Cartograf¨ªa cerebral
Sin que se le haya dado la difusi¨®n que se merece, los cient¨ªficos anuncian important¨ªsimos avances en la elaboraci¨®n de un mapa completo y fiable del cerebro humano. Para que nos hagamos una idea de la enorme dificultad que tal tarea entra?a, ser¨ªa como elaborar un plano detallado de las alcantarillas de Compostela. (No se sabe, por cierto, si se ha quedado alg¨²n polic¨ªa perdido por all¨ª abajo tras la visita del Papa. Convendr¨ªa hacer un recuento de los que subieron y compararlo con el de los que bajaron, por si las moscas). Uno de los pasos de gigante dados ¨²ltimamente en la cartograf¨ªa cerebral es tan sorprendente para la comunidad cient¨ªfica internacional como previsible para los gallegos: las zonas del cerebro que entran en actividad cuando una persona habla, no son las mismas para los distintos idiomas. Este descubrimiento es una prueba irrefutable de que Dios exist¨ªa, por lo menos, en el momento de la confusi¨®n de las lenguas, tras el estrepitoso fracaso del monumental proyecto de la Torre de Babel, tan s¨®lo comparable al de la Cidade da Cultura en nuestros d¨ªas. Dios, en aquel tiempo, castig¨® a los hombres por su soberbia al intentar llegar al cielo; y lo hizo d¨¢ndoles miles de idiomas para que no se entendieran entre s¨ª. A esta confusi¨®n contribuyen hoy, sin lugar a dudas, los traductores inform¨¢ticos; pero este tipo de software ya es obra de seres humanos, as¨ª que dif¨ªcilmente se puede afirmar con rotundidad que Dios siga existiendo salvo que alguien demuestre su intervenci¨®n directa en la construcci¨®n de monte Gai¨¢s.
Oficialmente somos triling¨¹es, pero hay que contar con el castrapo, el 'espanglish' y el 'galinglish'
Pero dejemos arduas cuestiones teol¨®gicas y ateng¨¢monos a los s¨®lidos hechos cient¨ªficos. Los primeros conejillos de indias utilizados para llegar a la conclusi¨®n arriba indicada, fueron unos sujetos que hablaban chino mandar¨ªn y otros que hablaban ingl¨¦s de Manchester. A ambos grupos se les escane¨® el cerebro mientras hablaban (no se especifica de qu¨¦) y las im¨¢genes obtenidas mostraron c¨®mo entraban en actividad zonas distintas del ¨¢rea del lenguaje seg¨²n el idioma. Hay que tener en cuenta que se trataba de sujetos monoling¨¹es y, por lo tanto, presentaban iluminaciones neuronales muy localizadas. En el caso de individuos bi, tri, cuatri, pluriling¨¹es, el asunto se complica. En Galicia somos oficialmente s¨®lo triling¨¹es (galego, castellano, english) pero en la pr¨¢ctica hay que contar con el castrapo, el espanglish de la inmigraci¨®n centroamericana y el galinglish de larga tradici¨®n en la jerga marinera. ?Qu¨¦ se ilumina en nuestros cerebros cuando decimos, por ejemplo, "Capet¨®n" (por Cape Town, i.e. Ciudad del Cabo) o "a todo filispi" (por full speed, i.e. "a toda m¨¢quina")? Dada la proximidad de las fechas, no queda m¨¢s remedio que pensar en la iluminaci¨®n navide?a y, especialmente, en esas guirnaldas de bombillitas que se ponen en el ¨¢rbol y que se encienden y se apagan sin aparente orden ni concierto.
La aventura apasionante que le queda por recorrer a la ciencia es la inversi¨®n del proceso. ?Se podr¨ªa saber si un sujeto es gallego viendo su esc¨¢ner cerebral? Conviene resaltar que muchos de los nombres anat¨®micos del cerebro nos resultan muy cercanos; v¨¦ase la cisterna cuadrigeminal (relacionada con el saneamiento de las viviendas), el asta frontal (asimilable a la infidelidad), la hoz (fouce) cerebral y el ¨¢rea de Broca (asociada al blackandekker y al bricolage). El cableado neuronal gallego ya fue analizado en 1997 por cient¨ªficos de la Universidad de Upsala y los resultados se publicaron en la prestigiosa revista Waves. Aquellos pioneros realizaron un estudio preguntando a 1.024 gallegos, de m¨²ltiples condiciones socioling¨¹¨ªsticas y culturales, qu¨¦ significa la palabra baineiro. De las 1.024 respuestas distintas dadas, todas ellas correctas, escogemos las cuatro primeras: a) var¨®n desorientado por el orujo; b) baile t¨ªpico de la zona de Cesuras; c) bazar de baratillo de Santiago, de principios del siglo XX, equivalente a los chinos actuales; y d) p¨¢jaro parlanch¨ªn neozeland¨¦s. Resulta evidente que Galicia est¨¢ en condiciones ¨®ptimas para situarse a la cabeza de cualquier intento de cartograf¨ªa cerebral que se precie.
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