Condones y doctrina

La filtraci¨®n de las opiniones del papa Benedicto XVI sobre la pertinencia del uso del cond¨®n "en algunos casos", que aparecen en un libro-entrevista que llega hoy a las librer¨ªas, ha vuelto a poner la lupa sobre la controvertida posici¨®n de la Iglesia en relaci¨®n con el uso de los preservativos en la lucha contra el sida. El sorprendente comentario del Papa, que choca abiertamente con la habitual cerraz¨®n del Vaticano en esta cuesti¨®n, ha sido interpretado desde distintas instancias como un paso adelante y significativo de la Iglesia para adecuarse a la dura batalla contra la devastadora enfermedad. En pocas horas, sin embargo, el portavoz vaticano ha matizado las palabras del Pont¨ªfice y limado sus aristas heterodoxas para hacerlas compatibles con la doctrina tradicional cat¨®lica.

Al formar parte de las opiniones informales que recoge un libro, las palabras del Papa no tienen valor de magisterio. Pero es l¨®gico que su comentario sobre moral sexual haya sido acogido favorablemente, sobre todo si se lee como una correcci¨®n de las declaraciones que realiz¨® durante su viaje a ?frica en 2009, en las que alert¨® contra el uso de preservativos y sostuvo que, m¨¢s que ayudar a combatir el sida, "aumentan el problema".

La inmediata reacci¨®n vaticana para restaurar el orden frente a cualquier lectura aperturista de las palabras del Papa parece confirmar que la Iglesia sigue sosteniendo su anacronismo sexual y que mantiene el rechazo al control de la natalidad por m¨¦todos artificiales, profil¨¢cticos o anticonceptivos. Para que la jerarqu¨ªa cat¨®lica deje, efectivamente, de actuar de espaldas a los problemas de la sociedad y de caminar en sentido inverso al sentido com¨²n, las palabras de Benedicto XVI sobre el uso del cond¨®n tienen que salir del ¨¢mbito coloquial y empezar a formar parte de las recomendaciones de un credo sensible a los desaf¨ªos de su tiempo.