La ley del silencio
La Ley del silencio es un filme que se halla preservado en el archivo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Deber¨ªa ser de visi¨®n obligatoria en colegios y cen¨¢culos pol¨ªticos. Adem¨¢s de tratarse de una de las mejores pel¨ªculas de la historia del cine, es una estupenda lecci¨®n de moralidad en todos los ¨¢mbitos, aunque con muchas lecturas. En Catalu?a, espoleados por la visita y las palabras en catal¨¢n de Benedicto XVI, ser¨ªa bueno decantarse por comprender el personaje del padre Barrie, que en el filme encarna Karl Malden. Se trata de un sacerdote que anima a transgredir esa omert¨¤ que impera en los muelles neoyorquinos controlados por la mafia.
Pero romper la ley del silencio no es f¨¢cil. Es mejor no levantar oleaje en las aguas de la ci¨¦naga. Ah¨ª tenemos el ejemplo de ponderaci¨®n, seny y comuni¨®n de ideas que esta misma semana han brindado a la opini¨®n los dos candidatos a la presidencia del Orfe¨® Catal¨¤. Tanto Mariona Carulla como Enric Enrech cerraron inicialmente filas -la primera rectific¨® sabiamente- con el presidente interino Josep Maria Busquets para no pedir causas separadas y que no se imputase a dos altos cargos de Converg¨¨ncia: el tesorero del partido, Daniel Os¨¤car, y el secretario de Inmigraci¨®n, ?ngel Colom. Ambos est¨¢n supuestamente implicados en sacar dinero p¨²blico-privado del Palau para vicios privados, ya fueran deudas personales o la presunta financiaci¨®n irregular de CDC.
Se habla de politizaci¨®n en el 'caso Palau' y se olvida la indulgencia con que se trat¨® al magistrado Pascual Estevill y al abogado Piqu¨¦ Vidal
El juez Juli Solaz, que instruye el caso, hab¨ªa aceptado que el Orfe¨® pospusiera su decisi¨®n hasta despu¨¦s de las elecciones catalanas. Pero el presidente interino de la entidad ha considerado que no deb¨ªa hacerlo y ha acusado de "politizaci¨®n" a las entidades p¨²blicas que integran el consorcio. Es cierto que tanto la Generalitat, como el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura est¨¢n mayoritariamente en manos socialistas. Tambi¨¦n es verdad que hay socialistas imputados en el caso del hotel del Palau. Pero las magnitudes en que el esc¨¢ndalo afecta a convergentes y socialistas son distintas: unos sucumbieron a las presiones del ciudadano ejemplar F¨¨lix Millet (sin cobrar comisiones) y otros -de ser cierto lo que cuentan los t¨¦cnicos de la Agencia Tributaria- habr¨ªan cargado a conciencia alforjas de los camellos para hacer m¨¢s c¨®moda la traves¨ªa del desierto en la oposici¨®n. En el primer caso, de PSC, se podr¨ªa haber causado un supuesto da?o de 5,6 millones de euros, de los que habr¨¢ restituci¨®n v¨ªa embargo o anulaci¨®n de la operaci¨®n. En el segundo, de ser cierto el expolio, estar¨ªamos ante la nada despreciable cifra de 9,5 millones de euros de los que de momento est¨¢n en v¨ªas de recuperaci¨®n 630.000.
El Palau, en el primer caso se ha presentado como acusaci¨®n particular y ha secundado todos los pasos de la fiscal¨ªa. En el segundo ha tomado una v¨ªa m¨¢s prudente, mucho m¨¢s pr¨®xima a la tradici¨®n de ese palad¨ªn de la sociedad civil catalana que es Millet.
El ex presidente Pujol ha comparado el caso Palau con el caso Banca Catalana. Ha desempolvado persecuciones y presiones pol¨ªticas para referirse a la decisi¨®n del fiscal y las Administraciones e incluso al informe elaborado por los t¨¦cnicos de la Agencia Tributaria. Flaco favor al Estado de derecho, pues por esa regla de tres la fiscal¨ªa no deber¨ªa haber tomado cartas contra los tres altos cargos socialistas municipales por el caso del hotel del Palau, en plena precampa?a auton¨®mica. En este caso, compareci¨® en calidad de testigo el consejero de Econom¨ªa Antoni Castells. Y puestos a recordar, seg¨²n la l¨®gica de Pujol, tal vez el caso Filesa de financiaci¨®n ilegal del PSOE no har¨ªa estallado nunca
Hay que dar carpetazo a la ¨¦poca de los expertos en la ley del silencio. De cumplirse los pron¨®sticos electorales, la entrada de CiU en la Generalitat es imparable y su actual l¨ªder se merece, como el resto de la ciudadan¨ªa, que se entierren viejos vicios. Nos hemos pasado a?os pregunt¨¢ndonos c¨®mo se pudo ser tan misericordioso con personajes como el magistrado Luis Pascual Estevill o con abogados como Joan Piqu¨¦ Vidal. Pascual Estevill est¨¢ cumpliendo nueve a?os de condena por cohecho, prevaricaci¨®n y detenci¨®n ilegal por extorsionar a empresarios. CiU lo envi¨® de vocal al Consejo General del Poder Judicial. Por el mismo caso de los empresarios, el magistrado est¨¢ acompa?ado detr¨¢s de las rejas por Joan Piqu¨¦ Vidal. El letrado, condenado a siete a?os, fue abogado defensor de Pujol en el caso Banca Catalana. Buscar teor¨ªas conspirativas da para mucha literatura y, sobre todo, es el primer paso para que vuelvan a aflorar ap¨®stoles de la ley del silencio.
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