Ventajismos pol¨ªticos
A veces los pol¨ªticos hacen un uso indebido de la justicia o, al menos, discutible. Naturalmente no me refiero a que un pol¨ªtico no pueda acudir a los tribunales cuando es agraviado o cuando act¨²a en defensa de los intereses y de la limpieza de la causa p¨²blica. En estos casos, es acertado apelar a la justicia ya que es el ¨¢mbito en el que se dirimen estos asuntos.
Cuando digo un uso indebido o discutible me refiero a aquellas cuestiones que son m¨¢s bien propias del debate pol¨ªtico y se llevan ante los tribunales, entorpeciendo la actividad dirigida a regir los asuntos p¨²blicos, como es la pol¨ªtica. Se usa, en estos casos, la Administraci¨®n de justicia para conectar con algunos ciudadanos y captar sus votos con independencia de lo que interese a la sociedad en su conjunto.
Traigo esto a colaci¨®n por el recurso de Zoido, candidato del PP al Ayuntamiento de Sevilla, a prop¨®sito de la implantaci¨®n en el centro de la capital hispalense de un plan de restricci¨®n del tr¨¢fico rodado. No discuto ni puedo hacerlo -y menos aun ante un juez en excedencia- su legitimidad procesal ante el TSJA o el juzgado competente. No obstante, entiendo que este tema, como muchos otros que acaban en los tribunales, son de naturaleza esencialmente pol¨ªtica y no judicial (en principio no deben ser los jueces los que deban decidir si los coches entran o no por la calle Tetu¨¢n).
Ahora bien, la actitud de Zoido no es ¨²nica ni aislada y, tal vez pueda estar influido por Javier Arenas, su mentor pol¨ªtico. Copia sus gestos. Y copia porque hace ya algunos a?os -poco m¨¢s de 20-, siendo concejal del Ayuntamiento de Sevilla, Javier Arenas llev¨® a los tribunales la implantaci¨®n de la llamada zona azul, que restringe (y ordena) el aparcamiento en determinadas zonas de la ciudad. Arenas perdi¨® aquel litigio pero aprovech¨® el iter judicial para pedir la rebeli¨®n ciudadana -es frecuente que el PP pida la rebeli¨®n ciudadana cuando no est¨¢ de acuerdo con algunas leyes- contra el pago en la zona azul y termin¨® arruinando esta ordenaci¨®n promovida entonces por un Ayuntamiento socialista. No obstante, cuando el PP alcanz¨® el gobierno, la alcaldesa Soledad Becerril adopt¨® esta decisi¨®n sin que Arenas dijera esta boca es m¨ªa. Ya daba igual; el PP gobernaba y Arenas call¨®. Ya hab¨ªa logrado lo que quer¨ªa: hacer ruido y desgastar al rival pol¨ªtico. La zona azul era lo de menos.
Ahora Zoido repite jugada: quiere que los tribunales entorpezcan el plan centro o, en todo caso, que le den a pie para seguir desacreditando al Ayuntamiento de Sevilla. Quiere jugar a ser Arenas -que es irrepetible- y no el PP. Si de verdad actuara conforme a los intereses de su grupo no pasar¨ªa por alto que alcaldes del PP, como el de Granada, cuentan con un plan centro como el de Sevilla. Para llegar al TSJA en Granada, en el antiguo Palacio de la Chanciller¨ªa, el Ayuntamiento de Torres Hurtado tiene puesto unos bolardos que no se los salta ni un 4x4.
Entiendo que la oposici¨®n tiene que ejercer su cr¨ªtica para el buen gobierno en Sevilla, en Granada o donde sea. Sin embargo, se debe pensar en la ciudad. Y no se hace cuando cada vez que hay una obra el PP la aprovecha para sacar partido de las molestias e ignore los beneficios posteriores que disfrutamos todos. Ha pasado con cada metro de carril-bici que se ha hecho, fotografi¨¢ndose con los vecinos enojados por las obras, y luego tratando de ocultar que ese carril es bueno para una ciudad que cada vez esta menos contaminada, y cuya circulaci¨®n es m¨¢s fluida y racional.
El ventajismo no es bueno, ni en la pol¨ªtica ni en ning¨²n aspecto de la vida. Puede que ahora saque rentabilidad pero, a la larga, que es como se miden los tiempos, puede ocurrir que la mayor¨ªa de los ciudadanos no conf¨ªen en una pol¨ªtica que dice que se quiere o¨ªr y cuando gobierna hace lo que le viene en gana.
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