?Regeneraci¨®n democr¨¢tica?
Desafortunadamente para los dem¨®cratas, el Gobierno gallego acaba de recuperar una pr¨¢ctica desterrada la pasada legislatura por el Gobierno progresista, volviendo a su vieja costumbre de colar por la puerta de atr¨¢s, al amparo de los Presupuestos, cambios legislativos sin debate, sin informes, ni evaluaci¨®n de las consecuencias. Reformas que en esta ocasi¨®n afectan, nada m¨¢s y nada menos, que a 24 leyes.
En este sentido, la doctrina mayoritaria respalda que incorporar en la denominada ley de "acompa?amiento del presupuesto" temas que no tienen relaci¨®n con los ingresos y gastos anuales supone un aut¨¦ntico "fraude a la Constituci¨®n", adem¨¢s de ser peligroso por la dispersi¨®n normativa, por el riesgo de inseguridad jur¨ªdica que introducen y por perjudicar el debate parlamentario, m¨¢s a¨²n cuando se oculta informaci¨®n a los ciudadanos.
Feij¨®o cuela cambios legislativos sin debate y prescinde de solicitar los informes preceptivos
La Xunta presenta esta ley ¨®mnibus que modifica 24 leyes sin ninguna relaci¨®n t¨¦cnica entre ellas y sin conexi¨®n alguna con los Presupuestos. Porque, ?qu¨¦ relaci¨®n tienen la modificaci¨®n de la ley del suelo de Galicia, la de ordenaci¨®n del territorio o la de medidas urgentes de protecci¨®n del litoral con el Presupuesto? ?Qu¨¦ tienen que ver la ley de concentraci¨®n parcelaria, la de prevenci¨®n y defensa contra los incendios forestales o la modificaci¨®n de la ley de funci¨®n p¨²blica con el Presupuesto de 2011?
En su af¨¢n de evitar el debate y ocultar sus decisiones, el Gobierno incumple el acuerdo parlamentario un¨¢nime para la elaboraci¨®n de una nueva ley del suelo y presenta, solo ocho meses despu¨¦s del ¨²ltimo cambio, modificaciones puntuales que eliminan la protecci¨®n de los suelos r¨²sticos y permiten la especulaci¨®n del suelo protegido. Adem¨¢s, mientras anuncia una reforma de la ley de funci¨®n p¨²blica para este a?o, cambia subrepticiamente la profesionalidad de los funcionarios por el amiguismo, el partidismo y la arbitrariedad de los nombramientos.
Pretendiendo ocultar el alcance de sus decisiones, incorpora modificaciones fiscales de escasa o nula incidencia econ¨®mica y crea la Axencia Tributaria de Galicia. Sorprende que no habiendo sido prioritario crear esta agencia en el a?o transcurrido desde el acuerdo parlamentario para su impulso, se incorpore con urgencia en este caj¨®n de sastre. Obviamente, con este anuncio la Xunta pretende desviar la atenci¨®n sobre un presupuesto desastroso, publicitando una Axencia de atrezo, sin competencias, sin objetivos contra el fraude, sin organizaci¨®n y direcci¨®n, que s¨®lo cambia el nombre de una direcci¨®n general para que todo siga igual.
Adem¨¢s de la dispersi¨®n y opacidad de estas medidas, el Gobierno prescinde de solicitar y adjuntar los informes preceptivos, irregularidad que supone una clara vulneraci¨®n de los principios democr¨¢ticos. Esta falta de rigor no es inocente, sino que intencionadamente se evita que la Asesor¨ªa Xur¨ªdica o el CES pongan por escrito la ilegalidad de esta ley y adviertan a la Xunta de su err¨¢tica pol¨ªtica contra la crisis, como ya han hecho en otras ocasiones.
Feij¨®o anunci¨® en su toma de posesi¨®n, de manera solemne, que esta ser¨ªa la legislatura del respeto a la legalidad y la regeneraci¨®n democr¨¢tica. Pero en lugar de defender la legalidad, el PP recupera los atajos demostrando improvisaci¨®n e incapacidad de gesti¨®n, anuncia dejaci¨®n de funciones en materia de control urban¨ªstico, financia actuaciones para tapar las ilegalidades urban¨ªsticas de los alcaldes de su partido o se ve obligado a anular concursos p¨²blicos tras la denuncia de las empresas y la oposici¨®n.
Adem¨¢s, lejos de mejorar nuestra democracia, sustituye la profesionalidad de los funcionarios por la arbitrariedad, permite los esc¨¢ndalos en las pruebas de acceso al Sergas, modifica la Axencia de Protecci¨®n da Legalidade Urban¨ªstica para ponerla al servicio de los intereses del Gobierno o utiliza de forma partidaria los fondos locales de promoci¨®n de empleo. Todo ello aderezado con la escandalosa manipulaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos gallegos, la sustituci¨®n del desarrollo sostenible por la barra libre, la privatizaci¨®n de la sanidad y el deterioro del Estado del bienestar.
Es cierto que vivimos una crisis econ¨®mica, pero en Galicia la crisis se est¨¢ convirtiendo tambi¨¦n en la excusa para recortar derechos, privatizar servicios, ocultar cambios legislativos y debilitar nuestra democracia. Desafortunadamente, con actuaciones como estas estamos m¨¢s pr¨®ximos a convertirnos en la "rep¨²blica bananera" de Feij¨®o que en una Galicia moderna, democr¨¢tica, europe¨ªsta, solidaria, culta y responsable.
Mar¨ªa Jos¨¦ Caride es portavoz de econom¨ªa del grupo parlamentario del PSdeG
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