Al Liverpool le queda Torres

Perseguido por una crisis de personalidad y de resultados que le colocaron al borde de la bancarrota y en el pozo del descenso, una pesadilla que no conoc¨ªa desde hac¨ªa 50 a?os y de la que sac¨® la cabeza el fin de semana pasado, el Liverpool al alza de Fernando Torres se dio un homenaje a costa de un Chelsea tan forrado de m¨²sculos como cr¨ªptico en su juego. Anfield siempre ser¨¢ Anfield, como comprob¨® en sus carnes el titubeante cuadro de Carlo Ancelotti, un tost¨®n de l¨ªder que concedi¨® su segunda derrota en el campeonato y solo aventaja en dos puntos al Manchester United.

La cuarta victoria consecutiva de los reds, incluyendo la remontada entre semana ante el N¨¢poles en la Liga Europa, en la que no particip¨® Torres, al que Hogdson dio reposo, lleg¨® tras un recital espectacular del campe¨®n del mundo. Recuperado de los dolores que le impidieron brillar en Sud¨¢frica, The Kid se marc¨® una primera parte impresionante que abri¨® y cerr¨® con dos goles, el segundo espectacular. Favorecido por los espacios que dejaban enfrente, El Ni?o de Fuenlabrada abri¨® la cuenta superando con frialdad a Cech, que le cerr¨® casi todos los ¨¢ngulos. Ya al filo del descanso, Meireles rob¨® el bal¨®n a Malouda y la transici¨®n vertiginosa a Torres, en el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea, la resolvi¨® el espa?ol ajustando la pelota al palo largo con una elipse imposible para el portero checo del Chelsea.

Salvo en la segunda parte, el conjunto londinense no hil¨® un pase y resumi¨® sus ataques con env¨ªos lejanos a Anelka, que ech¨® en falta a Drogba. La entrada del marfile?o por Kalou aceler¨® el ritmo del Chelsea, que sac¨® a relucir su potencial f¨ªsico y su instinto asesino. Ramires roz¨® el gol al cabecear ligeramente por encima de la porter¨ªa un centro a tres palmos de Reina. El portero se luci¨®, primero con un parad¨®n a quemarropa de Malouda, que conect¨® un env¨ªo de Drogba, y despu¨¦s ante un chut de Anelka que despej¨® al larguero. Carragher, que no par¨® de impartir ¨®rdenes como un general, reba?¨® el bal¨®n e impidi¨® el remate a puerta vac¨ªa de Drogba, con la ca?a puesta.

Aunque el marcador le beneficiaba, el agobio era tal que la partida se jugaba en el territorio del Liverpool, que aguant¨® el chaparr¨®n y de vez en cuando se permiti¨® una r¨¦plica, como en un remate de Kuyt que Cech salv¨® con la u?a. La guinda la tuvo Maxi, al que Howard Webb escamote¨® un penalti despu¨¦s de un contragolpe en el que se march¨® con un eslalon de los defensas y de Cech. La mancha del ¨¢rbitro no alivi¨® a un Chelsea menor, m¨¢s espectacular que pragm¨¢tico y que no pudo con el esp¨ªritu de Anfield.