El ni?o perro

M¨¢s de un mill¨®n de ni?os vagabundos malviven en Rusia. Son cr¨ªos abandonados o que huyen de sus casas y se refugian en s¨®tanos, edificios deshabitados y estaciones de ferrocarril. Sobrevivir al hambre, a la violencia y, sobre todo, al extremo fr¨ªo invernal es imposible si permanecen solos. En casos extremos, buscan la protecci¨®n de animales callejeros, como los perros. Ese es el caso de Romochka, de cuatro a?os, el protagonista de El ni?o perro. Basada en un hecho real, la novela relata c¨®mo el peque?o, abandonado por su madre en Mosc¨², es acogido por una manada de perros. Romochka cruza as¨ª una frontera impensable: la que separa al hombre del animal, lo civilizado de lo salvaje. Mucho se ha escrito y filmado sobre ni?os que han sido criados por animales, desde la leyenda de R¨®mulo y Remo hasta pel¨ªculas como El peque?o salvaje, de Fran?ois Truffaut. Pero la escritora australiana Eva Hornung relata por primera vez la experiencia desde el punto de vista del ni?o y no de los cient¨ªficos que lo estudian. En los dos a?os que transcurren entre el abandono y la captura del peque?o Romochka se desarrolla la ficci¨®n. Hornung dota de lenguaje un tiempo sin palabras, el espacio oscuro de lo no-sabido. Si la Alicia de Carroll franque¨® un espejo para pasar de un mundo a otro, a Romochka le bastan los ojos amarillos de un chucho callejero para adentrarse en lo desconocido. Hornung crea un mundo intermedio de hombres y animales en el que nada es ni lo uno ni lo otro. En ese espacio, previo a la captura de Romochka, radica la fuerza de la novela, que decae cuando da paso a la instituci¨®n que acoge a ni?os de la calle y remonta con un final, violento y conmovedor, el umbral que deber¨¢ atravesar Romochka para volver a la "civilizaci¨®n".