Hurac¨¢n Chucho

Mientras en Cuba siguen pendientes de las evoluciones de algunas tormentas tropicales que podr¨ªan convertirse en huracanes, el Palau barcelon¨¦s, abarrotado hasta el ¨®rgano, fue brutalmente azotado el mi¨¦rcoles por la noche por un aut¨¦ntico hurac¨¢n caribe?o: de nombre Chucho y de apellido Vald¨¦s.

Ya sab¨ªamos que Chucho es un gran pianista, lo ha demostrado en innumerables ocasiones, incluso en el mismo escenario del Palau. Sab¨ªamos que es un gran compositor siempre mezclando inteligentemente diferentes ingredientes musicales. Tambi¨¦n sab¨ªamos que es un m¨²sico valiente y arriesgado, su inmortal Irakere se fund¨® en los a?os setenta y no ha parado de avanzar en el campo del llamado jazz latino. Ayer Chucho sorprendi¨® a propios y extra?os elevando todas esas cualidades a su m¨¢xima potencia. Brill¨® el Chucho pianista, explosivo y exuberante, brill¨® el Chucho compositor y director de banda, pero sobre todo brill¨® el Chucho explorador y arriesgado que sabe sumergirse en la mezcla del jazz con los ritmos afrocubanos para obtener algo nuevo que sigue siendo jazz y sigue siendo cubano.Chucho presentaba su nuevo disco, reci¨¦n editado, Chucho's steps. Pr¨¢cticamente todas las composiciones del nuevo pl¨¢stico fueron desfilando por el escenario de Palau en versiones mucho m¨¢s dilatadas, dejando siempre espacio para que alguno de los integrantes del septeto pudiera lucirse a placer. Destac¨® un incre¨ªble mambo para Joe Zawinul, construido sobre las armon¨ªas de Birdland, que levant¨® a buena parte del p¨²blico de sus asientos, incluido el ex presidente Pasqual Maragall, que salt¨® de su butaca en la platea como impulsado por un resorte. Raz¨®n no le faltaba porque el tema, como la mayor¨ªa de los interpretados, fue absolutamente incendiario.

Chucho tambi¨¦n se trajo a su hermana, Mayra Caridad, pero la cantante tuvo una muy corta intervenci¨®n, que f¨¢cilmente se pod¨ªa haber obviado para dar m¨¢s unidad a la propuesta.

El concierto del mi¨¦rcoles sirvi¨® no solo para demostrar que Chucho Vald¨¦s est¨¢ en lo m¨¢s alto, sino tambi¨¦n para dejar claro que en el resbaladizo terreno del jazz latino todav¨ªa quedan muchas cosas por decir.