Montilla y Mas prometen dar marcha atr¨¢s a medidas estrella del tripartito

A medida que avanza la campa?a, el Gobierno tripartito catal¨¢n se est¨¢ convirtiendo en aquel familiar que muere solo y sin patrimonio tras una larga agon¨ªa. Socialistas y republicanos, los socios principales del Gobierno, apenas reivindican su legado y cuando lo intentan ponen tantas salvedades que pinchan en el intento. Tras siete a?os al frente de la Generalitat, solo Iniciativa defiende la obra hecha sin ambages. El resto de protagonistas ha decidido que reivindicar el trabajo hecho en su conjunto resta m¨¢s que suma en su cuenta de resultados.

Es por eso que, gobierne quien gobierne despu¨¦s del 28 de noviembre, habr¨¢ marcha atr¨¢s en las medidas m¨¢s pol¨¦micas tomadas en los ¨²ltimos a?os por la coalici¨®n de socialistas, republicanos y ecosocialistas. Como cabr¨ªa esperar, lo ha prometido el l¨ªder de Converg¨¨ncia i Uni¨®, Artur Mas. Pero tambi¨¦n Jos¨¦ Montilla, l¨ªder de los socialistas, se ha apuntado a desandar parte del camino andado para dejar claro que si tom¨® seg¨²n qu¨¦ decisiones como presidente de la Generalitat fue por imposici¨®n de sus socios minoritarios de Esquerra e Iniciativa.

As¨ª las cosas, medidas como la limitaci¨®n de velocidad a 80 kil¨®metros por hora en los accesos a Barcelona, objeto de mil y una pol¨¦micas en Catalu?a, tienen los d¨ªas contados est¨¦ Montilla o Mas en la Generalitat pasadas las elecciones. La medida se ha mostrado eficaz a nivel de seguridad -la mortalidad ha bajado un 50%-, pero no ha sido tan evidente la mejora ambiental que promet¨ªa Iniciativa. Y la derecha ha logrado que calara el mensaje de que solo serv¨ªa como medida recaudatoria.

Efectivamente, miles de ciudadanos tienen en sus casas multas por pagar a costa de esta medida, que incluso incit¨® un conato de rebeli¨®n de los alcaldes socialistas de la periferia de Barcelona. Al final Montilla ha tenido que ceder. Si consigue gobernar flexibilizar¨¢ la medida, asegura el l¨ªder del PSC. Igual que Artur Mas.

Al igual que hace el Partido Popular en el conjunto de Espa?a, Converg¨¨ncia i Uni¨® ha basado sus a?os en la oposici¨®n en trabajarse la imagen de partido que garantiza la "libertad" de los ciudadanos. Aunque ha sido el primero en apuntarse a medidas como las sanciones ling¨¹¨ªsticas y la mayor parte de sus diputados en el Congreso no apoyaron asuntos que ata?en a las libertades individuales -como la ampliaci¨®n del derecho al aborto o la libertad de los homosexuales para contraer matrimonio-, los nacionalistas de Artur Mas siguen reivindic¨¢ndose como los garantes de la libertad.

Y si la retirada de las tropas de Irak fue para los socialistas el s¨ªmbolo de que una nueva era hab¨ªa comenzado en La Moncloa, los nacionalistas de Artur Mas esperan conseguir un efecto similar con algo tan simple como elevar el l¨ªmite de velocidad. Ser¨¢ la se?al de victoria. Y encima saldr¨¢ gratis a las arcas p¨²blicas, creen.

Los socialistas tambi¨¦n prometen dar marcha atr¨¢s en medidas controvertidas, como las sanciones a los comercios que no utilizan el catal¨¢n en sus r¨®tulos. Priorizar¨¢n la "pedagog¨ªa" a las multas, aseguran. Y tampoco acaban de ver claros asuntos como el desarrollo de la ley de la vivienda, que impide que un piso de protecci¨®n oficial pueda venderse en el mercado libre antes de 90 a?os. Creen que hay margen para rebajar esta cifra.

Lo de Converg¨¨ncia i Uni¨® ser¨¢ mucho m¨¢s dr¨¢stico. Promete tirar atr¨¢s todas las ¨²ltimas medidas del Gobierno catal¨¢n: desde un c¨®digo ¨¦tico para los Mossos d'Esquadra aprobado en el ¨²ltimo minuto hasta la ley que impide a los alcaldes negar la autorizaci¨®n para abrir centros de culto. El proyecto para aumentar el IRPF a las rentas m¨¢s altas tambi¨¦n tiene, por supuesto, los d¨ªas contados. La herencia se desvanece incluso antes del funeral.