"Si no vuelves, mato a tu padre"
El acusado de matar a su suegro de un tiro en la cabeza neg¨® los hechos
"Me llam¨® y me dijo que me daba tres d¨ªas, que si no volv¨ªa con ¨¦l matar¨ªa a mi padre. Le dijo que no. Vino y lo mat¨®". Luisa Heredia explic¨® el contenido del ¨²ltimo contacto telef¨®nico que tuvo con su ex marido, Antonio Santiago Santiago, acusado de matar a su padre, Rafael Heredia de un disparo en la cabeza. El procesado la escuch¨® rodeado de siete polic¨ªas, como estuvo toda la sesi¨®n del juicio. Y replic¨®. Se insultaron. Se desafiaron. Y provocaron la intervenci¨®n del tribunal en varias ocasiones. Luisa lleg¨® y a la pregunta: "?Era usted cuando ocurrieron los hechos la mujer del acusado?". Ella respondi¨® que entonces s¨ª pero "ahora soy de otro". Eso enfureci¨® a Antonio Santiago. Pero lo hizo a¨²n m¨¢s el momento en el que ella explic¨® que en 2008 se tuvo que ir a vivir con sus padres porque "me maltrataba a m¨ª y a mis hijos". ?l, que declar¨® sin esposas porque la sala, a pesar del riesgo advertido por Fiscal¨ªa y las fuerzas de seguridad, as¨ª lo consider¨®, se revolvi¨® y empez¨® a gritar que no pod¨ªa soportar que ella dijera eso: "Mis ni?os son lo que yo m¨¢s quiero". El escaso p¨²blico, familiares de la v¨ªctima, comentaba las afirmaciones del imputando, provocando advertencias de la funcionaria de la sala. La declaraci¨®n de Luisa, sobre el momento de los hechos, coincidi¨® con la de las otras dos testigos: la mujer de la v¨ªctima y la sobrina.
El 1 de mayo de 2008 Antonio Santiago lleg¨® en coche a casa de Rafael Heredia, en el n¨²mero siete de la calle de Vicenta Salcedo. Se baj¨® con una escopeta en la mano. "Ahora te mato a ti" le dijo a Cecilia, su suegra. Ella entr¨® en la casa a esconderse. Lo hizo en el ba?o. ?l la buscaba dando patadas a las puertas. Entre tanto, Milagros, la sobrina, gritaba "t¨ªo, t¨ªo, que la mata". Y Rafael Heredia, que estaba en un bajo enfrente, cruz¨® la calle, entr¨® con el hierro de subir y bajar una persiana, se escondi¨® tras la puerta de la primera habitaci¨®n de la vivienda. Fue justo donde entr¨® Antonio Santiago antes de abandonar la casa. Le dispar¨® un tiro que, seg¨²n la autopsia, le revent¨® la cabeza, le hizo saltar el globo ocular. Se fue. Y en la calle le oyeron decir: "Ya lo he matado y no va a dar m¨¢s guerra". ?l cont¨® que la escopeta la ten¨ªa Cecilia, que forcejearon, que se dispar¨® y que asustado se march¨® sin saber siquiera que hab¨ªa alcanzado el tiro a alguien. La Fiscal¨ªa pide para ¨¦l 28 a?os de prisi¨®n. La acusaci¨®n particular, dos m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.