Abraham Serfaty, insumiso rebelde, jud¨ªo y marroqu¨ª
"Rebelde, jud¨ªo y marroqu¨ª" es como defini¨® Mikha?l el Baz a Abraham Serfaty en su libro a d¨²o El insumiso (Descl¨¦e de Brouwer, Par¨ªs, 2011). Tres palabras que resumen la vida y trayectoria de un opositor a la estructura del Majz¨¦n marroqu¨ª, que pas¨® 17 a?os en las prisiones de Hassan II y que nunca se dobleg¨® a pedir el perd¨®n que le hubiera permitido salir en libertad. Solo las presiones de un comit¨¦ internacional para su liberaci¨®n lograron que fuera puesto en un avi¨®n y exiliado a Par¨ªs, con el pretexto rid¨ªculo de "descubrirse" que su padre hab¨ªa gozado de un pasaporte brasile?o. Abraham Serfaty falleci¨® ayer en Marrakech, a los 84 a?os.
Nacido en Casablanca el 12 de enero de 1926, estudi¨® en la Escuela Superior de Minas de Par¨ªs, donde se adhiri¨® a la ideolog¨ªa comunista, integr¨¢ndose en el PCM en 1949. La lucha contra la colonizaci¨®n francesa le llev¨® ya a prisi¨®n en 1950. Milit¨® en el partido hasta finales de los a?os sesenta y fund¨®, junto con otros intelectuales como Abdellatif La?bi, el grupo de extrema izquierda Ila al Amam (Hacia Delante).
Miembro del equipo editor de la revista Souffles, particip¨® en este movimiento de renovaci¨®n cultural, que fue politiz¨¢ndose hasta el arresto de buena parte de sus integrantes a principios de los a?os setenta. Detenido en 1974, Serfaty fue condenado a prisi¨®n perpetua hasta su exilio forzoso en 1991.
En sus largos a?os de c¨¢rcel public¨® varios ensayos sobre la historia del movimiento opositor en Marruecos, incluido un interesante an¨¢lisis sobre Los fundamentos hist¨®ricos de la lucha nacional del pueblo saharaui entre 1955 y 1976, convertido en un cl¨¢sico. Todos estos trabajos fueron incluidos en su libro En las prisiones del Rey. Escritos de Kenitra sobre Marruecos (Editions Sociales, Par¨ªs, 1992).
Como ocurriera con Edmond Amran el Maleh, escritor desaparecido tan solo unos d¨ªas antes que Serfaty, adopt¨® siempre una postura antisionista, que plasm¨® en art¨ªculos reunidos en otro libro como preso, Escritos de prisi¨®n sobre Palestina (Editorial Rahma, Argel, 1992).
En 1986, todav¨ªa encarcelado, contrajo matrimonio con Christine Daure, una francesa que ense?¨® en Marruecos durante 15 a?os. Fue ella la que recopil¨®, junto con un equipo de defensores de los derechos humanos, toda la informaci¨®n sobre las exacciones del r¨¦gimen de Hassan II, que compuso como libro Gilles Perrault en su famoso Nuestro amigo el Rey, una publicaci¨®n que hizo resentir a todo un r¨¦gimen.
A la muerte de Hassan II, su hijo Mohamed VI permiti¨® en septiembre de 1999 el retorno de Abraham Serfaty a su tierra, instal¨¢ndose en Mohammedia y m¨¢s tarde, en Marrakech. Se le reconocieron sus derechos laborales como consejero de investigaci¨®n petrolera. En ese momento, a¨²n de esperanza en un cambio en Marruecos, Christine Daure-Serfaty public¨® una Carta de Marruecos (Stock, Par¨ªs, 2000), en la que se narra el encuentro de Abraham con su tierra y con los militantes de extrema izquierda que siguieron viendo en ¨¦l a un s¨ªmbolo.
Serfaty fue un pionero en preconizar una salida sin vencedores ni vencidos en el S¨¢hara Occidental. Defensor a ultranza de la autodeterminaci¨®n del pueblo saharaui, propuso desde 1994 "una v¨ªa de di¨¢logo bajo los auspicios de la ONU para que las dos partes lleguen a un compromiso: una soluci¨®n del tipo de una confederaci¨®n democr¨¢tica entre Marruecos y el S¨¢hara" (EL PA?S, 19 de noviembre de 1994).
En estos d¨ªas amargos de los tr¨¢gicos sucesos de El Aai¨²n, esta esperanza, aunque parece m¨¢s lejana que nunca, sigue abriendo un camino con el recuerdo de este insumiso jud¨ªo, rebelde y marroqu¨ª.
Bernab¨¦ L¨®pez Garc¨ªa es catedr¨¢tico de Historia del Islam Contempor¨¢neo en la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM).
![Abraham Serfaty, en 1997, en Bilbao.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JOGESMYAN4VOQ5WWI5NVH46BNE.jpg?auth=ed35c3742b2011b3185d8214f6dc092ef28e9638cb4b615c14a47276362cae4c&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.