Vagabundo, ladr¨®n y cl¨¢sico
Libros, montajes teatrales y un disco celebran el centenario de Jean Genet - Se traduce por primera vez en Espa?a la recopilaci¨®n de sus art¨ªculos
Cuando ten¨ªa siete meses, como "ni?o abandonado", Jean Genet recibi¨® tres cosas de la Asistencia P¨²blica francesa: un uniforme, unos zapatos de madera y un n¨²mero de registro, el 192.102. Poco despu¨¦s fue entregado a un matrimonio que cobraba 21 francos al mes por mantenerlo. Nunca tuvo casa propia. En su lugar ten¨ªa una maleta que dejaba en los hoteles en los que viv¨ªa, generalmente cerca de una estaci¨®n. Costumbre de ladr¨®n siempre presto a la fuga, dicen sus bi¨®grafos. Hu¨¦rfano, delincuente, desertor, vagabundo, escritor homosexual y activista pol¨ªtico, el autor de El ni?o criminal tuvo una vida tan literaria que ¨¦l fue el primero en convertirla en literatura. Cuando la moda de la autoficci¨®n lleg¨® a las librer¨ªas, Genet ya estaba all¨ª.
Tahar Ben Jelloun: "Estaba del lado de la justicia, no del c¨¢lculo ideol¨®gico"
Nacido hace un siglo -se cumple el 19 de diciembre-, Jean Genet escribi¨® sus cinco novelas entre 1942 y 1947, dos de ellas en la c¨¢rcel, donde lleg¨® a estar condenado a cadena perpetua. Salvo Querelle de Brest, de la que Fassbinder extrajo en 1982 una pel¨ªcula que el escritor dec¨ªa no haber visto -"no se puede fumar en el cine"-, las otras cuatro recorren la bronca vida de su autor en una versi¨®n todav¨ªa m¨¢s descarnada de lo que ya hab¨ªa sido. La infancia, el reformatorio, el vagabundeo y la II Guerra Mundial est¨¢n transfigurados en Santa Mar¨ªa de las Flores, Milagro de la rosa, Diario del ladr¨®n y Pompas f¨²nebres, todas traducidas por Mar¨ªa Teresa Gallego y Mar¨ªa Isabel Reverte. Despu¨¦s, hasta 1961, el teatro: Las criadas, El balc¨®n, Los negros... Luego, silencio. Y crisis, amores, intentos de suicidio.
"Genet no se interesaba en absoluto por su obra y no hac¨ªa nada para que lo leyeran", dice desde su casa de Par¨ªs su amigo el escritor marroqu¨ª Tahar Ben Jelloun. "Su leyenda era sulf¨²rica, es decir, superficial. Su temperamento le imped¨ªa quedarse al margen. Luchaba por la justicia, lo que no le imped¨ªa traicionar a sus amigos, en un sentido tan enrevesado que har¨ªa falta un libro entero para explicar su relaci¨®n con la traici¨®n. Ahora, por el centenario, se habla de su obra, pero no estoy seguro de que los j¨®venes lean sus novelas. Aunque su teatro se sigue representando en todo el mundo".
Pero 100 a?os son un n¨²mero demasiado redondo para cualquiera, por anticonvencional que sea. El propio Ben Jelloun acaba de publicar en Francia Jean Genet, menteur sublime (Gallimard) al tiempo que el cantante Etienne Daho presenta, junto a Jean Moreau -la madame del filme de Fassbinder-, un disco en el que recitan y cantan Le condamn¨¦ ¨¤ mort, el poema que en 1942 fascin¨® a Jean Cocteau. En Espa?a, entre tanto, se reeditan Diario del ladr¨®n y Milagro de la rosa y se traduce por primera vez El enemigo declarado, una recopilaci¨®n p¨®stuma de art¨ªculos y entrevistas. All¨ª aparece el segundo Genet, el comprometido con los inmigrantes en Francia, con los Panteras Negras en EE UU y con los palestinos en Oriente Pr¨®ximo.
Genet fue uno de los primeros europeos en entrar en el campamento de refugiados de Chatila, en L¨ªbano, despu¨¦s de la matanza de septiembre de 1982. La visi¨®n de los cad¨¢veres de ancianos, mujeres y ni?os dar¨ªa lugar a Cuatro horas en Chatila -un reportaje ya cl¨¢sico recogido en El enemigo declarado- y ser¨ªa el detonante de su ¨²ltima obra, Un cautivo enamorado, "uno de los libros peor le¨ªdos del siglo XX" seg¨²n Juan Goytisolo, que conoci¨® al escritor franc¨¦s en 1955.
"Se pon¨ªa en tela de juicio a s¨ª mismo constantemente", dice el Goytisolo que el a?o pasado public¨® Genet en el Raval (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores). Empe?ado en invertir todas las convenciones, el mismo Genet que hab¨ªa "convertido la abyecci¨®n en virtud", pod¨ªa comparar a los transexuales con los m¨¢rtires palestinos. Era un ser "discontinuo", apunta Goytisolo. Generoso y voluble, sumiso y posesivo. Autodidacta pero cult¨ªsimo. Y pol¨ªglota. Sin t¨¦rmino medio: o entre convictos o entre ministros. Un gamberro de oro.
En lo literario, esa discontinuidad se refleja bien en El enemigo declarado: al tiempo que escribe sobre la causa de los negros americanos lo hace sobre la catedral de Chartres. "No ten¨ªa sentido de la pol¨ªtica", dice Ben Jelloun. "Estaba m¨¢s del lado de la justicia que del c¨¢lculo ideol¨®gico".
Jean Genet se pas¨® la vida huyendo de Francia. "?Por qu¨¦ quer¨ªa una patria para los palestinos?", le pregunt¨® en una ocasi¨®n Goytisolo. Respuesta: "Para que tengan derecho a arrojarla al retrete". Genet muri¨® de c¨¢ncer en 1986, en Par¨ªs, en una habitaci¨®n de hotel. Su cad¨¢ver fue llevado a Marruecos. Est¨¢ enterrado en el viejo cementerio espa?ol de Larache. Dicen que desde all¨ª se ven un burdel y la c¨¢rcel.
Letras de maldito
- El enemigo declarado (Errata Naturae).
- Diario del ladr¨®n (RBA).
- Milagro de la rosa (Errata Naturae).
- Santa Mar¨ªa de las Flores (Alba).
- Pompas f¨²nebres (Alba).
- Querelle de Brest (Odisea).
- Le condamn¨¦ ¨¤ mort (Na?ve). Poema recitado por Jeanne Moreau y cantado por Etienne Daho.
Babelia
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