Algo tiene que cambiar
El Consell de la Joventut de la Comunitat Valenciana (CJCV) es el m¨¢ximo ¨®rgano nacional de representaci¨®n de las organizaciones juveniles valencianas. As¨ª se defini¨® el CJCV en el a?o 1983 despu¨¦s de un largo trabajo realizado por un gran n¨²mero de organizaciones juveniles que fueron capaces de consensuar y poner en marcha un organismo de estas caracter¨ªsticas.
Estas ¨²ltimas semanas, el Consell ha sido noticia, pero no por el trabajo diario que realizan sus entidades y sus miles de voluntarios y asociados que siguen demostrando d¨ªa a d¨ªa su compromiso con el asociacionismo y la participaci¨®n juvenil. Lamentablemente, es noticia porque el cambio en la legislaci¨®n en materia de juventud que plantea la Generalitat Valenciana (dentro del Proyecto de Ley de Juventud que en la actualidad se est¨¢ debatiendo por parte de los Grupos Parlamentarios) amenaza su continuidad como organismo aut¨®nomo.
En primer lugar, queremos reivindicar el papel de los j¨®venes asociados como interlocutores v¨¢lidos ante la Administraci¨®n. Esto que deber¨ªa ser normal tal y como lo establece la Ley de Participaci¨®n Juvenil y en realidad no lo es. En el ejercicio responsable de sus competencias, el Consell se ha convertido muchas veces para la Generalitat en un organismo inc¨®modo que para nada comulga con su manera de actuar. Ahora la Generalitat pretende imponer a las organizaciones una Ley de Juventud que no recoge los aspectos m¨ªnimos reivindicados por la mayor¨ªa de asociaciones y consejos locales de la juventud.
Con este proyecto de ley, la Generalitat se ha atrevido a plantear un controvertido cambio de estatus jur¨ªdico con el que el Consell pasar¨ªa de ser una entidad de derecho p¨²blico con personalidad jur¨ªdica propia y con plena capacidad para el cumplimiento de sus fines a ser una corporaci¨®n p¨²blica sectorial de base privada. Tanto el Consell Econ¨°mic i Social como el Jur¨ªdic Consultiu se han manifestado en contra de esta medida. Adem¨¢s, pretende que la aprobaci¨®n de los presupuestos est¨¦ supeditada a un informe previo y vinculante de la Generalitat Jove (nueva denominaci¨®n del Ivaj). Una trampa con la que el Consell se convertir¨¢ en una entidad sometida a la arbitrariedad del director general de turno.
La pretendida ley de juventud se deja demasiadas cosas en el tintero. Ni habla del desarrollo y de la financiaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas contra la desigualdad; ni plasma la necesidad de la financiaci¨®n necesaria para realizar planes de juventud; ni establece los niveles competenciales de cada una de las Administraciones a la hora del dise?o y la evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas de juventud; ni plantea soluciones al problema del empleo o la vivienda; ni establece el reconocimiento de los perfiles profesionales en el ¨¢mbito de la juventud. Ni, ni, ni...
Ante estas carencias, no podemos permanecer impasibles ante los intentos de desarmar el movimiento asociativo juvenil, de silenciar sus ¨®rganos de representaci¨®n y de impedir que, leg¨ªtimamente, puedan manifestar su opini¨®n contraria a la aprobaci¨®n de la ley. En definitiva, tenemos que manifestarnos en contra de cualquier intento de contravenir "las condiciones para la participaci¨®n libre y eficaz en el desarrollo pol¨ªtico, social, econ¨®mico y cultural" (art¨ªculo 48 de la Constituci¨®n Espa?ola).
Estas son solo algunas de las razones por las que consideramos que esta Ley de Juventud no es la ley que merecen los j¨®venes de nuestra Comunitat. Algo tendr¨¢ que cambiar para salvar el Consell y lo que este siempre ha representado: un modelo joven de entender y de poner en pr¨¢ctica las pol¨ªticas de participaci¨®n en nuestra sociedad.
(*) Firman tambi¨¦n este escrito Joan Navarro, Vicent Sarri¨¤, Miquel Ruiz, Vicente Inglada, Josep Lanuza, Joaqu¨ªn Sansano y Carles Esteve. Todos ellos han sido presidentes del Consell de la Joventut de la Comunitat Valenciana.
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