?Y el ahora?
Si el Brillante Camarada arrojara en este momento la nuclear sobre Corea del Sur, esta aficionada ni se enterar¨ªa, sumergida como estoy en la lectura de ese Vanity Fair en edici¨®n extraordinaria que son los papeles de Wikileaks publicados -y cuidadosamente clasificados y analizados- por este peri¨®dico.
Produce especial satisfacci¨®n conocer con tanto detalle las desverg¨¹enzas de quienes controlan el cotarro, aunque la indignaci¨®n grande, y la ira, sigan respondiendo a las dos primeras filtraciones, las relativas a Afganist¨¢n e Irak. Lo del colega Couso estaba cantado, pero nunca sobran pruebas que arropen a la familia en sus reclamaciones. Escalofr¨ªa -aunque no sorprende- imaginar a los ministros de Justicia y de Asuntos Exteriores -L¨®pez Aguilar y Moratinos: sin llorar, virilmente- moviendo el rabillo y prometiendo que el Ejecutivo meter¨ªa mano para frenar las detenciones por el asesinato en Bagdad del c¨¢mara gallego.
La justicia y la verdad son burladas permanentemente. La lecci¨®n m¨¢s aterradora que siempre podemos extraer, como consecuencia de la publicaci¨®n de las agendas ocultas de esa gente que puebla nuestros infiernos, es la pregunta: "?Qu¨¦ est¨¢n haciendo ahora?". Pues la luz del reciente pasado no ilumina plenamente los platos sucios de hoy, aunque los explique bastante; no limpian las madrigueras estos chorros de informaci¨®n, aunque mucho m¨¢s pestilentes resultar¨ªan si nos faltaran. Vanity Fair m¨¢s John Le Carr¨¦ -he recordado mucho El sastre de Panam¨¢ leyendo esta colecci¨®n de absurdos reales- se adue?an de la actualidad. Los periodistas conocemos bastante bien a los diplom¨¢ticos, al menos aquellos que hemos pasado tiempo en el extranjero. Desasosiega que a este tipo de pe?a la debamos tener en cuenta, y que sean ellos quienes, a su vez, filtran el mundo que les rodea, a beneficio de sus respectivos Gobiernos. Diplomacia global, vaya espanto.
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