El proceso de la izquierda 'abertzale'
Escribir o simplemente reflexionar sobre el proceso en que se ve inmersa la izquierda abertzale es, cuando menos, arriesgado, si no temerario. Sin embargo, porque creo que es el proceso absolutamente determinante para la paz y para la soluci¨®n del conflicto vasco, no puedo resistirme a opinar.
Con car¨¢cter previo debo hacer una serie de consideraciones. En primer lugar, cuando he comentado mi intenci¨®n de escribir estas notas, me han avisado de que desde el viernes, d¨ªa en que redacto, hasta el domingo en que se publiquen, podemos asistir a un comunicado o a cualquier acci¨®n de la banda armada que deje estas reflexiones trasnochadas y obsoletas. No comparto, en principio, esta tesis, porque creo que el proceso de apuesta por las v¨ªas pac¨ªficas y democr¨¢ticas tiene su propia agenda y es distinto del que puede seguir la organizaci¨®n terrorista. Un ejemplo. El ¨²ltimo comunicado de ETA, en el que declara el cese moment¨¢neo de acciones ofensivas, nada tiene que ver con la exigencia de la declaraci¨®n de Gernika, suscrita entre otros por la izquierda abertzale, de un alto el fuego verificable, permanente y unilateral, con la apuesta ¨²nica por las v¨ªas democr¨¢ticas y pac¨ªficas y con la tambi¨¦n exigencia del cese de todo tipo de amenazas, presiones y persecuciones contra las personas.
Unas siglas cuyos estatutos recojan los principios de Gernika cumplir¨ªan los requisitos que la ley exige
La distinci¨®n entre condena y rechazo de la violencia creo que es meramente sem¨¢ntica
En segundo lugar, pens¨¦ en analizar el contenido de la declaraci¨®n de Gernika a la luz del texto de la ley de Partidos, pero me resisto a la tentaci¨®n de evidenciar que unas siglas cuyos estatutos recojan los principios de la declaraci¨®n cumplir¨ªan los requisitos que la ley exige. Me resisto, porque la ley de Partidos es una ley injusta, que priva del derecho de participaci¨®n en la vida pol¨ªtica a una parte importante de la sociedad vasca. Las resoluciones del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que han de ser acatadas, pero no necesariamente compartidas, determinan la constitucionalidad y el ajuste de la norma a la declaraci¨®n del Consejo, pero no implican que la ley sea inatacable desde el punto de vista de la ¨¦tica, de la Justicia o, incluso desde la oportunidad pol¨ªtica.
En tercer lugar, creo firmemente que la superaci¨®n del espacio de violencia en este pa¨ªs no vendr¨¢ determinado por ETA, sino por la profundizaci¨®n en la apuesta por las v¨ªas pac¨ªficas de quien fue su base social y pol¨ªtica y que hoy se halla en el camino de buscar el fin de aquellos a quien consider¨® en su momento vanguardia de sus reivindicaciones.
Por ¨²ltimo, en cuanto a las consideraciones de car¨¢cter previo, quiero mencionar los datos que resultan de la encuesta de la cadena SER. La mayor¨ªa de los ciudadanos, un 65%, no cree que la izquierda abertzale sea capaz de condenar el terrorismo. Puedo entender la desconfianza de principio despu¨¦s de la actuaci¨®n de la izquierda abertzale tras la ruptura de la tregua de Lizarra y, en particular, tras la ruptura de la tregua de las conversaciones de Loiola en 2006. Yo mismo, tras la declaraci¨®n de Alsasua, escrib¨ª en esta tribuna una reflexi¨®n que iba te?ida de desconfianza. Sin embargo, hoy creo que aquella reflexi¨®n fue dial¨¦cticamente f¨¢cil y prescind¨ª de algunos datos que deb¨ª haber tenido en cuenta. Por otro lado, la encuesta plantea el problema de la "condena" de la violencia. La distinci¨®n entre condena y rechazo, sinceramente, creo que es meramente sem¨¢ntica y no me parece bastante para despreciar o despachar con el mantra "es insuficiente" la apuesta por las v¨ªas pac¨ªficas.
El afirmar o negar la veracidad del prop¨®sito de la izquierda abertzale de terminar con cualquier forma de violencia supone un juicio de intenciones o la apreciaci¨®n de un elemento subjetivo. En Derecho, la apreciaci¨®n del elemento subjetivo se reconduce a la apreciaci¨®n de indicios o elementos de naturaleza objetiva que permitan inducir una voluntad interna. Veamos si concurre alg¨²n indicio que nos permita apreciar esta voluntad.
Frente a procesos de paz anteriores, la izquierda abertzale ha tomado la iniciativa y ha asumido el liderazgo del MLNV, que en otras ocasiones, no pudo, no supo o no quiso asumir y que dej¨® en manos de la banda. La derrota de la ponencia Mugarri en un debate en el que intervinieron m¨¢s de siete mil personas, marc¨® un escenario distinto y el inicio de un proceso interno paralelo al proceso de paz. La iniciativa, el liderazgo y la ausencia de tutela son hechos objetivos que pueden se?alar una voluntad.
A lo se?alado se suma otro indicio. Es verdad, y no puede ser de otra manera, que el primer objetivo estrat¨¦gico, como organizaci¨®n, de la izquierda abertzale sean unas siglas legales con las que concurrir a los procesos electorales, pero tambi¨¦n es verdad que hoy en d¨ªa se halla debatiendo con otras organizaciones de izquierda cuestiones como sistema fiscal, crecimiento y decrecimiento, pobreza y renta b¨¢sica de ciudadan¨ªa y otras de contenido social. Desde mi punto de vista, la estrategia de colaboraci¨®n con otras fuerzas y sentar la base de la misma en cuestiones de la naturaleza expuesta es otro indicio, quiz¨¢ el m¨¢s revelador.
La posibilidad de conseguir la paz, por s¨ª misma, es merecedora de una apuesta, no s¨®lo de los poderes p¨²blicos, sino del resto de la sociedad vasca, porque a¨²n estando equivocados y el proceso fuese un fracaso, seguro que alg¨²n paso hacia la paz habr¨ªamos dado.
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