Una relaci¨®n improcedente

?Puede una presentadora de televisi¨®n de un espacio pol¨ªtico ser la compa?era sentimental de un pol¨ªtico en campa?a? A juicio del canal franc¨¦s i-T¨¦l¨¦, no. Por eso, esta cadena, especializada en la informaci¨®n ininterrumpida, propiedad de Canal + Francia, ha eliminado Audrey Pulvar Soir, programa dedicado a la pol¨ªtica, debido a que la presentadora, Audrey Pulvar, es la compa?era sentimental de Arnaud Montebourg, diputado socialista que ha anunciado que optar¨¢ en 2011 a las elecciones primarias del Partido Socialista (PS) para la candidatura presidencial.

"No se duda de su profesionalidad. Pero no podemos correr el riesgo de que exista una sospecha del p¨²blico o de los pol¨ªticos invitados, que, con el tiempo, podr¨ªa debilitar la carrera de Audrey Pulvar y la de la cadena. Imagine que un d¨ªa, un invitado le suelta lo de sus relaciones con un candidato... Ser¨ªa algo destructivo", aseguraba el martes pasado, en Le Parisien, Albert Ripamonti, un alto cargo de i-T¨¦l¨¦, que a?adi¨® que "se suspend¨ªa el programa, no a la periodista", y que confirm¨® que Pulvar contar¨¢ con otro espacio,pero no de pol¨ªtica

Varias periodistas creen que la medida esconde cierto machismo

Pulvar tambi¨¦n es presentadora en la cadena de radio France Inter. Sus responsables han decidido mantener el programa con la condici¨®n de que no invite a ning¨²n pol¨ªtico. "Como no invitaba a muchos, no es una cat¨¢strofe", se?alaba H¨¦l¨¨ne Jouan, una de las directivas de la emisora.

La medida ha desatado una encendida pol¨¦mica y varias presentadoras han salido en su defensa, asegurando que en la decisi¨®n se esconde cierto machismo soterrado. Tambi¨¦n ha lamentado el hecho la directora general del medio audiovisual en el extranjero para Francia, la periodista Christine Ockrent, pareja del ex ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner. "Lo siento por ella. Siempre ha sido una buena periodista que ha sabido mantener su independencia".

Pulvar, en una tribuna publicada ayer en el peri¨®dico Lib¨¦ration, da su versi¨®n. Asegura que es una feminista convencida y reivindicativa. Que comprende la decisi¨®n de la empresa. "Formar parte de una empresa, ser uno de sus rostros conocidos, conlleva una obligaci¨®n que comprendo", dice. Y agrega que "no exponer a una redacci¨®n entera a una sospecha es una prueba de responsabilidad". Pero luego a?ade que esto no le impide pensar por s¨ª misma: "Y as¨ª -y m¨¢s all¨¢ de mi caso particular, que no es nada comparado con el que millones de mujeres tienen que afrontar cada d¨ªa en Francia-, una mujer estar¨ªa hoy condenada a pensar como su compa?ero sentimental (n¨®tese que nunca se cuestiona esto cuando son la pareja de una mujer)".

Y se pregunta, con iron¨ªa: "?Es la mujer ese ser fr¨¢gil y emotivo que, como todo el mundo sabe, es tan poco aut¨®nomo que no sabe defenderse del ataque verbal de un interlocutor deshonesto, con tan poca capacidad como para no saber diferenciar su vida privada de su compromiso profesional?".