Artur Mas y la pol¨ªtica espa?ola
Desde la noche electoral han proliferado en Madrid las lecturas interesadas de las elecciones catalanas. En la prensa conservadora se ha intentado hacer subir al PP al carro victorioso de CiU: el centroderecha se impone en Catalu?a. De centro, el PP catal¨¢n tiene poco. La campa?a de Alicia S¨¢nchez Camacho ha estado m¨¢s cerca de Anglada que de CiU. En una coyuntura en que todo le iba a favor, desde el desgaste de los socialistas hasta la crisis econ¨®mica, ganar poco m¨¢s de un punto y medio no es para que el PP cante victoria. Y, desde luego, no es indicio de que los catalanes hayan abandonado su tradicional voluntad de evitar a toda costa que el PP gobierne en Espa?a. El PP sigue siendo una fuerza menor en Catalu?a y la amplia ventaja de CiU le ha dejado sin espacio alguno para incidir en la pol¨ªtica catalana. Su ¨¦xito no es su crecimiento, es el fracaso del PSC, una se?al m¨¢s de la decadencia de la socialdemocracia en Espa?a.
El PP sigue siendo una fuerza menor y la ventaja de CiU le deja sin espacio
Mas no es ning¨²n aventurero, ya est¨¢ acallando algunas de sus propuestas
Desde el lado socialista, se intenta, por todos los medios, desmarcar a Zapatero y al Gobierno del descalabro del PSC. Zapatero ha estado en esta campa?a en Barcelona varias veces junto con varios de sus ministros. No parece que haya levantado muchos votos. Seguro que el desgaste del PSOE no es la ¨²nica causa del fracaso socialista, pero es una de ellas. Como lo es la crisis, el desconcierto ideol¨®gico de la izquierda, la derechizaci¨®n general de Europa y, sobre todo, la sensaci¨®n de desgobierno que transmiti¨® el tripartito y los vaivenes de un partido socialista sin norte ideol¨®gico ni objetivos precisos. El PSOE ha puesto ya en circulaci¨®n la idea de que el error del PSC ha sido meterse en veredas catalanistas que le han alejado de su electorado tradicional. Creo que se equivocan. Los datos dicen otras cosas: el principal trasvase de votos en estas elecciones se ha producido desde los socialistas hacia Convergencia, por encima de los 100.000 votos. Es decir, que el que ha huido ha sido el flanco catalanista. El flanco m¨¢s espa?olista principalmente se ha quedado en casa, como tantas veces. Si el PSOE aprieta al PSC hacia un cierre de filas lo ¨²nico que har¨¢ es condenarle a un papel parecido al del PP en Catalu?a, que es al que le han llevado estas elecciones. El PSC tiene que refundarse solito.
PSOE y PP se apresuran a mandar se?ales a Artur Mas. El futuro presidente catal¨¢n no es ning¨²n aventurero. Una vez alcanzado del poder, ya ha empezado a poner sordina a sus propuestas m¨¢s ruidosas. El martes en TV3, Artur Mas ya no habl¨® de concierto econ¨®mico sino "de pacto fiscal en la l¨ªnea del concierto". Y Felipe Puig, del ala m¨¢s firmemente soberanista, ya ha reconocido que el concierto es inviable. Artur Mas tiene una situaci¨®n parlamentaria envidiable en un contexto convulso. La presi¨®n del dinero ya ha llegado: los mercados no quieren saber de reivindicaciones soberanistas que son vistas como factor de inestabilidad. Entraremos en un per¨ªodo centrado en la econom¨ªa y en transmitir la imagen de una manera seria de gobernar (en contraste con la reputaci¨®n del tripartito): coherencia, austeridad, orgullo nacional.
La elecci¨®n de Artur Mas aumenta las posibilidades del PSOE de completar la legislatura. Ya la ten¨ªa asegurada con el voto del PNV a los presupuestos, pero ahora podr¨¢ disponer de CiU si en alg¨²n momento lo necesita. Mas est¨¢ a verlas venir, a la espera de un Gobierno fuerte pero sin mayor¨ªa absoluta. Como dijo en TV3, con un Gobierno d¨¦bil como el actual no se pueden plantear requerimientos de fondo. ?Cu¨¢l es el fondo? "La soberan¨ªa fiscal". En 2012, tanto el PP como el PSOE podr¨¢n contar con Artur Mas si le necesitan para apuntalar una mayor¨ªa. Pero el precio ser¨¢ alto. La diferencia entre estos tiempos y los del "peix al cove" es que Mas tendr¨¢ que demostrar cada vez que sus conquistas son pasos hacia una mayor plenitud de Catalu?a. El pa¨ªs ha cambiado en estos siete ¨²ltimos a?os y lo ha hecho en la direcci¨®n de consolidar el espacio nacional catal¨¢n. Y Rajoy tendr¨¢ que contener a su ultraderecha medi¨¢tica si quiere contar con el favor de CiU. En este sentido, queda una inc¨®gnita interesante por despejar: ?seguir¨¢ Dur¨¢n Lleida como primer negociador en Madrid o se incorporar¨¢ al Gobierno catal¨¢n como primer conseller, como pudo insinuar Mas en TV3? Como es sabido Dur¨¢n Lleida es especialista en poner agua al vino de las reclamaciones catalanas, para hacerlas digeribles en Madrid.
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