Desarrollo humano
Casi dos d¨¦cadas antes de que Sarkozy encargase al Nobel Stiglitz un informe que estudiase la superaci¨®n del producto interior bruto (PIB) como ¨²nico medidor del bienestar de los ciudadanos, dos economistas de la periferia, el paquistan¨ª Mahbub ul Haq y Amartya Sen (hoy tambi¨¦n Nobel de Econom¨ªa), de la India, elaboraban un ¨ªndice de desarrollo humano (IDH) que incorporaba otros aspectos tales como la esperanza de vida y la alfabetizaci¨®n de cada pa¨ªs, adem¨¢s del ingreso nacional.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) compr¨® la idea, y desde 1990 publica un Informe sobre Desarrollo Humano que incorpora el IDH. Los autores sab¨ªan que tal ¨ªndice carec¨ªa de cierto "refinamiento" y que padec¨ªa de debilidades emp¨ªricas; entre ellas, la dependencia de los promedios nacionales ("superar la tiran¨ªa de los promedios") -que ocultaban sesgos de distribuci¨®n- y la falta de "una medida cuantitativa de la libertad humana". A pesar de ello, el IDH supon¨ªa un avance que se ha consolidado a lo largo de estos ¨²ltimos 20 a?os, en los que el desarrollo humano supone la expresi¨®n de la libertad de las personas para vivir una vida prolongada, saludable y creativa; perseguir objetivos que ellas mismas consideran valorables, y participar activamente en el desarrollo sostenible y equitativo del planeta que comparten.
La poblaci¨®n del planeta tiene en general m¨¢s salud y est¨¢ m¨¢s educada. Pero la desigualdad aumenta
El PNUD acaba de publicar su informe de 2010, que ha titulado con audacia La verdadera riqueza de las naciones, en el que estudia la evoluci¨®n del bienestar en el planeta en los ¨²ltimos 40 a?os. Seg¨²n el mismo, hoy el mundo es mucho mejor que en 1970 o en 1990: la poblaci¨®n del planeta ha experimentado en general considerables avances en los aspectos m¨¢s importantes de la vida: las personas tienen hoy m¨¢s salud (m¨¢s esperanza de vida), son m¨¢s educadas y m¨¢s ricas que nunca antes en la historia, y tienen m¨¢s capacidad para elegir a sus l¨ªderes y exigirles responsabilidad por sus actos.
Del mismo modo que en salud y educaci¨®n los indicadores convergen, en t¨¦rminos de ingreso (redistribuci¨®n de la renta y la riqueza) la tendencia es la inversa: en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, los pa¨ªses ricos han crecido m¨¢s r¨¢pido que los pobres y la brecha entre zonas desarrolladas y en v¨ªas de desarrollo se mantiene. Un peque?o grupo de pa¨ªses se ubica en la cima de la distribuci¨®n mundial del ingreso y solo un pu?ado de pa¨ªses que eran pobres ha logrado entrar en el primer pelot¨®n. El crecimiento econ¨®mico es extremadamente desigual, tanto en los pa¨ªses que crecen r¨¢pido como entre los grupos sociales que se benefician de ¨¦l. Por tanto, la brecha en desarrollo humano, si bien ha disminuido, sigue siendo enorme.
Amartya Sen ha escrito: "Desarrollo humano es el proceso de expansi¨®n de las libertades reales de las que goza un pueblo". Y se preguntaba: "?No es esto lo mismo que la democracia?". Nadie del PNUD ha sido invitado a la reuni¨®n del G-20 de Se¨²l.
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