudamiento con m¨¢s endeudamiento. Pero a veces esa es la opci¨®n correcta. Otra segunda raz¨®n es el conservadurismo fiscal, que no se preocupa por los parados, sino por los impuestos. Adem¨¢s, el desempleo se concentra en los afroamericanos, los hispanos y otras minor¨ªas, y los republicanos ricos no quieren pagar la factura de esta gente.
P. Advierte que la obsesi¨®n por el d¨¦ficit fue un error de los a?os veinte. ?Lo estamos repitiendo?
R. Es radicalmente distinto. Ellos empezaron a luchar contra el d¨¦ficit desde el primer minuto, y Europa lo hace cuando, pongamos el caso de Espa?a, llega al 11%. Eso, claramente, amortigu¨® la ca¨ªda de la econom¨ªa y, pese al paro del 20%, podemos imaginar qu¨¦ habr¨ªa pasado si el Gobierno se hubiera visto obligado a iniciar el ajuste a principios de 2009.
P. Dice que Keynes es uno de sus h¨¦roes de la Gran Depresi¨®n. Tambi¨¦n lo fue al principio de esta crisis, pero ahora ya no hay unanimidad.
R. Keynes fue mi h¨¦roe no por ser keynesiano, que fue en lo que se convirti¨® a partir de 1936, y mi libro termina b¨¢sicamente en 1933. Fue mi h¨¦roe porque fue brillante e inteligente con los temas que le toc¨® lidiar, las reparaciones de guerra, las deudas del conflicto, las divisas... Mis h¨¦roes son gente que analizan el mundo como es en realidad y ofrecen soluciones, no los que creen en un determinado modelo econ¨®mico.
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