Los submarinos del arte brit¨¢nico

En su texto introductorio del cat¨¢logo, Andrew Dempsey contextualiza la exposici¨®n entre los submarinos grises que en plena posguerra mundial surcaban los mares del Atl¨¢ntico norte y el ir¨®nico submarino amarillo de The Beatles. Es una buena met¨¢fora que puede aplicarse tambi¨¦n a buena parte de los artistas que est¨¢n representados en esta exposici¨®n que, hasta el 20 de febrero, en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, ofrece una mirada al arte brit¨¢nico de entre 1945 y 1968, obra de artistas muy conocidos pero que, en muchos casos, han ejercido una influencia "submarina" en las corrientes globales del arte del siglo XX, frente a la m¨¢s visible de los "portaaviones" americanos. No es el caso de Henry Moore y Anthony Caro, dos de los referentes de la escultura actual, y ser¨ªa dif¨ªcilmente aplicable a los inclasificables Francis Bacon y Lucian Freud, pero las cargas de profundidad que lanzaron creadores como Richard Hamilton, Bridget Ridley, Leon Kossov, Frank Auerbach, Peter Blake y David Hockney han necesitado m¨¢s tiempo para posarse en el imaginario.

La exposici¨®n, la apuesta de esta temporadada de la fundaci¨®n que cuenta con el apoyo de la Fundaci¨®n BBVA, lleva por t¨ªtulo Let us face the future (algo as¨ª como Afrontemos el futuro), el lema con el que los laboristas ganaron las elecciones a Churchill en 1945. Para Dempsey, comisario de la exposici¨®n junto con Richard Riley, la elecci¨®n del t¨ªtulo buscaba dar una imagen optimista de este periodo, en el que se crearon las bases del Estado de bienestar brit¨¢nico y la variedad de propuestas creativas desemboc¨® en la efervescencia pop, que fascin¨® a varias generaciones de europeos.

"Tambi¨¦n fue en este momento cuando se iniciaron dos grandes colecciones p¨²blicas, la del British Council y la del Arts Council, que se dedicaban a apoyar a j¨®venes artistas que iniciaban su carrera", explic¨® Riley, que tambi¨¦n es responsable de exposiciones del British Council, entidad coorganizadora de la que se presenta en la Fundaci¨®n Mir¨®. "Est¨¢n representados 38 artistas con 87 obras, de las que 52 pertenecen a estas colecciones p¨²blicas, lo que ha marcado la selecci¨®n", a?adi¨®.

El montaje sigue un recorrido entre cronol¨®gico y estil¨ªstico que arranca en 1941 con el dram¨¢tico dibujo Two sleepers, de Henry Moore, realizado a¨²n en plena guerra, y finaliza en 1969 con una pintura geom¨¦trica de Jeremy Moon, artista en la ¨®rbita de la abstracci¨®n y el op art de la ¨¦poca que se ha reivindicado en los ¨²ltimos a?os. Entre uno y otro, la exposici¨®n recorre las distintas corrientes y personalidades que, en sana mezcolanza, coincidieron en aquel momento.

No hay, o cuesta encontrarla, una tesis clara, pero el impacto viene de la fuerza de algunas obras. Sea un autorretrato de Bacon; el torturado paisaje de Willesden Junction de Kossoff; las serigraf¨ªas de la serie As I when, de Eduardo Paolozzi; la hipn¨®tica Cascada 3, de Bridget Riley; los grabados de la serie Evoluci¨®n de un vividor, de David Hockney, o un dibujo de la m¨ªtica serie de Richard Hamilton Swingeing London 67, en la que aparecen esposados el galerista Robert Fraser y Mick Jagger cuando fueron detenidos por posesi¨®n de drogas.

Rollings, Beatles... la banda sonora de la ¨¦poca sigue siendo actual. Muchos artistas de la exposici¨®n tambi¨¦n, pero tal vez se habr¨ªa agradecido un gui?o al britart, esta nueva efervescencia que ha emergido a la superficie cual submarino transformado, v¨ªa Damien Hirst, en tibur¨®n.