Tibia acogida al Papa
Apenas 100.000 personas reciben a Benedicto XVI en los actos de Barcelona - Las banderas espa?olas ganan la partida a las 'senyeres' en las calles
Los que esperaban que Barcelona viviera ayer algo parecido a la multitudinaria visita de Juan Pablo II en 1982 se llevaron una buena decepci¨®n, comenzando por el arzobispado y acabando por el sector de la hosteler¨ªa. La capacidad de convocatoria de Benedicto XVI no alcanz¨® ni de lejos las 400.000 personas que hab¨ªa previsto el Ayuntamiento, que, junto con las otras Administraciones, invirti¨® 1,7 millones en el evento.
El Pont¨ªfice tuvo una c¨¢lida acogida a su salida del arzobispado y a su llegada a la Sagrada Familia, pero entre uno y otro punto circul¨® a toda velocidad a bordo del papam¨®vil por calles semivac¨ªas. A mediod¨ªa, el recorrido en sentido inverso congreg¨® algo m¨¢s de p¨²blico. Apenas 100.000 personas siguieron los fastos seg¨²n una estimaci¨®n de este diario, cifra que el Ayuntamiento y el Vaticano elevaron a 250.000.
Junto al templo, monjas, matrimonios con muchos hijos y grupos de j¨®venes
Ayer por la tarde no hab¨ªa ni rastro del impacto econ¨®mico de los 30 millones de euros que la visita deb¨ªa generar seg¨²n el Ayuntamiento. Los bares y restaurantes del centro de Barcelona vivieron la jornada como cualquier fin de semana normal pese a que se hab¨ªan preparado para recibir una avalancha de clientes.
Gente s¨ª hab¨ªa alrededor de la Sagrada Familia, pero no gastaron. Matrimonios con muchos hijos, monjas, grupos de j¨®venes de movimientos cat¨®licos se agolparon alrededor del templo maravillados a partes iguales por la obra de Gaud¨ª y por la presencia del Papa. Muchos hab¨ªan venido con todo organizado, como los cerca de 400 miembros del Opus Dei que se desplazaron en siete autocares desde Valencia. "Somos de El Prat de Llobregat, hemos venido a las seis de la ma?ana para encontrar una silla libre cerca de la Sagrada Familia", se?alaron Ana y Mar¨ªa Ayala. Cada uno lo vivi¨® a su manera. "Quedamos los domingos con los amigos para ir a misa, y cuando vamos esquiar, si vemos una iglesia entramos", explicaba Rafa Donat, un joven de 21 a?os que se mostraba exultante despu¨¦s de haber presenciado la misa del Papa en las sillas de fuera de la Sagrada Familia.
El fervor nacionalista que se hab¨ªa desatado por la anunciada utilizaci¨®n del catal¨¢n por parte del Papa tampoco tuvo gran reflejo en las calles. El alcalde, bando mediante, hab¨ªa pedido que los vecinos adornaran todo el recorrido papal con senyeres. Las rojigualdas acabaron por ganar la partida, junto a las banderolas de bienvenida al Pont¨ªfice que repart¨ªan voluntarios.
Parte de los fieles que no cupieron en la Sagrada Familia siguieron la ceremonia desde la cercana plaza de toros Monumental. Llenaron 10.000 de las 14.000 sillas. Antes de empezar el acto, los asistentes vitorearon al Papa y abuchearon a los pol¨ªticos de izquierdas que ve¨ªan por las pantallas gigantes. El tr¨¢fico por la zona afectada no estar¨¢ normalizado hasta hoy por la ma?ana.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.