Ingrid Pitt, la vampira m¨¢s sensual de los setenta
La estrella de filmes de terror creci¨® en un campo nazi
Guapa, rubia, con un escote de infarto, un cuerpo de impresi¨®n y marcado acento de Europa del Este, Ingrid Pitt se hizo famosa por sus papeles de er¨®tica vampira en los a?os setenta, en pel¨ªculas como La condesa Dr¨¢cula (1971) o Las amantes del vampiro (1970). Los peri¨®dicos brit¨¢nicos la recuerdan estos d¨ªas como "la primera dama del terror" o "la reina del grito". La actriz, que tambi¨¦n fue escritora, falleci¨® el 23 de noviembre en Londres, poco despu¨¦s de cumplir los 73 a?os.
Este podr¨ªa ser el recuerdo que dejase una cara bonita que entretuvo los ensue?os de muchos en el patio de butacas, cuando el cine comenzaba a mostrar desnudos y escenas er¨®ticas, en su caso mezcladas con algo de lo que a?os m¨¢s tarde se conocer¨ªa como gore. Pero, como ella recordaba, Pitt pens¨® en "ser otra persona", mientras estaba tumbada sobre la fr¨ªa paja en un campo de concentraci¨®n nazi, donde estuvo recluida con su madre entre los cinco y los ocho a?os.
Rod¨® una pel¨ªcula en Benidorm como protagonista junto a Manolo Escobar
Naci¨® en Polonia el 21 de noviembre de 1937, con el nombre de Igoushka Petrov, seg¨²n citan los medios anglosajones. Su madre era jud¨ªa polaca. Su padre, alem¨¢n, era cient¨ªfico. Cuando se neg¨® a investigar para los nazis en la fabricaci¨®n de cohetes, intentaron escapar hacia Reino Unido, pero su madre se puso de parto y tuvieron que quedarse en Polonia. Tras la invasi¨®n, los alemanes los capturaron en 1943, y enviaron a la ni?a y a la madre al campo de Stutthof. All¨ª, vio c¨®mo ahorcaban a la mejor amiga de su madre y c¨®mo a una ni?a amiga suya la violaban y la mol¨ªan a golpes. "Nac¨ª en el mayor espect¨¢culo de horror del siglo, las brutalidades del r¨¦gimen nazi; es incre¨ªble que haya hecho pel¨ªculas de terror con la tremenda infancia que tuve. Pero tal vez es por ello por lo que soy tan buena en esto", dijo durante la promoci¨®n de uno de esos filmes.
Mientras el Ej¨¦rcito Rojo atacaba Polonia, los nazis se llevaron a los supervivientes para matarlos, y ellas consiguieron huir en medio de la confusi¨®n por los bombardeos aliados. Despu¨¦s, dedicaron meses a buscar a su padre y a su hermana mayor. Cuando los encontraron se fueron a vivir a Berl¨ªn, donde el padre, tocado de muerte por la tragedia, solo sobrevivi¨® cinco a?os.
En los a?os cincuenta, Ingrid Pitt se enrol¨® en la compa?¨ªa de teatro de la viuda de Bertolt Brecht, la actriz Helene Weigel. Cuando iba a debutar, se enter¨® de que la polic¨ªa de la Alemania Oriental iba tras ella (nunca se hab¨ªa callado sus opiniones contra la opresi¨®n del r¨¦gimen comunista), huy¨® con el vestido de la obra y se tir¨® al r¨ªo Spree. Casi se ahoga, pero la rescataron, entre otros, un guapo teniente de Estados Unidos, Lauren Pitt. Se casaron y se fueron a Colorado. Despu¨¦s se divorci¨® y viaj¨® a Espa?a.
Fue aqu¨ª donde la descubri¨® un cazador de talentos: en una fotograf¨ªa que le hab¨ªan hecho para un reportaje sobre toros. En Espa?a se estren¨® en un filme de terror, El sonido de la muerte (1964) y rod¨® en Benidorm una pel¨ªcula como protagonista, Un beso en el puerto (1965), con Manolo Escobar. Tambi¨¦n intervino en el repato de Campanadas a medianoche o Doctor Zhivago. Al a?o siguiente se traslad¨® a Los ?ngeles, y trabaj¨® en series de televisi¨®n como Ironside. M¨¢s tarde consigui¨® un papel en El desaf¨ªo de las ¨¢guilas, dirigida y escrita por Alistair MacLean. La influencia de este autor la empuj¨® a escribir ella misma una historia de esp¨ªas (Cuckoo Run, 1980), un par de ellas sobre vampiros y su autobiograf¨ªa (Life's a Scream, 1992).
Aunque protagoniz¨® tambi¨¦n filmes como el thriller El hombre de mimbre (1973), con Christopher Lee, sin duda su papel de vampira l¨¦sbica en Las amantes del vampiro o el de la noble rumana del siglo XVI Isabel Bathory, que se ba?aba en sangre de doncellas para mantenerse joven para La condesa Dr¨¢cula, la hicieron inolvidable. En los ¨²ltimos a?os todav¨ªa se ganaba piropos de sus fans. "Es mentira", replicaba ella, "pero son encantadores".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.