Donar el esperma no es ser padre (de momento)
En buena parte de Europa se ha retirado el anonimato en los tratamientos in vitro - Espa?a no se plantea levantar el secreto
Daniel, de 32 a?os, es donante de semen. Hace 10 meses su pareja tuvo un hijo gracias a un ¨®vulo cedido por otra mujer y ¨¦l, "para devolver el favor", ha decidido donar sus gametos a una cl¨ªnica y ayudar as¨ª a otras personas con problemas de fertilidad.
El anonimato de Daniel, as¨ª como el de la madre biol¨®gica de su hijo, est¨¢ protegido por la ley espa?ola. Pero no sucede as¨ª en el resto de Europa. Francia ha sido el ¨²ltimo pa¨ªs del continente en plantearse levantar la protecci¨®n de la identidad de estas personas. Inglaterra, Suecia, Austria, Alemania o Noruega ya lo han hecho. Tambi¨¦n Finlandia, donde la ley permite conocer al otro progenitor a partir de los 18 a?os.
?Podr¨ªa suceder lo mismo en Espa?a, uno de los pa¨ªses l¨ªderes en reproducci¨®n asistida del continente? Hay quien, como Antonio Requena, director m¨¦dico del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), sostiene que no es una cuesti¨®n que se est¨¦ planteando. "Por mi experiencia, ni donantes ni progenitores son partidarios de levantar el anonimato". El Ministerio de Sanidad no contempla cambios sobre la protecci¨®n de la identidad. Pero el hecho de que no se hayan previsto cambios a corto plazo no implica que no vayan a producirse m¨¢s adelante. Existe una marea creciente de reconocimiento de derechos individuales en Europa y, como apunta Fernando Abell¨¢n, asesor jur¨ªdico de la Sociedad Espa?ola de Fertilidad (SEF), "es probable que llegue a Espa?a y se acabe limitando el anonimato".
"Se debate sobre el derecho a conocer los or¨ªgenes", se?ala un asesor de la SEF
Revelar el nombre en Europa ha beneficiado a las cl¨ªnicas espa?olas
En Finlandia la ley permite conocer al padre biol¨®gico a partir de los 18 a?os
Las donaciones han ca¨ªdo en picado en Reino Unido desde que no son secretas
"Un cambio en la ley espa?ola para revocar el anonimato ser¨ªa un paso atr¨¢s y dificultar¨ªa mucho las donaciones", comenta el secretario de la SEF, Jos¨¦ Antonio Castilla, "ser¨ªa el fin del modelo tal y como est¨¢ planteado en Espa?a y suceder¨ªa lo que ha pasado en Reino Unido". "Todo ello, al margen de otros problemas jur¨ªdicos que pueden derivarse", abundan desde el Ministerio.
Reino Unido modific¨® su ley de reproducci¨®n asistida en 2005 y revoc¨® el anonimato para los donantes a partir de esa fecha. El resultado fue una ca¨ªda en picado de las donaciones y, en consecuencia, de los tratamientos y la calidad asistencial. Los datos de la Autoridad de Fertilidad Humana y Embriolog¨ªa brit¨¢nica reflejan que de 9.000 tratamientos con donaciones de semen en 1992 se pas¨® a 2.000 en 2007. "Hay tan poca oferta que de 100 libras han pasado a pagarse 1.200 (1.400 euros) para las donantes de ovocitos", relata Castilla.
En Suecia se ha detectado una emigraci¨®n de pacientes a Dinamarca, donde se mantiene en secreto la identidad de los donantes. Uno de los grandes beneficiados de este turismo reproductivo ha sido Espa?a. No solo por mantener el anonimato. La legislaci¨®n es una de las m¨¢s progresistas de todo el continente frente a pa¨ªses extraordinariamente restrictivos como Italia, donde est¨¢ prohibida la donaci¨®n de gametos. "En Espa?a no se implant¨® el anonimato para favorecer la donaci¨®n, sino porque el legislador entend¨ªa que este acto era una muestra de altruismo sin ninguna vinculaci¨®n emocional", relata Federico P¨¦rez Mil¨¢n, presidente de la SEF. "La idea era que la persona no se comprometiera m¨¢s all¨¢ de lo que supone la donaci¨®n".
El anonimato, junto a la gratuidad, son los pilares sobre los que se ha levantado el exitoso programa de donaci¨®n de ¨®rganos espa?ol. Y este sistema es el que inspir¨® las leyes de reproducci¨®n asistida de 1988 y 2006 y la normativa de donaci¨®n de gametos (semen y ¨®vulos) y embriones. El modelo de donaci¨®n de ¨®rganos evita tanto el choque emocional de que se conozcan las familias del donante y el receptor, como la posibilidad de donaci¨®n inter vivos, por el riesgo del comercio de ¨®rganos. Con estas premisas, se aplic¨® el mismo patr¨®n a la donaci¨®n de gametos, que tambi¨¦n se consider¨® como un acto altruista. Existe una gratificaci¨®n, pero se considera un pago por las molestias que supone el desplazamiento y, en el caso de las mujeres, el tratamiento de estimulaci¨®n ov¨¢rica y la punci¨®n para extraer los ovocitos. La Comisi¨®n Nacional de Reproducci¨®n Asistida fija una cantidad de referencia (30 euros en la donaci¨®n de semen y 800 de ovocitos) para evitar guerras de precios entre cl¨ªnicas, as¨ª como la mercantilizaci¨®n de este acto.
El resultado de este modelo ha sido que Espa?a se ha convertido en el tercer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea en actividad, con m¨¢s de 55.000 ciclos de fecundaci¨®n in vitro al a?o, de los que unos 10.000 corresponden a pacientes extranjeros, seg¨²n estimaciones de la SEF. Adem¨¢s, las tasas de ¨¦xito de sus cl¨ªnicas y hospitales son de las m¨¢s altas en t¨¦rminos generales, entre el 30% y el 35% de embarazo por intento.
La Ley de Reproducci¨®n Asistida de 2006 solo contempla tres excepciones al secreto de la identidad. Un "peligro cierto" para la vida del hijo o "cuando proceda" en una investigaci¨®n criminal. La tercera es m¨¢s ambigua: que el peligro cierto sea para la salud del hijo. Fernando Abell¨¢n teme que esta cl¨¢usula se convierta en un resquicio que permita saltarse el anonimato. "Puede ser un coladero a medio plazo, como fue el supuesto de la salud ps¨ªquica de las embarazadas en el caso del aborto". Abell¨¢n teme que adolescentes con problemas familiares y "deseosos de encontrar un nuevo entorno afectivo", soliciten certificados psicol¨®gicos que avalen problemas de salud mental para localizar al padre biol¨®gico. "La salud psicol¨®gica puede convertirse en un caj¨®n de sastre que permita a chavales de 16, 17 y 18 a?os conseguir localizar a sus padres", comenta.
Los partidarios de levantar el anonimato apelan a dos argumentos. Uno es de tipo legal. El otro, de naturaleza psicol¨®gica, enlaza con las reflexiones de Abell¨¢n. ?Existe una necesidad emocional de conocer los or¨ªgenes personales? Para Jes¨²s Palacios, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica, esta circunstancia "es un derecho, pero no necesariamente una necesidad", seg¨²n relata de su experiencia con personas adoptadas. "No todos los adoptados tienen las mismas necesidades de saber ni el mismo impulso de b¨²squeda". Como dice Palacios, en toda persona existe la necesidad de tener todas las piezas del puzle de su vida. Si no se tienen "hay quien se adapta y quien no puede vivir as¨ª". Palacios considera que una forma de satisfacer esta necesidad sin vulnerar el anonimato que establece la ley ser¨ªa redactar una carta por parte del donante. "Se podr¨ªa describir a s¨ª mismo, explicar los motivos que le llevaron a donar. Se tratar¨ªa de un escrito personal para responder a quien buscara sus antecedentes con ansiedad y que pudiera conservar la persona entre sus objetos queridos". Este documento, "ser¨ªa ¨²til a personas que buscan y este proceso les produce ansiedad".
Uno de los aspectos que m¨¢s angustian a los adoptados es desconocer el historial cl¨ªnico de los padres. Este problema no se da entre los hijos de donantes. Toda persona que cede sus gametos se somete a un exhaustivo control m¨¦dico cuyos resultados quedan en manos de la cl¨ªnica de forma que se pudieran consultar si fuera necesario. En el IVI se dio el caso de una familia que tuvo a una hija con problemas de audici¨®n. En busca de posibles antecedentes familiares, y como la informaci¨®n que hab¨ªa no se consider¨® suficiente, se localiz¨® a la donante del ¨®vulo a la que se someti¨® a nuevos an¨¢lisis. El resultado final descart¨® todo origen gen¨¦tico.
El otro gran argumento contrario al anonimato es de naturaleza legal. "Hay un debate doctrinal sobre la prevalencia de la llamada verdad biol¨®gica", un t¨¦rmino jur¨ªdico que se refiere al derecho a conocer el propio origen biol¨®gico, apunta el asesor jur¨ªdico de la SEF. "Algunos lo consideran un elemento b¨¢sico de la dignidad humana y por ello consideran que bloquearlo frustra el desarrollo de la personalidad". Este principio es el que ha llevado a que en buena parte de Europa se haya levantado el secreto sobre la identidad de los donantes -aunque hay quien tambi¨¦n ve detr¨¢s las presiones de grupos antiabortistas, contrarios a la fecundaci¨®n asistida-.
Frente a este derecho se encuentra "el de los donantes a mantener su anonimato". E incluso la posibilidad de tener hijos por parte de parejas est¨¦riles "ya que, como se ha comprobado en otros pa¨ªses, levantar el anonimato provoca un descenso en las donaciones", insiste Fernando Abell¨¢n.
Daniel aport¨® a un banco su semen para agradecer la generosidad de la donante que le permiti¨® ser padre. ?Lo hubiera hecho si no se protegiera su identidad? "No, y tampoco creo que lo hiciera nadie".
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